jueves, 8 de diciembre de 2011

Entrevista a Catalina Parra por Araceli Otamendi (archivo)

                                                           Catalina Parra


(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Entrevisté a Catalina Parra cuando se desempeñaba como Agregada Cultural de la Embajada de Chile en la Argentina. Esta entrevista fue publicada inicialmente en la revista Archivos del Sur y ahora se reproduce en el blog de entrevistas.
Hija del poeta Nicanor Parra, recientemente distinguido con el Premio Cervantes, sobrina de Violeta Parra, Catalina Parra es artista plástica.


Entrevista a Catalina Parra por Araceli Otamendi

"Para mí esta experiencia argentina ha sido capital. Estoy enormemente agradecida de todas estas experiencias que me tenía reservada la Argentina"

Catalina Parra actualmente se desempeña como Agregada cultural de la Embajada de Chile en Argentina. Es una reconocida artista plástica que ha expuesto sus obras en New York, en Alemania, Buenos Aires y en otros países. Hija de Nicanor Parra y sobrina y ahijada de Violeta Parra, Catalina Parra creció en una familia de artistas. La entrevisté en su oficina de la Embajada de Chile en Buenos Aires. En la fotografía se puede ver a Catalina Parra y detrás de ella un retrato de Violeta Parra.

(Buenos Aires)

¿Catalina, qué significa para vos llevar el apellido Parra? ¿Cómo lo sentís?

Por un lado es un peso, por el otro lado es una responsabilidad y por otro lado es la cosa más natural del mundo.

Vos sos artista plástica, ¿podrías contarme algo de tu carrera?

Hago instalaciones y vivo desde 1980 en Nueva York. Allá recibí la beca Gugenheim. Cuando llegué a Nueva York mis hijos eran adolescentes, ahora ya son grandes y están todos casados. Mi primera exposición grande en Estados Unidos fue en el MOMA. En vista de eso decidí quedarme a vivir allá. Después hice muestras en museos importantes de todo el mundo desde el año 1980.

¿Cómo fueron tus inicios como artista plástica? ¿Fue en Chile?

Yo empecé como artista plástica en Alemania. En el año 1968 llegué a ese país y viví ahí hasta 1972. Allá hice mi primera exposición.

Es decir que tu vida transcurrió en muchos países que no son Chile

He estado viviendo bastante tiempo fuera de Chile pero también volviendo constantemente y además siempre con proyectos de muestras y otra razón para volver es que allá viven mis padres. Siempre mi vida es un irme y volver a Chile.

¿Cuál es tu parentesco con Violeta Parra y con Nicanor Parra?

Soy hija de Nicanor Parra y sobrina y ahijada de Violeta Parra y también prima hermana de Isabel Parra.

La tuya es una familia de artistas...

Sí, todo el mundo hace algo.

Desde tu infancia ¿viviste eso?

Lo viví, y sabes que yo me he preguntado cómo se da eso, además de la cosa genética, tú creces en un ambiente así que es un caldo de cultivo para ser artista. Porque toda la gente está tocando la guitarra o haciendo otra cosa y entonces es lo más natural del mundo que un niño tome la guitarra o que lea o se ponga a dibujar. Eso es parte de la vida diaria. En mi familia el arte no ha sido algo al margen de la vida cotidiana, siempre ha sido una parte integral de nuestra vida. Y entonces desde ahí yo entiendo que se haya producido algo así en nuestra familia que además es una familia que se visita mucho, una familia muy unida, muy de “clan”. Entonces los niños van copiando como copian todos los niños y van haciendo cosas. Yo creo que eso es lo que ayuda al desarrollo de los niños además de ciertas condiciones innatas.

Además de tener condiciones innatas está eso del caldo de cultivo, de tener integrado el arte a la vida cotidiana...

Exactamente, está eso de que las actividades artísticas sean algo cotidiano, natural.

Pasando a otro tema ¿desde cuándo te desempeñás como Agregada cultural de la Embajada de Chile en la Argentina?

Desde el año 2000.

¿Cómo viviste los acontecimientos que convulsionaron a la Argentina desde el año 2001?

Lo he vivido con una gran admiración por la cultura en la Argentina porque mientras más desastrosa se veía la situación económica se veía más impulso para la creación artística. Hay una relación solidaria entre los artistas. Es impresionante la cantidad de muestras con entrada gratis que hay, es una cosa tan admirable porque es como si sacaran energías del aire y de las confrontaciones sociales. Es muy increíble este fenómeno de las actividades artísticas estos últimos años.

¿Eso es lo que más te llama la atención?

La gente no ha parado, está llena de proyectos.

Eso es cierto. Parece que se alimenta todo el campo artístico cuánto más dificultades y tristeza hay...

Yo creo que en alguna parte tienen que verter las energías y muchas energías se ha vertido hacia ahí, en la creación artística.

Y esta forma de responder a la crisis que tenemos los argentinos ¿te parece distinto a la forma de responder de los chilenos frente a una crisis semejante? ¿Cómo lo ves?


Lo que pasa ha sido diferentes las crisis que me han tocado a mi vivir en Chile. Después del golpe militar en Chile había grupos de gente entre los que estaba yo, se hacían seminarios en distintas casas todo el tiempo. De alguna manera para poder sobrevivir ,hacíamos eso. Se generaba una especie de solidaridad y sentido en el trabajo.

¿De qué eran esos seminarios’

De arte y literatura y de escritos críticos. Nos reuníamos con intelectuales como Enrique Lihn por ejemplo, y con artistas plásticos, a leer y hablar de ciertas cosas una vez por semana.

Por lo que me contás se me ocurre que esas actividades eran mucho más silenciosas que lo que ocurrió aquí en Argentina durante la última crisis.

Sí, mucho más silenciosas porque era una reacción al golpe militar y en esa situación estaba todo muy limitado. El caso argentino creo que es único en su género, y no ocurre en dictadura.

Yo creo que el fenómeno de la crisis del 2001, cuando la gente salió a protestar a la calle, se expresó, se hicieron muestras, también en poesía, en muchos ámbitos de la cultura. Pero aquí también cuando tuvimos el golpe militar había digamos muchas restricciones, si se escribía era en secreto, si una pintaba era en un grupito chiquito, tampoco se podían hacer reuniones...

El fenómeno argentino de la crisis y la respuesta que ha tenido la gente expresándose en actividades artísticas me parece algo muy único.

Pasando a otro tema quisiera conocer algunos de tus proyectos para este año

Este año como Agregada cultural aquí vamos a conmemorar el Centenario de Neruda que se va a hacer en todas partes del mundo, por decreto presidencial. También se hará en la Feria del libro de Buenos Aires donde va a haber una maratón de lectura. Se va a invitar una serie de gente del mundo del arte, del mundo político y estamos viendo la posibilidad de que el Presidente Lagos también venga. También vamos a conmemorar el Día de Chile que es el 1 de Mayo- habrá una mesa redonda sobre Neruda con Antonio Skármeta y otros escritores. Y además de la Feria del libro se le hará un homenaje a Neruda en la Biblioteca Nacional y en la Universidad de La Plata, donde hay una cátedra de estudios chilenos cuyo titular es Enrique Foffani.
Con todo ese material queremos editar un libro en conjunto con la cátedra en la Universidad de la Plata.

Chile tiene el aura de ser un país de poetas más que de narradores.

Hay muchas poetas mujeres, el año pasado hicimos una presentación de varias poetas chilenas en el ICI – Instituto de Cooperación Iberoamericana- .Quisimos traer poetas mujeres para quebrar un poco esa tradición de que los poetas en Chile son hombres.

Sí, las recuerdo porque estuve ahí. Parecería que ahora hay una nueva generación de escritores en Chile que quieren cambiar y ser más narradores que poetas, como el ganador del Premio Biblioteca Breve que es un chileno.

Sí, además el Premio Planeta lo ganó Antonio Skármeta este año. Yo creo que hay una ebullición literaria muy grande en Chile, en las nuevas generaciones. Hay que destacar el gran cambio que significó la publicación de “Lumpérica” de Diamela Eltit. Creo que desde ese momento lo que es narrativa y poesía escrita por mujeres ha tenido un vuelco impresionante. Yo creo que eso nace después de la dictadura, también con el aporte de críticos como Nelly Richard. Hay un movimiento crítico muy fuerte en Chile que se consolida en la dictadura y eso ayuda a toda esta ebullición.

Tal vez entonces esté cambiando el aura de Chile, que pase de ser un país de poetas a ser un país de narradores. Y como en toda Latinoamérica los escritores siguen produciendo y produciendo...

La producción argentina es enorme, también el teatro que es impresionante la cantidad de obras que hay...

¿Cómo es el teatro en Chile?

En Chile yo diría que el teatro es el hermano menor del teatro en Argentina.

¿Por qué?

Yo creo que es un género que no está tan desarrollado como acá., aunque hay buenos autores teatrales como Galemiri. El teatro chileno está comenzando a agarrar vuelo. Aquí hay muchos dramaturgos, gente que ha venido de afuera también y que contribuyó a consolidar el género.

Y también el teatro cuando se empieza a escribir en Argentina nace de la épica gauchesca, el nacimiento del teatro argentino es la obra “Juan Moreira” de Eduardo Gutiérrez

Y además aquí hay mucho teatro joven.

En cuanto a la plástica en Chile ¿qué panorama ves actualmente?

Yo creo que es de alto nivel en cuanto a instalaciones, a fotografía, a la pintura la conozco un poco menos. Tengo la mejor opinión de los jóvenes artistas chilenos.

Por lo que he visto me parece que están muy movilizados.

Sí, están muy al día de lo que está ocurriendo afuera, muy insertos en la búsqueda estética.

¿Tienen apoyos del estado, subsidios?

Felizmente existe ahora un Ministerio de Cultura que se inauguró el año pasado. Es una gran esperanza y se está armando en todo nivel en Chile, en regiones también, es algo que no teníamos hasta ahora.

¿Cómo es tu vida en New York?

Tengo familia y amigos. Mi vida es la vida de una artista, además he trabajado como educadora y como artista, mi vida es muy intensa.

Tendrás todas las posibilidades que da Nueva York a una artista.

Sí, las posibilidades y las conexiones, tengo amigos, la mía es una vida muy intensa como la tengo aquí en Buenos Aires también.

¿Tu vida es muy intensa aquí?

Sí, con mucha intensidad de tipo cultural y además me encanta bailar tango, vals y milonga. Tú sabes que con el tango no hay términos medios, cuando te gusta es adicción.

¿Vas a bailar seguido?

Sí, dos o tres veces por semana, el tango es una maravilla. El tango también es algo que está muy arraigado en Chile, se sigue escuchando a Gardel, también se baila tango allá, el entusiasmo es el mismo. Pero el fenómeno no es sólo en Argentina y en Chile sino también en Nueva York. Y hasta producen revistas de tango. Son como las revistas de tango de aquí pero en inglés.

Para finalizar ¿cómo describirías tu experiencia en la Argentina?

Para mí esta experiencia argentina ha sido capital. Estoy enormemente agradecida de todas estas experiencias que me tenía reservada la Argentina.

© Araceli Otamendi - Archivos del Sur

martes, 15 de noviembre de 2011

Entrevista a Oscar Molek, fotógrafo, por Araceli Otamendi




Oscar Molek
muestra Bahía (c) Oscar Molek
muestra Bahía (c) Oscar Molek










(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Oscar Molek  (Vicente López, Pcia. de Buenos Aires, 1950) es fotógrafo, publicista, docente y divulgador de la fotografía . Recientemente inauguró su muestra de fotografías titulada Bahía en la Fundación Centro de Estudios Brasileños. Parte de esta muestra también estuvo en la Embajada de Eslovenia en Buenos Aires.


¿Cuándo empezás a dedicarte a la fotografía? ¿cómo fueron tus inicios?




Cuando enseño, siempre muestro una cámara (de caja tipo detective que se usaba en Nueva York ya en 1890 y que apareció en casa) e hice mis primeras experiencias ya a los 12 o 13 años.
Siempre que recuerdo, cargué con una cámara a donde iba, desde muy joven. Mi primer salario allá por los 15 años lo utilicé para comprarme una pequeña camarita compacta…..y luego pasé un tiempo de experiencia con una super 8 (empalmando películas) .
¿A tener una relación mas visceral con lo fotográfico?,  podría decir que a partir de los años 80 cuando viví en Eslovenia, por aquel entonces parte de Yugoslavia. Allí comencé a estudiar “ Etnología / Usos y costumbres de los pueblos". En la universidad conocí a Ales Gacnik, hoy gran amigo - y también gran etnólogo, que me enseño los primeros pasos del valor testimonial de la fotografía y la magia del laboratorio. Desde entonces mi relación con ella fue otra. Y creo que desde la investigación etnológica se reafirmó interiormente aquella identidad de lo propio (lo eslavo ) y la búsqueda y exploración de lo diferente en otras culturas que finalmente se plasma en lo fotográfico.

¿Por qué elegiste el paisaje de Bahía para las fotos de la  última muestra? ¿qué otros lugares fotografiaste?

La literatura y el cine fueron los acercamientos al continente de Latinoamérica, con Amalia (mi esposa y también artista visual) viajamos mucho en los años 70, desde México hacia el sur, América central, Perú, Bolivia, Chile, era un continente que estaba en ebullición y queríamos conocerlo desde distintas experiencias. Conocía el mundo bahiano por la literatura y la música, y recién en los años 90 el rumbo fue hacia Brasil y el mundo afro: siempre me atrajo lo diferente (mis orígenes culturales son eslavos con fuerte acento cultural centroeuropeo ) y ese es mi horizonte en lo fotográfico, al menos hasta ahora.


¿Qué tipo de cámara preferís, digital o analógica?

Depende que trabajo se haga, me gusta en el blanco y negro la película, quiero decir la analógica. Como las revelo yo mismo y comienzo a "buscar"  los resultados a partir de las copias que yo mismo realizo, lo entiendo como un proceso. Hasta ese momento es como un descubrimiento: durante un tiempo, desde sacar la foto hasta ver los resultados puede pasar un tiempo, y todo está guardado, sin verlo, latente, como misterioso esperando que lo descubramos.
Pero, en los últimos años trabajo también con cámara digital. Aquí no hay pausa ni misterio, todo es inmediato, ya sabés que lo que hiciste.
Las películas y copias son el contacto como poner la mano en la materia. Es otro proceso, temporal - existe la pausa - hasta diría espiritual.


¿Quiénes fueron tus maestros?


Mi aprendizaje fue de algún modo autodidacta, abordé la práctica fotográfica conociendo e indagando la obra de los grandes maestros: de Hebert List me encanta por ejemplo su estética refinada y la metáfora que plasmar mensajes.  La obra de Martin Chambi, Tina Modotti y Werner Bischof por otro lado me acercaron al terreno social y en otro sentido me asombré con los trabajos de Alexander Rotchensko o algunos otros (no tan conocidos) como Claudia Andujar o André Cypriano y nauralmente a Pierre Verger en Brasil, Jean Claude Vicky que hizo un trabajo increíble sobre los mineros de Bolivia. Previamente viviendo en Eslovenia entre 1983 y1987  descubrí a un reconocido maestro de allá, Stojan Kerbler quien quizás me marco una dirección en el sentido antropológico de lo fotográfico.
En Argentina fui descubriendo la obra de Alicia D´amico, Oscar Pintor, Juan Travnik, Eduardo Gil, y ahora redescubro la obra de Carlos Bosch, quien justamente esta exponiendo en Buenos Aires. Diferentes propuestas y estéticas fueron dejando en mí una marca de cómo observar la fotografía y admirando así  acercarme a la fotografia. Asistí a distintos talleres que me enseñaron mucho y bien, no he tenido en ellos un maestro guía digamos.

 ¿Cómo elegís los temas que vas a fotografiar?


Descubro y siento que mis imágenes son en sí, “microcosmos” , que encierran fragmentos de humanidades, de labores, de espacios y de tiempos.
Me interesan los seres anónimos y retazos de la vida cotidiana para hacerlos visibles en la fugacidad y la indiferencia en los tiempos que vivimos.
Fotografío lo que me moviliza, lo que me mueve interiormente, del mismo modo que me detengo sobre la obra de los autores mencionados. No tengo temas predeterminados y no fotografío mucho tampoco.

¿Podés contar algunas anécdotas de tu trabajo?


Dicen que detrás de cada foto hay una historia, y es así, entre muchas otras la experiencia, la que viví con el estibador de Bahía, de quien no recuerdo su nombre, lo observaba durante días cómo realizaba la carga de las bolsas de hielo, cada una de 30 kilos más o menos  y me parecía increíble ver eso continuamente. Pensé en sus antepasados, la llegada a este continente, sus sufrimientos, esa carga que no tenía dimensión humana;  un día decidí tomarle algunas fotografías: cuando me vio acercarme con la cámara se escapó, vaya a saber qué pensaba. Entonces lo seguí por un pequeño arbolado (no sabía donde me metía ) e intenté explicarle en mi castellano que es lo que quería. Nunca supe que me contestó porque estaba esquivo y parecía enojado, repentinamente se paró delante mío y posó con una suave sonrisa. Su cuerpo era una perfecta escultura griega de color morena, su cuerpo sudoroso reflejaba la intensidad de su trabajo que también forjaba su musculatura.
En su “ pose"  me hizo sentir que se sentía orgulloso de él….y naturalmente hoy el género femenino que ve la obra deja explícitos sus comentarios.
El círculo se cierra al verlo al verlo expuesto, y me trae el recuerdo de aquella toma, volví otra vez después de eso a Bahía, quise encontrarlo y entregarle la foto, nadie supo decirme qué era de la vida de ese muchacho.

(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur - todos los derechos reservados

Más sobre Oscar Molek:

Oskar Molek (Vicente López, Provincia de Buenos Aires, 1950) es publicista, docente, investigador y divulgador de la fotografía. Realizó estudios de etnología en la Universidad de Ljubljana, Eslovenia, donde residió entre 1982 y 1987. En esos años asistió a las conferencias sobre Historia del Arte Contemporáneo del Dr. Tomaz Brejc en la Academia de Arte de esa ciudad, y realizó también sus primeros estudios de fotografía con Ales Gacnik. Ya en la Argentina asistió a cursos y seminarios de perfeccionamiento en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, con Norberto Salerno, Raúl Ponce, Guillermo Mischkinis. Tomó también talleres con Héctor Cartier, Alejandra Niedermaier, Filiberto Mugnani y Maria Kuzmuk.
Sus fotografías han sido publicadas en catálogos y medios gráficos de Argentina y Eslovenia, y participó en numerosas muestras colectivas. Entre las últimas individuales se pueden citar: Huellas y semblanzas andinas (Complejo Cultural Cankarjev Dom. Ljubljana, Eslovenia, luego Museo José Hernández, Festival de la Luz, Buenos Aires, 2009); Bolivia, futuro del pasado (Museo Municipal de Arte Moderno Fernán Félix de Amador, Luján, Provincia de Buenos Aires, 2007); y Huellas y semblanzas andinas (Alianza Francesa, Buenos Aires, 2006). Participó además como fotógrafo de la muestra Viktor Sulcic. Architet. Homenaje en el Bicentenario (Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, 2010).

notas relacionadas:

http://revistaarchivosdelsur.blogspot.com/2011/11/muestra-de-oscar-molek-en-el-funceb.html

http://revistaarchivosdelsur.blogspot.com/2011/10/oscar-molek-presento-su-muestra-bahia.html






sábado, 15 de octubre de 2011

Entrevista a Julia Solomonoff y a Ana Berard- directora y codirectora de Biografía de un río


Bartomeu y Julia Solomonoff














(Buenos Aires)

A raíz del estreno de Biografía de un río por el canal Encuentro, presentada en el Centro Cultural de España en Buenos Aires, entrevisté a Julia Solomonoff y  a Ana Berard, directora y codirectora del film.
El primer capítulo de Biografía de un río nos presenta la Expedición fluvial Paraná ra'Anga, que remontó los ríos Paraná y Paraguay en marzo de 2010, desde Buenos Aires hasta Asunción, llevando a bordo una singular tripulación compuesta por artistas, intelectuales e investigadores científicos y sociales, argentinos, paraguayos y españoles.

Las crónicas del navegante alemán Ulrico Schmidl, autor de la primera crónica sobre el Río de la Plata, y la carta de Isabel Guevara introducen a los expedicionarios en la historia de la navegación del río, al tiempo que los enfrenta a la gran transformación que sufrirá el mayor humedal del planeta, una vez que se termine el proyecto de la hidrovía que vinculará el puerto de Asunción con el oceáno Atlántico.
Así empieza a contarse la biografía del Paraná, vía de comunicación, fuente de agua potable, de energía y alimento de más de 40 millones de personas.


Entrevista


Pregunta: -¿Cómo se organizó la filmación del documental? ¿tenían un plan o iban viendo cada día a quiénes registraban con la cámara? ¿lo pensaron como un diario de navegación?



Respuesta:- Teníamos dos unidades: una de tierra, a cargo de Ana Berard y una en el barco, a cargo mío (Julia Solomonoff)

Habíamos hecho durante 6 meses previos una investigación de contenidos y fijado temas y capítulos. La cámara de tierra tenia una agenda bastante ajustada de entrevistas con especialistas en distintos temas (ingenieros hidrólogos, biólogos, historiadores, geólogos) y testimonios de gente local en contacto con el rio (pescadores, alfareros, junqueros). La cámara del barco captaba los diálogos y debates que surgían espontáneamente en la expedición, entre gente de disciplinas muy diversas, que no están acostumbradas a dialogar entre sí, acerca de sus visiones o saberes en torno al rio… También tomaba entrevistas individuales, aprovechando los conocimientos de biólogos, historiadores, geógrafos a bordo y por supuesto, registraba el paisaje, el viaje, observaba el rio inmenso y sus costas cambiantes en amaneceres, atardeceres, tormentas…

P.-  ¿Cuáles fueron las mayores dificultades durante la expedición para hacer el documental?

R. - El comienzo fue tenso, porque Prefectura no liberaba al barco y los primeros 5 días era una expedición sin barco… decidimos que eso no formara parte de los documentales, porque de alguna manera, a la distancia, eso fue menor…los documentales son acerca del rio. La expedición es el marco, pero el protagonista es el rio.



P.- ¿La expedición Paraná Ra ´ Anga les deparó alguna sorpresa? ¿algo que no estaba en los planes de ustedes?

JS: Reconozco que maginaba una aventura a la Herzog: barco remontando el Paraná hasta el Paraguay, expedición, selva subtropical... Y tengo que admitir que me decepcioné un poco ante el confort del barco de tres pisos: salón comedor, aire acondicionado, microcine (en realidad era una disco/ karaoke que usamos para proyectar pelis y para los debates) y un menú muy rico que hizo que todos ganáramos varios kilos…

Esa decepcion inicial fue totalmente revertida ya en los primeros días: la verdadera aventura que encerraba este viaje era menos física y menos visible para la cámara. Si el descubrimiento era aprender a ver el rio desde perspectivas tan diferentes como la de un poeta, un ingeniero, un astrónomo, una bióloga; la revelación fue la lentitud: avanzar a paso humano por el rio, observar la inmensidad dia y noche, eterna, estar 5 dias sin pisar tierra (y sin señal de celular ni mails), perder la independencia de circular por una calle… todo eso nos puso en una especie de “estado de entrega” que es muy difícil de transmitir y que es cada vez mas difícil de experimentar en este mundo rápido e hiperconectado. Finalmente el viaje no fue la aventura física que yo esperaba. Fue metafísica.

AB: El viaje de la unidad de tierra fue algo diferente a la expedición, si bien la seguíamos y esperábamos, lo que nos deparaba el viaje estaba en las márgenes del Paraná y el Paraguay. Fue sorprendente, para mi, encontrar esa diversidad de cosmovisiones sobre el Rio. Es increíble la simpleza y la tranquilidad de la gente que convive con el rio sin querer intervenir o modificarlo; sino todo lo contrario: vivir bajo a concepción de que el rio no es estabilidad. Están las crecidas y las bajantes, y cada una demanda una adaptación en la forma de vivir. Pero me resulto aun mas sorprendente el respeto que demostraron frente a esta cosmovisión los que estudian el rio desde hace años. Esta idea de la convivencia de la investigación científica en encuentro con la experiencia de los habitantes posibilitan la creación de un saber conjunto, de una humanidad no dividida. Me hizo pensar que después de todo existen lugares y personas que buscan dejar de lado la hegemonía de la noción de progreso para valorar una forma de aprender cuyo objetivo no es demostrar una verdad, sino encontrarla.


P. -  Siempre se intentó hacer un cruce de disciplinas entre los integrantes de la expedición o ¿iban surgiendo temas a medida que hacían la navegación?

JS: Iban surgeindo temas inesperados. Pero la premisa era esa: reunir gente de diversas disciplinas científicas, de diversos saberes y experiencias y ver que significa por ejemplo el rio para un biólogo, que para un historiador, que para un economista o para un filósofo. La premisa era discutir sin un mapa demasiado marcado, para poder dar lugar a conexiones nuevas, inesperadas, reveladoras. Y sucedieron y fue un gran disparador de proyectos, debates, deseos.


P.-  El texto de Ulrico Schmidel les sirvió de punto de partida para elaborar un punto de vista histórico, ¿lo tenían en cuenta para la filmación?. La misma pregunta para la carta de Isabel de Guevara que se menciona. ¿Tomaron textos de algún otro escritor como guía?

R.- Leímos (y seguimos leyendo, porque seguimos editando) muchos textos distintos Desde Ulrico Schmidl a El rio sin orillas, de Saer. Desde Zama a textos de las misiones jesuíticas, tratados actuales sobre biodiversidad en el Pantanal, En el aura del sauce, de J. L. Ortiz. Los escritos de Darwin, Yo, el Supremo de Roa Bastos, Sudeste, de Haroldo Conti.

P.- ¿Desde el punto de vista de cada una de ustedes, qué es lo más importante de esta experiencia?


JS: El descubrir, por ejemplo que Buenos Aires y Asunción están unidas desde su nacimiento, que tienen un fuerte vínculo histórico que parece haber sido truncado sobre todo con la dictadura de Stroessner, que implicÓ 35 años de duro aislamiento. Recorrer el río desde perspectivas históricas, culturales, económicas, ecológicas nos permitió entender cuanto tenemos en común, empezar a pensarnos mas a nivel regional que nacional, entender algo tan simple como que el rio, que en algunos casos es frontera es, fundamentalmente, medio de comunicación, de contacto, de intercambio y por supuesto, fuente esencial de vida.



AB: Creo que lo más importante de esta experiencia es que pueda dar cuenta del enorme valor de los Ríos, que no refieren a una masa de agua dulce que corre de un lado a otro, sino a un complejo sistema de vida del que no somos ajenos ni dueños. Es poco lo que mucha de la gente que vive en la cuenca del Plata o cualquier cuerpo fluvial, por decirlo de alguna forma, conoce de su riqueza. Cuan poco predispuestos podemos estar para entender lo constitutivo que es para cualquier cultura su vinculo con el agua, y particularmente generoso el del agua dulce. Trato de pensar que el registro de este viaje pueda ayudar a entender el Rio y sus culturas, respetar sus formas, sus hallazgos y reconocer, tal vez, que la mirada centrada en el hombre es demasiado corta sino encuentra la humildad de reconocerse como parte.

(c)Araceli Otamendi  - todos los derechos reservados




martes, 27 de septiembre de 2011

Entrevista a Almandrade por Rodrigo Leão de Souza




(San Salvador de Bahía/Brasil)


El nombre Almandrade - en realidad el artista se llama Antonio Luiz M. Andrade - está asociado a una singular estrategia dentro de lo que se llama arte contemporáneo. El artista plástico, poeta y arquitecto ha producido una obra que se encamina hacia una estética minimalista, hacia una poética que se expresa utilizando un vocabulario mínimo, ya sea pictórico o linguístico. Almandrade es uno de los principales nombres de la poesía visual de Brasil de los años 70.
Según Nicolás Bernard, la ciudad de Bahía, en Brasil tiene sus supersticiones y sus sorpresas culturales, entre ellas Joao Gilberto y Glauber Rocha y por qué no, se pregunta, Almandrade. En definitiva, un artista que viene sorprendiendo desde hace treinta años con el rigor, la sutileza y la coherencia de trabajar con distintos soportes seguido por una tradición de un saber singular.



Para entender el origen y la esencia del concepto de "poesía visual", utilizamos la entrevista concedida por el poeta Antônio Luiz M. Andrade -ALMANDRADE - al periodista Rodrigo Leão de Souza. ALMANDRADE es el dueño de un estilo en el que el minimalismo es la guía de su estética,y trabaja en el poema como quien talla un diamante. Él es uno de los creadores del Grupo de Estudios de Lengua en Bahía, y la revista Semiótica Bahía editada en 1974. Responde a las preguntas con el conocimiento de un verdadero maestro, y parece estar enfadado por la negligencia con los trabajos del artista en una sociedad dominada por los medios de comunicación, por la moda, por lo que es fácil y desechable.

Periodista - ¿Por qué el poema corto es el paradigma de la poesía brasileña actual?

ALMANDRADE - No tengo suficiente información para afirmar que el poema corto es el paradigma de la poesía actual. En mi caso, el arte y la poesía me hicieron  usar un repertorio con pocos signos verbales o imágenes como herramientas de trabajo . Tengo como referencias: la vanguardia poética, el constructivismoy el arte conceptual. Más tarde me acerqué a las conferencias realizadas por Italo Calvino, que eran principalmente acerca de la ligereza "monumentos perdidos y pinturas en las paredes de los museos / cuevas modernas ".

Periodista:- ¿Qué hay en común entre los monumentos perdidos y pinturas en las paredes de la cueva? "¿Todo pasa, pero el tiempo? "¿"Círculos enganchados en los círculos"? ¿"continuo retorno"?

ALMANDRADE:-- La poesía es hacer con el lenguaje, un ejercicio que lleva el lenguaje a un límite, destruye el significado de todos los días. "... Tan lejos de lo posible, y no llegar "(Bataille). En mi poesía hay imágenes, a veces absurdas, contradictorias, relaciones extrañas ... sólo posibles en el lenguaje poético. El poeta es libre de transformar el orden y el sentido de las cosas. Pero podemos acercarnos más a la lógica de la rutina diaria, un problema para los lectores a resolver, que son cómplices de los significados de una obra poética. Como dice Borges: "El uno que lee mis palabras las está inventando ". - Por ejemplo: las cuevas y sus inscripciones visuales son los museos de los hombres primitivos. Las tiendas de los hombres modernos de sus imágenes visuales (artísticos)en los museos (las actuales cuevas). "Todo es íntimo, en el desorden / de los que sufren /.

Periodista: -¿No cree usted en el sufrimiento colectivo? ¿Cuándo se puede organizar el sufrimiento?

ALMANDRADE - La respuesta anterior también podría ser una respuesta a esta pregunta. El lenguaje poético no es un portavoz para el sufrimiento, el dolor o la risa, están presentes en la poesía, como símbolos elementos, que forman parte de la naturaleza humana, y los hombres proyectan sus sentimientos, su aflicción y su felicidad en lo que leen o mira la frase : "la razón / es un pensamiento / sin salida" / .

Periodista - ¿Cuáles son las salidas más allá de cartesiana?

ALMANDRADE - Esto podría ser una provocación. No sé si hay salidas, además de la risa. "Los límites de mi lenguaje son los límitesde mi mundo " (Wittgenstein). La poesía es una forma de pensamiento que no da respuestas, para las preguntas del pensamiento. Y la razón "... es sólo la imperfección de la inteligencia ", como dice Santo Tomás de Aquino.

Periodista - Usted fue uno de los creadores del Grupo Estudios de la Lengua en el que editó la revista llamada Semiotica Bahía en 1974.¿Cuáles son los caminos que abre Internet para el estudio de la semiótica?

ALMANDRADE - Estamos deslumbrados por Internet, como si fuera a resolver cualquier cosa o hacer que los hombres sean más inteligentes. La verdad es que es sólo significa una, que puede ponerse al servicio de cualquier área temática: la fabricación del contacto es más fácil, (esta entrevista, por ejemplo), el intercambio de información es más fácil, se pueden hacer investigaciones y publicar trabajos, pero no los producen.

Periodista - ¿Cuándo puede un objeto ser un poema? ¿Cuándo puede una sola palabra ser un  poema? ¿Cuáles son los límites de la poesía concreta y la poesía visual?

ALMANDRADE - La poesía, por ser diferente de la prosa en su forma escrita, siempre ha sido una declaración visual. La poesía concreta es el reconocimiento y la afirmación de la poesía también como arte visual, que el poema-proceso asumido en su radicalidad, en mi opinión, lo que provocó la ruptura entre el poema y la literatura. Cuando hago un poema visual, siento que estoy hablando con el arte gráfico de la literatura. Un objeto o una palabra asume la forma poética cuando se toma, incluida o se trasladó a un contexto poético, cuando se transforman ciertas emociones que tenemos en la poesía. Me recuerda a Valery.

Periodista - ¿Qué le ha pasado a Bahía que no tiene más artistas como Caetano o Gilberto Gil?  Desde que Caetano y Gil aparecieron, no hemos visto un artista como ellos proveniente de Bahía. ¿Es una crisis de Bahía o se trata de un problema brasileño?

ALMANDRADE - A mí me parece que es un problema internacional. En el caso de la música bahiana (o tal vez, la música brasileña), su mercado ha crecido, pero su calidad no ha mejorado. Somos parte de una civilización que tiene tiendas y comercios, un principio ético. Hoy en día, pensar eso es algo pasado de moda. Cuando la cantidad llega a ser más importante que la calidad, hay algo mal! ... ¿o se trata de pensar que está mal? ...Walter Benjamim dijo que el cine es el arte más grande.

Periodista - ¿Hay un arte más grande que el otro?

ALMANDRADE - Es necesario reflexionar acerca de la declaración de Benjamin en relación al lugar y momento en que fue concebida. (En el cenit de la revolución industrial). No hay un arte más grande que el otro. Las distintas cosas conocidas por una sociedad no vienen en pares, y son más importantes dentro de sus propias especificidades.

Periodista - ¿Cuál es el papel del escritor en la sociedad?

ALMANDRADE - El papel del escritor es escribir, para producir conocimiento y cuestionar su propia naturaleza, inventar otras relaciones con el mundo.Pero en una sociedad dominada por la cultura mediática, por la moda, con lo que es fácil y desechable, y que desprecia a la reflexión, el escritor, el poeta y el artista son personajes inútiles que pasan su tiempo en la recuperación de una especie de poesía y una forma de conocimiento que se han perdido o desdeñado. Al hacer esto, escritores, poetas y artistas pueden ayudar a los demás hombres a guardar sus recuerdos.

www.expoart.com.br/almandrade

Poesía visual:

ver nota en el blog de muestras/arte

http://revistaarchivosdelsur-muestrasarte.blogspot.com/2011/09/almandrade-poesia-visual.html

www.youtube.com/watch?v=aRfwMwvlAQk2 min - 29 ago. 2010 -

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jueves, 22 de septiembre de 2011

Entrevista a Vanina Muraro, artista y psicoanalista





(Buenos Aires)

Vanina Muraro (Buenos Aires, 1968) es artista plástica y psicoanalista. Ejerce la docencia en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Estudió dibujo y pintura con Carlos Gorriarena desde los 17 años. También ilustró libros y revistas y participó en muestras colectivas en el Centro Cultural Ricardo Rojas y en el Centro Cultural Borges. En el año 2001 realizó una exposición individual de dibujos en Liberarte, curada por Aníbal Cedrón.
Recientemente ha publicado el  libro Lunar perdido  que reúne dibujos suyos con prólogo de Germán Gárgano, editado por Paradiso.
La entrevisté para Archivos del Sur.



¿Cómo compaginás tu profesión de psicoanalista y docente  con el dibujo?

Trabajo como psicoanalista y como docente de la Facultad de Psicología hace ya 20 años, eso tiene sus días y sus horarios pero dibujar, dibujo todo el tiempo. No puedo evitarlo.

Por ejemplo, en las reuniones de cátedra ya se han acostumbrado a verme armada de mi libretita. Nos sentamos en ronda y se van turnando para sentarse frente a mí, las mujeres se sueltan el pelo y al final todos se acercan a mirar “cómo salieron”. Durante horas, entre charlas apasionadas dibujo: fragmentos de cuerpos, rostros, las tazas de café abandonadas sobre las mesas, las escrituras del pizarrón, las manos que acompañan con sus gestos las palabras.

El mes de octubre inauguro una muestra en Facultar, Centro de Cultura y Capacitación de APUBA que titulé “Reunidos” a partir de ese trabajo. Me parece que esa serie de dibujos sería lo que mejor responde a tu pregunta.

En tus dibujos se pueden apreciar observaciones de personajes y de la vida cotidiana. ¿Observás mucho antes de dibujar?

Observo mucho, todo el tiempo, soy una gran mirona. Tengo épocas en las que el dibujo se vuelve más naturalista y otras en las que prescindo del modelo. Cuando uno mira muchas veces y en detalle alguna cosa, empieza al descubrir algo que siempre estuvo ahí sin ser visto y después de repetir algún motivo, cualquiera sea, aunque parezca muy complejo, como podría ser un rostro, va perdiendo el respeto por la mimesis y lo puede contar con su propio lenguaje. Ése es el mejor momento.

En los personajes femeninos de tus dibujos se advierten escenas de madres con chicos, de mujeres pensantes, y también personajes con mascotas, por ejemplo. ¿Cuánto hay de vos en ellos?

Mucho. En mi caso el arte, más o menos explícitamente, siempre fue autobiográfico; sin que pudiera impedirlo siempre contó algo de lo que estaba transitando. Ser madre es la experiencia más intensa que he tenido y convivo diariamente con eso.

¿Cómo fue tu experiencia teniendo como maestro a  Carlos Gorriarena?

Fue una experiencia reveladora, empecé a ir a su taller cuando era una adolescente y
fue una experiencia única. Gorri nos enseñaba a mirar mientras aprendíamos a pintar. Eran noches atemporales, los encuentros en el taller. De pronto uno creía haber encontrado una pista, creía saber por dónde iba, cómo era y también se enojaba con su propia mano al perder la ruta para abruptamente volver a encontrarla. Noches radiantes de compartir el nacimiento a la pintura de algún compañero. Noches donde el recién nacido con júbilo y sorpresa era uno mismo,

Después cenábamos todos juntos y venían las recomendaciones, ir a ver tal o cual muestra, los descubrimientos, las huellas.

Se trataba de atravesar el impacto de una lectura sobre algo tan íntimo, algo que excluye al lenguaje: el pintor ponía a la vista lo que había hecho y se sentaba desnudo, en silencio a esperar las palabras de sus compañeros y del maestro. El cuadro ya no era de nadie sino de todos y cada uno de los presentes. Una experiencia de despojo y apropiación. Algunos se enojaban, otros quedaban frustrados y otros se iban felices, pero todos salíamos con los ojos poblados de imágenes a seguir pintando.

¿Empezaste a dibujar porque lo veías a tu padre dibujando?

Supongo que sí, era una escena cotidiana en mi casa. En algún momento del día, en general cuando se estaba terminando, mi padre dibujaba o pintaba. Yo me sentaba al lado y le pedía que me enseñase pero él me decía que no había nada para enseñar, que tenía que aprender dibujando. Me acuerdo que eso me daba muchísima rabia porque veía el contraste entre sus dibujos y los míos. Me parecía imposible que no pudiera darme algún truco, me frustraba.

A veces, el miraba mi hoja y me decía alguna cosa. Algo del estilo a: “Este te salió mejor” o “Seguí intentando, no rompas la hoja” y eso era todo. Y de algún modo inexplicable, ese método sirvió para que continuara dibujando.

¿Cuál es tu opinión acerca de lo que significa el arte, dibujar, escribir, esculpir, interpretar un instrumento, en la vida de las personas?

No lo sé, debe ser muy personal. Quizás te puedo responder lo que significa para mí. Eso depende mucho del momento que estoy viviendo. A veces es un refugio, donde volver a encontrarme, otras veces cuando estoy muy feliz dibujo en lugar de pegar saltos de alegría, también cuando estoy triste o cuando me duele el cuerpo es una manera de objetivar el dolor, de transformarlo en líneas. En todo caso es siempre un testigo de lo que va pasando y eso me permite volver a mí huella, reconocer dónde estuve, quién era.

¿Qué cosas te inspiran para dibujar y pintar?

Todo aquello que me conmueve y me conmueven muchísimas cosas. Cuando fui madre, por ejemplo, no pude evitar trazar una y otra vez la sensación de potencia que me producía el embarazo, la bestialidad del parto o la sensualidad que encierra el acto de amamantar. Pero aun más sutilmente aparecen en mis dibujos objetos con los que convivo cotidianamente: una lámpara, una lapicera, una taza.

Me encuentro similar al personaje del relato de Calvino, “La aventura de un fotógrafo” que dice con respecto a la fotografía: “-Porque una vez que has empezado -predicaba-, no hay razón alguna para detenerse. El paso entre la realidad que ha de ser fotografiada porque nos parece bella y la realidad que nos parece bella porque ha sido fotografiada, es brevísimo. Si fotografías a Pierluca mientras levanta un castillo de arena, no hay razón para no fotografiarlo mientras llora porque el castillo se ha desmoronado, y después mientras la niñera lo consuela mostrándole una concha en el medio de la arena”.

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nota en el blog de muestras/arte:
http://revistaarchivosdelsur-muestrasarte.blogspot.com/2011/09/libros-lunar-perdido-vanina-muraro.html


(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur - Todos los derechos reservados

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Entrevista a Nilda Fernández



(Buenos Aires) Araceli Otamendi




El prestigioso cantautor barcelonés radicado en Francia Nilda Fernández cantará en Buenos Aires el 15 y el 18 de septiembre en la Sala Siranush, ubicada en el barrio de Palermo.

Además de componer y cantar, Nilda Fernández también escribe. Su primera novela en francés se titula

"Çarepartpour un soliloque".

Nilda Fernández ha viajado por diversos países realizando giras y también ha vivido en Quebec, Canadá, en una reserva con indígenas nativos interesándose por su cultura. Antes de radicarse en Francia donde vive actualmente, estuvo viviendo en Moscú durante cinco años.

Nilda Fernández habla español, tiene una voz melodiosa, suave cuando habla y cuenta su vida, sus experiencias, su arte.



Lo entrevisté para Archivos del Sur.





- ¿Cómo fue su contacto con los pueblos originarios del Canadá?



- Como siempre llegué ahí por casualidad. Había estado muchas veces en Quebec, en Montreal, en Ottawa. En un momento decidí conocer el país, tomé un auto y llegué hasta el norte de Quebec. Ahí había un festival y me presenté en una reserva donde viven integrantes de los pueblos autóctonos. Quise pasar unos días con ellos. Había un festival de música en lenguas autóctonas y yo viví ahí varios días, estaba encantado. Habían venido familias desde todo Canadá.



-¿Cómo era la vida ahí en la reserva?



- Las personas del lugar vivían en casas pero los que venían al festival no, vivían según sus costumbres. Estuve muchos días hablando con ellos. Había una mujer que contaba cuentos tradicionales de las comunidades indígenas. Y yo así tuve esa revelación, ese conocimiento de estos pueblos. Fue un sentimiento muy noble y a la vez me dio mucha tristeza.



¿Por qué?



Porque creo que es algo heredado lo que viven ellos. Los quebequenses, han perdido sus tradiciones, están en un paro muy grande, bastante alcoholizados. Ellos no tienen hostilidad, te reciben muy bien pero hay cierto reparo con las personas que llegan de afuera.

Me di cuenta que la historia de la inmigración en América, la de la colonización y la de estos pueblos originarios, esto que veía en esta reserva no sé qué salida puede tener.


Pasando a otro tema, ¿dónde vive ahora?



Ahora vivo en París. En 2006 volví a Francia después de vivir cinco años en Moscú. Fue algo casual, estaba en Rusia, vivía ahí en un departamento donde me sentía muy a gusto pero la propietaria del departamento me dijo que quería venderlo. Entonces me dije estoy bien aquí en esta casa pero si me tengo que ir me voy a vivir a París y me fuí.



¿Por qué se quedó viviendo cinco años en Moscú?



Fuí a Rusia por casualidad, me invitó una amiga rusa para conocer Moscú. Un cantante ruso oyó que yo estaba ahí y dijo tenemos que escribir algo juntos. Ellos escribieron una canción, la escribieron pensando en lo que se imaginan como el "romance francés" o la canción romántica francesa, y después me pidieron que yo escribiera una parte.



¿Usted escribió también una novela?



Sí, una novela sobre un personaje que es una mujer, la escribí en primera persona. Escribí también un segundo libro, los años pasados en Rusia y en Cuba.



¿Cómo fue su actuación en Cuba?



En Cuba organicé una función circense con un tema, en la carpa que ellos tienen en La Habana. Lo hice con el apoyo del Ministerio de Cultura cubano, con artistas cubanos.



¿Cómo fue la idea de hacer esta función de circo?



Yo conocía una coreógrafa, Isabel Bustos, nos hicimos amigos y el Ministerio de Cultura le pidió montar algún espectáculo y entonces hice este espectáculo en el circo que ya forma parte de su repertorio.





¿Qué es lo que lo inspira para escribir canciones?



La música me inspira. Pocas veces yo he dicho voy a escribir una canción sobre un tema. Más de una vez agarro una guitarra y lo que sale es lo que tengo ganas de decir.


¿Qué artistas lo han inspirado?



Los grandes de la canción francesa, Edith Piaf por ejemplo.



Usted cantó con Mercedes Sosa



Sí, con Mercedes y también con Pedro Aznar.



¿Qué es lo que va a hacer después de cantar en Buenos Aires?



Voy a volver a París, saldrá un disco que acabo de terminar. El disco tiene tres canciones en español. Es un disco con música de rock, un poco ruidoso. Hay que hacer ruido para que a uno lo escuchen.

(c) Araceli Otamendi - Todos los derechos reservados
 
 
Nilda Fernández - Biografía breve

DE BARCELONA A MADRID

Nilda Fernández nació en Barcelona en 1957. Su familia, protestante de Andalucía, decidió mudarse al sur de Francia cuando él tenía 6 años. El padre, escultor de profesión, alentó el interés de su hijo para la música.Nilda Fernández comenzó a viajar en solitario con su guitarra, tocando en bares, clubes y otros lugares pequeños por toda Francia. En 1987, grabó un single titulado "Madrid, Madrid" que llegó a ser un gran éxito entre los amantes de la música y entre la crítica. La voz distintiva - aguda, trémula y casi con frágil caja de resonancia - estaba destinada a convertirse en una estrella de la noche. Miguel Bosé incluyó este tema en su repertorio.En 1991 regresó al estudio para grabar "Nilda Fernández" álbum que los críticos elogiaron como un triunfo.

Sin embargo, fue en el escenario que Nilda Fernández entró realmente en lo suyo.. En abril de 1993, triunfó en Olympia (la reconocida mundialmente sala de conciertos de París).



DE PARIS A BUENOS AIRES

En junio de 1994, Nilda Fernández llegó a la Argentina para una serie de conciertos en Buenos Aires. El resultado fue un enorme éxito sobre todo cuando compartió el escenario con la legendaria diva argentina Mercedes Sosa.En 1995 Nilda Fernández partió de nuevo al norte de Quebec, interesándose mucho en la cultura indígena de la región y permaneciendo en una aldea local entre los indios nativos de Quebec. Luego publicó su primera novela en francés "Çarepartpour un soliloque" En 1996 graba en N. York su tercer álbum "Innu Nikamu" (que en el dialecto de los indios del norte de Quebec significa "El ser humano canta") asociado con el pianista de jazz latino, Michel Camilo.

Poco después del lanzamiento de "Innu Nikamu", parte en carromatos para realizar una serie de conciertos a pequeña escala y recorre más de mil kilómetros al paso de los caballos. El 13 de octubre terminó en la capital francesa con una memorable actuación en el Théâtre de la Renaissance y en el Casino de París. Graba en español su último disco rebautizado ""Niña bonita" lanzado en los EE.UU., México, Argentina y España. Volvió a la Argentina para realizar una gira y presentar a dúo con Mercedes Sosa su propia canción “Monamour” que la Negra incluyó en su disco “Gestos de amor”.



DE MOSCÚ A LA HABANA

A principios de 2001, Nilda Fernández realiza presentaciones en Rusia y el reconocido cantante ruso, Boris Moïsseev le invitó a cantar dos canciones a dúo con él, los cuales se convirtieron en éxitos. Durante cinco años, vivió en Moscú donde aprendió ruso y dio conciertos en todo el país así como en Ucrania, Países baltos, Turkmenistán e Israel.En 2006, a petición del Ministerio Cubano de Cultura, escribió y dirigió un programa llamado "Las Noticias del Mundo", con treinta artistas de circo y bailarines. A continuación, hizo una gira por Rusia, Francia y Canadá con el pianista cubano Aldo López Gavilán.



GARCÍA LORCA

A lo largo de toda su carrera, Nilda Fernández fue fascinado por la obra de Federico García Lorca. No sólo su obra le inspiró, sino también su vida. Con esta fascinación es que grabo un álbum homenaje lanzado en el 99, "Castelar 704" (el número de habitación del hotel durante la estancia de Lorca en Buenos Aires entre octubre 1933 y marzo de 1934) es una colección de poesía de Lorca con música de Nilda Fernández y acompañada con la percusión de Mino Cinelú y las guitarras de Tomatito y Lucho González.





http://www.nildafernandez.com/

jueves, 1 de septiembre de 2011

Entrevista a Catalina Raybaud por Araceli Otamendi


(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Catalina Raybaud es compositora y cantante.
Nació en Buenos Aires en 1985. Desde niña siente fascinación por la música. A los 7 años tuvo su primer contacto con la guitarra y desde entonces es su fiel compañera. Comenzó a tocar en vivo hace diez años, con diversos grupos y formaciones como cantante y guitarrista.
Sus comienzos como compositora, a mediados de 2009 fueron acompañando diversos momentos y cambios en su vida.
Una vez finalizada su obra, convocó a músicos para formar su grupo y tocar en vivo.
Ha lanzado esta semana en un show su primer disco Detrás de lo que vieran. La entrevisté para Archivos del Sur

. ¿Cuándo empezaste a cantar? ¿En qué momento te diste cuenta que podías hacerlo profesionalmente?



Desde que tengo recuerdo que me gusta cantar y solía hacerlo en casa encima de distintos discos, luego a los 8 años comencé a tocar la guitarra mirando a mi tío y con un par de acordes que me enseñó mi madre y fue ahí donde comencé a cantar acompañada de mi instrumento, la guitarra. A los 15 años comencé a cantar en distintos lugares, el primero fue Club Pachá donde hacíamos un show con una banda fija y un grupo de cantantes, ahí supe que era eso lo que quería para mi vida.



¿Qué artistas te inspiraron? ¿empezaste con qué canciones?



Años atrás, cuando comencé a cantar en vivo, solía hacer temas de Fabiana Cantilo, Hilda Lizarazu y otros varios del rock nacional, luego empecé a incorporar temas melódicos en inglés del estilo de Eva Cassidy, Alanis, The Beatles, standars de jazz y bossa nova.

En relación a mi disco me inspiraron artistas como Jorge Drexler, Lisa Loeb, Kevin Johansen, Alanis Morrissette, entre otros.



¿También componés? ¿qué es lo que te inspira para cantar, para componer?



Compongo, mi disco está formado por 13 temas únicamente de mi autoría. Lo que me inspira para componer es la vida en general, el amor en todos sus ámbitos, pareja, amistad, cotidianeidad, etc.



Contame cuál es tu música favorito, cuáles son las estrellas de la música que te han guiado en tu carrrera


Me gusta mucho Jorge Drexler, me siento identificada con su música y su modo, me gusta mucho también Kevin Johansen, me siento identificada con su diversidad de géneros a la hora de componer y también me gusta mucho Lisa Loeb y Alanis Mosirressette con quienes me siento identificada con la formación de banda que tienen y la sonoridad.



¿De niña ya tocabas la guitarra? ¿en tu casa tocaban algún instrumento?


En casa mamá toca la guitarra y canta, más allá de su profesión de psicóloga y mi tío, quien venía todos los fines de semana, toca la guitarra y el piano, más allá de su profesión de contador y lo hacían cotidianamente, por lo que siempre estuve rodeada de música.



¿Dentro de la música argentina quiénes son tus preferidos?


Jorge Drexler, Kevin Johansen, Carlos (el negro) Aguirre, entre otros



¿Cuáles son tus próximos planes?



Seguir difundiendo mi primer disco solista "Detrás de lo que vieran", seguir tocando en vivo superándonos cada show y trabajar mucho para en algún momento poder grabar un segundo disco, para el cual ya tengo varios temas nuevos.



http://www.cataraybaud.com.ar/

www.myspace.com/cataraybaud

(c) Araceli Otamendi- Archivos del Sur - Todos los derechos reservados




miércoles, 24 de agosto de 2011

Entrevista a Raúl Etchelet por Araceli Otamendi












Amelia Bence (c) Aldo Sessa

(Buenos Aires)

Raúl Etchelet es autor del libro "La niña del umbral"´, libro biográfico, de memorias de la actriz argentina Amelia Bence editado recientemente por Corregidor.
Cuando leí el libro, ví las fotografías de la actriz y de las películas donde trabajó decidí entrevistarlo.
Amelia Bence empezó en el teatro a los cinco años, donde la dirigió Alfonsina Storni, que había escrito una obra para niños. Años después Amelia Bence interpretaría a la poetisa en una película.
La trayectoria de la actriz recorre gran parte de la historia del cine nacional, trabajó en La guerra gaucha, un hito del cine argentino, también en numerosas obras de teatro, realizó giras, viajó por el mundo, tuvo grandes amores.
Raúl Etchelet es argentino, nacido en Maipú (Provincia de Buenos Aires); autor, director, realizador audiovisual y un apasionado del mundo del cine. Tiene en carpeta una película sobre la vida de Amelia Bence y otra sobre Alberto Vacarezza, tal como lo hiciera hace años con Niní Marshall en “La película de Niní”(reconocida en el 20ë Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana 2005, entre otros).














Entrevista


¿Cómo definirías la manera de actuar de Amelia Bence? ¿una actriz más bien intelectual?



¿controlada en la escena, no temperamental?





Cuando irrumpió Amelia Bence, se decía que ella y José Gola eran dos actores de cine, una nueva manera de actuar pensando en que tu rostro se vería en una pantalla de siete por cinco. Los actores de entonces venían del teatro y la radio, dos medios que nada tenían que ver con el cine y había que aprender a actuar. Creo que Amelia descubre eso naturalmente y podemos agregar que supo aprender de todos los directores, era disciplinada y eso fue muy bueno para su carrera.



¿Por qué elegiste a Amelia Bence para este libro? ¿qué representa Amelia para el cine nacional?



La situación se dio sola. Yo estaba haciendo una investigación sobre Niní Marshall, que luego devino en Niní Marshall: La Biografía y en el documental La película de Niní, luego de algunos encuentros nació la idea de comenzar a trabajar en su autobiografía, después vinieron mas de dos años de investigación y encuentros. Es impresionante lo que ha trabajado Amelia, eso llevó mucho tiempo. Hoy es una cronología precisa de toda su carrera que cierra el libro y que nadie tenía. Creo que los periodistas o historiadores lo agradecerán. Amelia pertenece a una época irrepetible donde los estudios producían y los guionistas escribían para una estrella. Y la estrella cumplía llenando los cines. De todas maneras me parece que ella es solo una actriz, no una diva, cuando debió marcharse a buscar trabajo haciendo teatro por toda Argentina y por Latinoamérica no le pesó, todo lo contrario.


 Dentro de su trayectoria ella trabajó en muchísimas películas y obras de teatro, personificó a Alfonsina Storni, trabajó en La guerra gaucha, en comedias ligeras, en dramas, ¿Pensás que ella es una actriz muy dúctil? ¿o que a veces se vio obligada a representar tan diversos papeles para tener trabajo?



Si contamos  que hizo casi 50 películas, y que trabajó en dos de las que se consideran las 10 mejores películas del cine argentino, hasta la década del 70 más o menos, como La vuelta al nido y La guerra gaucha, Amelia no hizo nada que no quisiera. Hay comedias que tuvieron un gran éxito, aquí y en España, que sin embargo no parecían ser hechas para ella y no son menores que sus actuaciones en obras clásicas.



En cuanto a dos grandes amores que tuvo Amelia, tanto Alberto Closas con quien se casó y que ya era un actor conocido en Europa cuando vino a la Argentina y que luego se volvió a ir a España, y al escritor José María Fernández Unsain, ¿pensás que la relación que tuvieron con Amelia fue fundamental para ellos en sus carreras? ¿estar al lado de ella les hizo aumentar su fama, su prestigio?

Closas llegó al cine donde Amelia era estrella y Amelia volvió al teatro donde Closas era estrella. Ambos aprovecharon al máximo los años de exposición como pareja, llegaron a tener un elenco propio y a encabezar varias películas. La gente los recuerda juntos. Cuando muchos años después Barney Finn los juntó en Cartas de Amor, fueron un éxito. En cuanto a Fernandez Usain, él era un escritor en ascenso y sin duda escribir para ella fue una gran fortuna, juntos recorrieron Argentina y Chile en interminables giras y él nunca dejó de escribir y adaptar para la companía.


¿Fue fácil acercarse, trabajar con Amelia para escribir este libro? o te costó mucho que ella se abriera y contara, ya que dice en el libro que es muy reservada.


Costó mucho. Fueron más de dos años. Una cosa es decir voy a contar mi vida y otra hacerlo. Comenzar a desarmar los recuerdos y dejar que se cuenten solos, no es fácil, es decir dejar de lado la versión que nos hemos hecho de nuestra vida y empezar a mirarla con otros ojos para que la conozca otro es todo un proceso que lleva tiempo, en el caso de Amelia mucho más. Es reservada, muy reservada y pertenece a una generación donde la exposición de los temas intimos no estaba en juego, directamente no se decía nada y la prensa no publicaba nada o solo hacía alguna mención. El mayor logro del libro es que logra bajar todas las barreras y que Amelia cuente su vida como si estuviera en el living de su casa con un amigo, recordando sin apuro y frases hechas. Eso se logró releyendo y reescribiendo cada capítulo, sin miedo a contradicciones, descubriendo broncas y dolores pasados, alegrías y nostalgias.


Amelia Bence buscaba producir sus propias obras, montó un pequeño teatro en las Galerías Santa Fe, ¿fue en esto de autoproducir sus espectáculos una pionera?



Esa no fue la primera vez que armaba su propia companía, ya lo había hecho con Closas y con Fernández Unsain y corriendo con todos los riesgos. Evidentemente la gente de teatro es la única manera que conoce de ganarse la vida y así lo hacia, había que generar una obra y conseguir sala para poder trabajar, muy pocas veces se quedó sentada esperando un llamado. En aquella época de los 60 estaban comenzando a arriesgarse algunos actores y productores a lugares poco convencionales como sótanos y altillos y ella fue una de las primeras. La obra de Aristófanes que estrenó en ese momento generó un escándalo, muy de la época.


¿Qué destacarías más de la trayectoria y de la vida de Amelia Bence?


Que fue una actriz que trabajó para vivir y ganarse un lugar. Que supo aprender, que no se quedó sentada pensando que su rostro valía la carrera, que tuvo muy en claro lo que quería desde muy chica. Creo que el final de libro lo refleja claramente.



 ¿A qué otra gran actriz o estrella del cine argentino te gustaría entrevistar para escribir un libro?



Por ahora estoy abocado a la pre-producción del documental sobre Amelia y sobre Alberto Vacarezza y estoy comenzando una investigación muy interesante que aún no sé donde me llevará.


 ¿Qué tipo de investigación te llevó hacer para escribir este libro?



La base de La niña del umbral-Amelia Bence-Memorias es un gran trabajo bien preparado cronológicamente, con recortes, datos de bibliotecas y archivos personales, que sirvieron de base a los recuerdos que Amelia tenía de determinadas situaciones y momentos. Igualmente a medida que trabajo voy recorriendo día por día diarios y revistas y crónicas y relatos de la época para que además de saber que pasó entienda donde y porque pasó. Tener en claro como eran las costumbres y la vida social del país es la base para poder contar la historia personal, y a través de una historia personal sin quererlo terminas contando la historia de una parte de una generación, que se suma a la historia social y todo va encadenado. En síntesis nadie vive en Marte, la investigación se basa en contar el día a día del personaje.
 
(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur - Todos los derechos reservados
 
 

imágenes: gentileza de Raúl Etchelet

miércoles, 10 de agosto de 2011

Entrevista a Silvia Jofre Iacopetti por Araceli Otamendi



(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Silvia Jofre Iacopetti es argentina y fue una de las integrantes del primer grupo “Las Primas”, grupo que revolucionó todo a fines de los 80 con “Saca la mano Antonio”. En 1990 se fue a vivir a España, donde realizó diversos trabajos como actriz para Telecinco y TVE y se convirtió en una pintora de culto.


Este año también estrena su otra película, “No habrá paz para los malvados” del director español Enrique Urbizu, con el protagónico de José Coronado. Y el próximo 22 de septiembre, se la podrá ver en una de las películas más esperadas del año, como “La piel que habito” film dirigido por Pedro Almodóvar donde trabaja Antonio Banderas.

La entrevisté para Archivos del Sur.


¿Cómo fueron tus inicios en la música? ¿Tu familia se dedicaba a la música o a algún arte?


Estaba estudiando Arte dramático con Lito Cruz, y haciendo mis pinitos en publicidad, también participé en una telenovela, Valeria, cuando me enteré que buscaban chicas para Los Angeles de Smith. Hice un casting con Francis y Sandra y comencé a formar parte del grupo. Sólo estuve unos meses… luego llegaron Las primas.

No, ningún miembro de mi familia se dedica de forma profesional a ninguna faceta artística. A mi madre le encanta pintar, pero sólo lo hace como hobbie….





¿Podrias contar alguna anécdota de tu infancia que esté relacionada con tu vocación artistica?



¡Soñaba con ser artista!... Desde muy pequeña me ponía enfrente del televisor y bailaba, imitaba todo lo que veía…. Como muchos niños suelen hacer. También jugaba a ser cantante. Tenía una hamaca roja que adoraba, estaba todo el día en ella… Y allí solía jugar a que estaba en un tipo de Festival, tipo San Remo, Viña del Mar.. asi que hacía de presentadora y de cantante… y cantaba en todos los idiomas!.. jajaja.. Eso creía yo… y me cambiaba la ropa y los complementos.. con sombrero, sin sombrero, con el pelo recogido.. Ahora que lo recuerdo me da tanta ternura…



¿Por qué dejaste de actuar en Las primas? Como empezaste a actuar? ¿Cuáles son los
mejores momentos de tu carrera artística?

Dejé Las primas porque dejé de sentirme a gusto. Entró una nueva compañera que rompió toda la armonía que había.. Siempre tiene que haber una manzana podrida ¿verdad?.. Lo pasé muy mal, pero con el transcurrir de los años se lo agradezco, porque gracias a eso vino todo lo demás, que ha sido muy enriquecedor.

Como te comentaba hice mi primera actuación en Buenos Aires en esa telenovela, y lo retomé en el 2007 en Madrid.

Los mejores momentos sin lugar a duda son con Las primas y en La piel que habito. Eramos el grupo de moda, muy queridas… trabajaba, viajaba y me lo pasaba muy bien con las chicas… Fue una época muy divertida y de gran aprendizaje, porque el ritmo era vertiginoso.

Y la película de Almodóvar me produce una gran satisfacción en todos los niveles. ¡Es un pequeño paso de la mano de dos Grandes!...



¿Cuál fue el motivo de tu ida a España? ¿Cuáles fueron las oportunidades laborales que has tenido?



Me enamoré de un chico y lo dejé todo. Me acababan de elegir para actuar en una coproducción argentino-mexicana, estaba feliz por eso, era lo que había estado buscando.. Una semana más tarde tuve ese flechazo y un mes después estaba en Madrid…

Tuve que dejar la actuación porque había muy pocas posibilidades de dedicarse a ello. Las televisiones privadas acababan de empezar y sólo había películas y concursos…


También te dedicaste a la pintura, ¿tomaste clases de pintura o sos autodidacta? ¿La pintura es para vos además de un arte un medio de vida?



Si, efectivamente… Me presentaron a un pintor que vió mi facilidad para el dibujo, y comencé a tomar clases de retrato con él. Tambíén asistí a clases en el Círculo de Bellas Artes… ¡y comencé a pintar!... Me sentí totalmente identificada con la profesión de retratista y me encantaba porque me daba libertad de movimiento. Podía viajar y trabajar a la vez…

Estuve exponiendo también mis retratos en una Feria Anual que se llama El Rastrillo durante muchos años, el año pasado estuve también. Es una Feria con fines benéficos cuya presidenta es la hermana del Rey Don Juan Carlos, la Infanta Doña Pilar. Todos los puestos son atendidos por aristócratas… Es un reclamo para el público, ya que son atendidos por ellas… Te puede servir un café una marquesa, o comprar un jersey en el stand de una baronesa…



¿Cómo es filmar en España? ¿trabajaste también en teatro?


En teatro no… no surgió ninguna posibilidad, pero nunca se sabe…

No sé como será filmar en otros países, porque mi experiencia es muy breve, y las dos veces fue aquí en España.

Estaba fascinada y muy emocionada… He visto mucha organización, y mucha experiencia. Estaba atenta a cada gesto, cada movimiento, para aprender, para que quedara grabada en mi memoria como un sello…



¿Cómo es que llegas a filmar con Pedro Almodóvar? ¿Podrías contar algo de esta experiencia y de
tu personaje en la nueva película La piel que habito?





Filmar con Pedro es como sacarse la lotería. Se siente la emoción y felicidad de cada una de las personas que allí están, ya sean actores, o gente del equipo…

Una agencia envió mis fotos a El Deseo, y quedé seleccionada. Sólo conseguí ir a hacer una figuración especial… ¡Fui tan contenta al rodaje! Hacía años que soñaba con ese momento. Estar allí, vivirlo en primera persona.. disfrutarlo… Eso ya era suficiente para mi.. pero para mi mayor sorpresa Pedro cambió la escena y me dió la oportunidad de actuar junto a Antonio Banderas. ¡Menudo debut!.. Me siento una privilegiada… y le estaré toda la vida agradecida a Pedro por haberme dado esta oportunidad.

La escena transcurre en el cementerio, estamos en un funeral y yo le doy el pésame a Antonio… Es algo muy pequeño, pero que al repetirse durante 5 horas me permitió descubrir que Antonio además de guapo y un gran profesional, es una bellísima persona, muy sencillo al igual que Pedro…


(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur - Todos los derechos reservados




martes, 9 de agosto de 2011

Entrevista a Cristina Loza por Araceli Otamendi

Cristina Loza - (c) Marco Cabral


(Buenos Aires) Araceli Otamendi



Cristina Loza nació y reside en Córdoba. Es egresada de la Universidad Nacional de Córdoba y actualmente coordina talleres de escritura dirigidos a quienes necesitan sobreponerse a traumas y dolores emocionales. Su primera novela Malasangre (2002; Emecé, 2008) recibió críticas auspiciosas. Luego publicó El revés de las lágrimas (Emecé, 2007) y La hora del lobo (Emecé, 2008) que obtuvieron gran éxito de crítica y público. Su  última novela  es El oso de Karantania publicado por Emecé. Cristina Loza tiene tres hijos y tres nietas. La entrevisté para Archivos del Sur en un hotel en Buenos Aires, cuando vino a esta ciudad para presentar su último libro.



 

Pregunta: -¿Cómo fueron tus inicios en la escritura?



Respuesta: - A mi me gustó escribir siempre. Soy fisiatra, por lo tanto vengo de la medicina. En un
momento dado de mi vida, cuando entré en una depresión muy profunda, una de las cosas que me decían era que fuera a un taller literario. Entonces fuí, lo hice obligándome a ir y ahí empecé a escribir.



Pregunta: - ¿Qué era lo que escribías al principio?



Respuesta:- La consigna era tomar la voz de un niño. De ahí salió un personaje de una de mis novelas. Yo les leía a mis compañeros del taller, como si fuera un folletín y ahí me di cuenta que tenía una novela.



Pregunta: - ¿Eso te ayudó a superar la depresión?



Respuesta:- Sí, me dije no me voy a deprimir. Escribir me levantó absolutamente. La escritura siempre fue para mi un refugio. Pienso que tanto para el lector como para el autor la literatura puede ser un refugio.



Pregunta: - ¿Hace muchos años que escribís?



Respuesta:- Escribo profesionalmente desde el año 2000. Tengo cuatro novelas publicadas. Yo enviudé muy joven, tengo tres hijos y tenía que elegir entre la pluma y el tenedor, y elegí el tenedor, por los niños.
Cuando pude dedicarme a escribir sentí que le había quitado el freno de mano a mi destino, sentí que todo lo que yo había hecho hasta ese momento era para después destilarlo en mis novelas.



Pregunta: - En cuanto a esta última novela El oso de Karantania ¿tiene que ver con tus antepasados?



Respuesta:- Sí, tiene que ver con mis genes eslavos. En realidad durante toda mi vida prevaleció la parte paterna, porque mi madre vino a vivir a la Argentina a los seis años. Mis abuelos hablaban esloveno como un idioma misterioso entre ellos.



Pregunta: -¿Y a vos no te hablaban en esloveno?



Respuesta:- No, y a mi madre tampoco. A mi madre la preservaron, no le hablaban a ella en esloveno para que se integrara más rápido al mundo del castellano. Porque a los seis años, a esa edad temprana los chicos suelen ser muy crueles. Esa fue una manera de mis abuelos de amar mucho a mi madre, de entender que si se integraba rápido la iban a dañar menos.



Pregunta:- En cuanto a El oso de Karantania, la novela tiene momentos muy dramáticos, bastante terribles, primero el tema de la guerra, y después la guerra de Yugoeslavia, los fusilamientos, cosas bastante espantosas, ¿por qué indagaste en estos temas tan terribles?



Respuesta:- Así he quedado. Escribír esta novela ha revuelto mi esencia. La búsqueda que uno tiene es el sentido de la vida y el sentido de la vida aparte de  definirlo como darle la mano al otro, en un mundo tan globalizado como el que vivimos y tan desconectado también, donde todo está ahí cerca y sin embargo estamos lejos del vecino, escribí este libro para también poder ver que el otro es un otro pero es igual que yo y que no está ocurriendo todo tan lejos. Que lo que le pasa al otro me pasa a mí también.



Pregunta: - ¿Querías mostrar en el libro la exclusión que se da en algunos lugares? En tu novela hablás de los gitanos.



Respuesta:- Me da la impresión de que estamos viviendo épocas de exclusión. Ya no son sólo los gitanos los
que son excluidos, sino que se está hablando del diferente, Europa está cerrando las puertas...



Pregunta:- ¿Por qué aparece la venganza en tu libro?



Respuesta:- Es cierto, que yo no esté de acuerdo con la venganza no quita que un personaje pueda vengarse en la novela. La paz para ese personaje es obtenerla mediante la venganza.
Como estos personajes son eslavos, al lector con mirada latina le va a a ayudar a reflexionar. Se va a repensar como persona. Este no es un libro para leer y creer que se sale indemne. Es un libro que moviliza, porque lo pongo al lector de cómplice, ni siquiera es un testigo.



Pregunta: - ¿Viajaste para escribir El oso de Karantania?



Respuesta: - Sí, viajé a Eslovenia en el 2009, conocí la casa de mi madre y encontré a unos primos ahí. Y ellos no entendían que alguien viajara desde Córdoba, Argentina, tantos kilómetros para encontrar sus raíces.



Pregunta: -¿Fue fácil encontrarlos?



Respuesta: - Dos años antes yo ya había empezado a tender las redes sociales y ya tenía algunos nexos. Pero además se dio la magia de encontrar a un amigo de uno de mis hijos que vive en Eslovenia. El era un chico de quince años cuando perdió a la mamá y se refugió en mi casa, yo fuí como su madre. Y cuando le pedí que me buscara un lugar donde alojarme durante el viaje, me dijo que fuera a su casa, como él había vivido en la mía cuando lo necesitó. Esa es la magia, darle la mano al otro.

Lo que uno da vuelve, cuando lo damos con el corazón generoso.

Yo tuve que viajar, meterme en esos bosques, meterme en esa tierra, porque a un país no se lo huele por internet. Como me decía mi madre, tenía que oler, ver las caras.

Y así me completé yo.



Pregunta: ¿Te completaste conociendo tus otras raíces, las de la familia materna?



Respuesta:- Sí, la manera de mover las manos, los gestos, eran ellos. Y ellos también me reconocieron, me decían: la sangre no es como el agua.

Además allá me enteré que somos de un clan y ese clan tiene un nombre que significa los valientes, los emprendedores, y entonces me dije que toda mi vida fue así siempre.



Pregunta: -¿Cuál es el mito de tu familia materna? ¿A qué se dedicaban? Los clanes tienen algún mito ¿sería el mito el emprendimiento?


Respuesta: - No, sería la resistencia. Reinventarse, como es Europa. Nosotros somos jovencitos en eso. Ahora, cuando miro hacia atrás mi vida como si fuera un damero, veo cada movimiento en mi vida. Todo tiene un motivo, nada es azaroso. Hoy no lo sé, pero después encuentro el motivo.

También fui vendedora de seguros, porque mis hijos tenían que comer, tenían que ir a la escuela y yo tengo el diploma de fisiatra pero cuando no venían pacientes uno el  diploma no lo podía hacer comida, entonces me hice vendedora.

Hay que confiar en nuestras propias fuerzas, hay gente que se traba. Hay personas que dicen "yo no tengo empleo, no consigo" y entonces piensa que sólo sirve para una cosa.



Pregunta: - ¿Qué hacía tu familia materna para vivir, por ejemplo?



Respuesta: - Mi abuela lavaba ropa para otras personas, hacía comida para los otros paisanos, viandas y empezaron a ahorrar metiendo dinero en una lata. Ellos llegaron en el año `33, la peor crisis nuestra.



Pregunta: - ¿Dónde se radicaron tus abuelos?



Respuesta:-  Ellos buscaron, como el oso, los pinos, las montañas, se radicaron en Córdoba. Ellos buscaron un hábitat parecido, las sierras de Córdoba, pero si no te morís de la nostalgia. La novela dice: es bueno tener un lugar adonde volver, aunque no se vuelva nunca. Mi madre siempre lo soñó y yo se lo traje para ella, el sonido de las campanas...



Pregunta: -¿Tu madre está viva?



Respuesta:- Sí, la mayor alegría ha sido  traerle en un frasco su tierra y semillas. Le traje tierra de la huerta de su casa y se la di en un frasco de vidrio. Y ella se la puso a sus plantas.





Los talleres



Pregunta: - En tus talleres para personas que han sufrido traumas, ¿qué es lo que le aconsejás cuando están escribiendo? ¿Qué le dirías a alguien que va a tu taller?



Respuesta: - ¿Por qué escribir? primero, porque cuando uno escribe, saca el problema y lo pone en el papel. Entonces lo ve, se genera una distancia, el problema ya no está dentro nuestro. El hombre es un animal rumiante, estamos rumiando y rumiando todo el día las dificultades. El cerebro no tiene tamaño. Es tan distorsionado el pensamiento que no tiene límites y si nosotros metemos esos pensamientos en un renglón acorralamos a los demonios. Los tenemos contra los renglones. Los problemas no desaparecen pero los tenemos a raya. Todos tenemos nuestros demonios y todos los podemos poner a raya. Además la catarsis, la terapia por el arte no es necesariamente que quien escribe tenga que hablar de sus problemas. Si leo un cuento, por ejemplo, el cuento es un disparador para escribir. Algo resuena en el interior del integrante del taller y después cada uno comenta lo que ha sentido en el cuento. Entonces cuando uno va a escribir, tiene diez o doce opiniones distintas a la mía.



Pregunta: - ¿Podrías darme algún ejemplo de tu taller?



Respuesta: - Yo tengo un tallerista que es cuadripléjico. Cuando me pidió venir pensé ¿cómo me las arreglo? Entonces él vino con un acompañante, él mueve su boca, sus ojos, se ríe, habla, pero está totalmente paralizado. Y un día estaba mi nieta que tiene trece años y me decía que tenía aprehensión para ir a besarlo porque todos lo saludábamos con un beso. El dice: me gusta sentir los perfumes, y entonces si tengo algo de seda, por ejemplo se lo acerco a la cara, para que lo sienta.



Pregunta: ¿Cómo es la historia de este hombre?



Respuesta: - Tiene 52 años, hace diez que está así. El era un empresario exitoso, se lo estaba comiendo la vida y un día se durmió en el volante. Te sigo contando: le dije a mi nieta entonces "es un hombre quieto" pero es un hombre. Entonces mi nieta dijo: ah, claro y fue y lo besó. A raíz de ahí, él dice: ¡qué linda definición de mi! , sigo siendo un hombre, estoy quieto". Además la quietud, de este tallerista ha movilizado a los otros, la gente se queja mucho. Una persona a la cual se le corre una lágrima y que no puede levantar el brazo para secarse su propia lágrima con su mano y eso tiene que hacerlo otro, lleva a la reflexión para decirnos que nos quejamos muchas veces de gusto. La queja es un deporte argentino. Yo recuerdo que una vez le pregunté: ¿qué le gustaría hacer si vuelve a moverse?

Y él dijo: primero abrazar a mis hijos y después ir al baño solo.



Pregunta: - ¿Dar estos talleres son una especie de terapia para vos?



Respuesta: - En realidad, me cura dar. Esto tiene que ver con el otro, que es una persona. Cuando yo le veo los ojos, cuando lo percibo, a veces un abrazo, el toque de una mano, a veces una sonrisa. Cuando están escribiendo yo veo cómo les va cambiando la cara entonces me levanto y a veces es un toque, decir estoy acá. Vos estás cruzando el río pero yo estoy en la orilla. Yo puedo decir ahí hay piedras, ahí está más hondo porque yo ya lo crucé. Eso es.



Pregunta: - ¿Esto que hacés en los talleres tiene que ver con tu primera profesión, la fisioterapia?



Respuesta: - Todo tiene una analogía en el alma, el que está paralizado, los rígidos, la persona que no se puede doblar. Eso tiene que ver con la inflexibilidad de los conceptos.

A medida que van escribiendo los huesos se van ablandando, van cambiando la manera de pensar. hay que encontrar los matices de los otros. La rigidez en el pensamiento se somatiza. Somos espejos, nuestros cuerpos son espejos de nuestra alma.

sitio web de la autora:

http://www.cristinaloza.com.ar/

(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur - Todos los derechos reservados


Acerca del  libro

 El oso de Karantania

1914. Arde Europa. El archiduque Francisco Fernando ha sido asesinado en Sarajevo y brotan en el mapa las manifestaciones de una guerra que se convertirá en la mayor conflagración de todos los tiempos y se llevará millones de jóvenes vidas.




¿Qué relación hay entre el archiduque muerto y los hijos de Ana, humildes campesinos de Eslovenia? Ladislav, Janez, Josef, Franz y Ferdo: uno a uno la madre los verá partir, con el ardor juvenil en los rostros, hacia lo desconocido. ¿Cómo encontrar belleza en el horror? ¿Acaso alguien podrá rescatar de ese infierno el derrotero de sus vidas y reconstruir el vaivén de sus destinos?

El frío. El hambre. El miedo. Los recuerdos de un amor trunco que alumbran el camino de una mujer. Un hombre engañado que sin embargo no puede olvidar a la que amó. Los sueños que quedan atrás, como la estela del barco que navega de Eslovenia a Argentina, esa tierra nueva que brinda la ilusión de recrear aquella Karantania. Y todo a partir de un puñado de fotos viejas y de cartas ajadas que una anciana dama entrega al que será testigo y protagonista de tanto amor y tanto drama.

El oso de Karantania es una novela apasionada y apasionante, que despliega la maravilla de encontrar en vidas ajenas claves desconocidas de la propia.

http://www.elosodekarantania.com/















































 
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