sábado, 17 de diciembre de 2011

Entrevista a Claribel Alegría por Araceli Otamendi (archivo)

                                                             Claribel Alegría


(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Esta entrevista a la escritora nicaragüense Claribel Alegría fue publicada originalmente en la revista Archivos del Sur cuando la poeta fue distinguida con el importante premio Neustadt que otorga la Universidad de Oklahoma y la prestigiosa revista World Literature Today.

Entrevista

Al enterarme de la noticia del Premio Neustadt otorgado por la Universidad de Oklahoma y la prestigiosa revista World Literature Today a la escritora Claribel Alegría me contacté con ella. Me respondió enseguida. A continuación, la entrevista exclusiva para Archivos del Sur.


Claribel Alegría nació en Estelí, Nicaragua, el 12 de mayo de 1924, pero se considera a sí misma salvadoreña, ya que desde niña vivió en Santa Ana, El Salvador. Se licenció en filosofía y letras en la Universidad de George Washington, Washington, D.C. Entre los años 1944 y 1947 tuvo como mentor a Juan Ramón Jiménez.
Estuvo casada con el escritor norteamericano Darwin J. Flakoll, que murió en Managua, Nicaragua, el 15 de abril de 1995. Tuvieron cuatro hijos. Residieron en distintos países de América y Europa. Actualmente, Claribel reside en Managua, Nicaragua.
La obra poética de Claribel ha sido parcialmente traducida a 14 idiomas.
En enero de 2006, se le otorgó el prestigioso Neustadt International Prize for Literature, administrado por la Universidad de Oklahoma y su prestigiosa revista World Literature Today...


¿Qué significa para usted recibir el Premio Neustadt otorgado por la Universidad de Oklahoma y la revista World Literature Today?

Recibir el Premio Neustadt, para mí signifícó una gran sorpresa. Daisy Zamora, una excelente poeta nicaragüense, me nominó. Cuando lo supe yo me reí y le dije que no nos hiciéramos ilusiones. Pasaron los meses, olvidé el asunto y cuál no va siendo mi susto cuando una tarde recibo una llamada de Robert Con Davis, de la universidad de Oklahoma, anunciándome que había ganado el premio. Me quedé muda, no sabia qué decirle. Confieso que estoy muy feliz y muy asombrada. Es un premio de gran notoriedad.


¿Está escribiendo actualmente?

Sí , sigo escribiendo. Creo que ya no podría vivir sin escribir. Me dedico sobre todo a la poesía que me ha ayudado tanto.Estoy trabajando ahora en un libro sobre mitos


¿Cuál fue la impronta más importante que le dejó su mentor, el poeta Juan Ramón Jiménez?

La impronta más importante que me dejó Juan Ramón fue la de quitar la hojarasca de mis poemas y procurar dejar la esencia.


¿Cuáles han sido los escritores y escritoras que más la han influenciado en su obra?

Creo que los escritores y escritoras que más han influido en mi obra han sido Juan Ramón, Emily Dickinson y César Vallejo. Debe haber otros, por supuesto.


Usted nació en Managua pero vivió muchos años en El Salvador, debido al exilio obligado de su padre. Quisiera que me cuente algunos recuerdos de ese exilio y si el hecho de haber estado exiliada ha influenciado su obra literaria.

Nací en Estelí, Nicaragua y cuando apenas contaba nueve meses me llevaron a El Salvador.Por eso yo me considero salvadoreña. Soy "salva nica" como me bautizó mi nieto Benjamín. Mi padre era nicaragüense y mi madre salvadoreña. Pasé mi infanica, niñez y adolescencia en El Salvador y nunca me sentí exiliada, pero oía hablar a mi padre, que pese a que amaba El Salvador, estaba siempre con su corazón puesto en Nicaragua. Cuando tenía 18 años viajé a los Estados Unidos para aprender el inglés y estudiar en la universidad. Fue un exilio voluntario y aprendí a ver a mi país en otra perspectiva, cosa que me ayudó mucho en mi escritura. El exilio que sí me dolió fue el de los años 80. El Salvador estaba en guerra entonces, y si yo iba, mi vida corría peligro.Desde que asesinaron a Monseñor Romero, me dediqué a denunciar las fechorías del gobierno

Estuvo casada muchos años con otro escritor, Darwin Flakoll, con quien también escribió obras en conjunto. ¿Podría decirme cuál fue su experiencia de estar casada con un escritor?

Mi experiencia de estar casada con un escritor fue extraordinaria. Bud (así lo llamábamos cariñosamente), fue, después de Juan Ramón, mi crítico más exigente. Cuando decidimos escribir juntos "Cenizas de Izalco", nos tirábamos los platos a la cabeza. Casi se nos hunde la novela, pero nos sentamos una noche a conversar, decidimos ser humildes y salvarla. Fue una experiencia enriquecedora. Los libros de testimonio los escribimos juntos. El fue el piloto. Era periodista y manejaba ese género mejor que yo. La poesía la escribí siempre sola. No creo que se pueda escribir con nadie más. Las novelas cortas también las escribí sola, pero él me ayudaba mucho , criticándome.

Se dice que no pudo asistir al funeral de su madre por haber estado amenazada de muerte en El Salvador, a eso se debe su poema Rito incumplido. Podría decirme si sus padres tuvieron influencia en su obra literaria.

Claro que mis padres tuvieron influencia en mi obra literaria. Tenían una magnífica biblioteca en la casa y me inculcaron el amor a la lectura. Más tarde, cuando se dieron cuenta de mi vocación, me animaron y nunca me puseron escollos, pese a que en ese tiempo, en El Salvador, estoy hablando de principios de los 40, la mayor parte de la clase burguesa despreciaba a las mujeres poetas. Claudia Lars, una excelente poeta de la generación de mi madre, luchó contra eso y me heredó su ejemplo.

Quisiera saber si lo conoció a Julio Cortázar y qué opinión tiene de su obra.

Conocí muy de cerca a Julio Cortázar. Fuimos amigos desde el año 62. Bud y y tradujimos un cuento suyo para una antología que Beacon Press publicó en Estados Unidos y que se llama: "New voices of Hispanic America". Lo conocimos en Buenos Aires; él, y su primera mujer, Aurora, estaban de paso. Al año siguiente nosotros nos trasladamos a París y allí la amistad se profundizó. Creo que Cortázar es un gigante de las letras universales. Su escritura no envejece.


Al poeta argentino Juan Gelman le dedicó los versos "Porque aprendí a quererme, ahora puedo sangrar con tus heridas". Quisiera que me contara si entre su poesía y la de Gelman ha habido influencia.

Sí, le dediqué a Juan el poema, "Porque aprendí a quererme/ puedo sangrar con tus heridas". El ahora sobra. Se le escapó a alguien. Juan y yo somos muy amigos, amo su poesía, pero creo que no ha habido ninguna influencia.


¿Qué escritores prefiere leer?

Hace ya algunos años que releo más que leo. Estoy siempre con algún clásico, me fascina la mitología y me interesan los jóvenes.


Usted ha traducido al escritor Robert Graves. ¿Podría decirme su opinión acerca de la obra de Graves?

Robert Graves me parece un gran escritor, un gran poeta y mitólogo. Su libro "La Diosa Blanca", tuvo en mí un gran impacto. Es un libro difícil de leer, pero imprescindible. Abre puertas y ventanas.

Quisiera saber qué opina acerca de la obra de Silvia Plath.

Silvia Plath me gusta muchísimo. Además de tener una inteligencia aguda era de una sensibilidad exacerbada, lo que la llevó al suicidio. Siendo tan diferente de Alejandra Pizarnik, las voces de estas dos mujeres extraordinarias me persigieron por un tiempo


Usted vivió en la época del boom latinoamericano en Deía, Mallorca.
¿De qué escritores se sintió más cerca, en el aspecto literario y también en el humano?

Cuando viví en París y en Mallorca, los escritores que más cerca estuvieron de mí fueron Cortázar y Carlos Fuentes. Sobre todo Cortázar.

¿Cuál es su opinión de la literatura latinoamericana actual?

Es difícil para mí opinar sobre la actual literatura latinoamericana, porque llegan pocos libros y revistas a Nicaragua. Por eso revistas como la suya son esenciales. Tendríamos que conocernos más entre nosotros. Por lo poco que he leído últimamente, me parece que hay voces que podrán llegar muy lejos.

¿Cuál es su opinión de la literatura de escritoras latinoamericanas?

En Centroamérica, que es la región que yo conozco mejor, hay escritoras de gran valor y son tomadas muy en cuenta.


¿Piensa que las obras de escritores latinoamericanos circulan como se debería entre los distintos países de habla hispana?

Ya contesté esa pregunta. En la década de los 60 "Casa de las Américas" en Cuba, nos ayudó mucho a conocernos. Ahora el vacío es grande. No sé, por ejemplo, qué escritores o escritoras jóvenes de talento, hay ahora en Bolivia, Perú, Argentina...


Usted da talleres literarios para niños con leucemia, una vez por semana. Podría contarme acerca de esa experiencia tan cercana a la enfermedad.

Sí, todos los miércoles, Ernesto Cardenal, que fue el inspirador de estos talleres, uno o dos poetas más, y yo, vamos al hospital infantil de La Mascota a jugar a la poesía con los niños enfermos. Les leemos poemas de otros poetas, les decimos que hay que jugar con la poesía, como se juega con los colores, que no hay que tenerle miedo, que hay que acecharla. Después de que les hemos leído algunos poemas, ellos escriben y leen en voz alta lo que han escrito. Elegimos los poemas mejores y estamos a punto de publicar una pequeña antología. Esos miércoles enriquecen. Hay niños con verdadero talento Al escuchar y escribir poesía se distraen de su enfermedad.


¿Dónde vive actualmente? ¿Cómo es un día de su vida en el presente?

Vivo en Managua, pero viajo dos o tres veces por año. ¿Qué cómo es mi día? Después de desayunar, leer el periódico y decirle a la empleada lo que vamos a comer, reviso mi correo electrónco, que es voluminoso. Contesto lo que puedo y me pongo a traducir poesía. Ese es mi hobby. Ahora, junto a mi hijo, Erik Flakoll, que lee chino, estamos tratando de traducir El Tao al español. Por la tarde leo, escribo, converso con los amigos que vienen a verme, me comunico con mis plantas y escucho música. Por las noches, veo alguna película en la televisión o en DVD y sigo leyendo hasta que me vence el sueño.

(c) Araceli Otamendi-Archivos del Sur - Todos los derechos reservados

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Rosa Montero en Buenos Aires (archivo)


tapa del libro La loca de la casa



(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Esta nota fue publicada en la revista Archivos del Sur cuando la escritora y periodista española Rosa Montero vino a Buenos Aires a presentar su libro La loca de la casa.
Ahora se publica en este blog de entrevistas.
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Rosa Montero en Buenos Aires

(Buenos Aires) Araceli Otamendi

La escritora española Rosa Montero presentó hace unos días en Buenos Aires, su último libro “La loca de la casa”, editado por Alfaguara. La presentación se hizo en una librería del Village Recoleta, uno de los lugares de mayor poder adquisitivo de la ciudad y habitual paseo de porteños y turistas.
Acompañaban a la escritora española y columnista del diario “El País” de España, la humorista y dibujante argentina Maitena, que colabora también en ese diario y Ezequiel Martínez, hijo del escritor Tomás Eloy Martínez.
Entre Rosa Montero, Maitena y Ezequiel Martínez se disputaban la palabra con humor y casi en un juego, como lo habían anticipado desde el inicio de la presentación. Rosa Montero es una mujer inteligente, de respuestas rápidas, parece ir a una velocidad supersónica cuando habla y habla muchísimo. Tiene el pelo rojizo, aseguró haberse teñido ella misma y en conjunto tiene un aire desenfadado e informal.
El público numeroso para el lugar, estaba compuesto en su mayoría por mujeres y por las preguntas que hacían era evidente que muchos conocían el libro a presentar y otras obras de la escritora española.
“La loca de la casa” no se enmarca en ningún género en particular sino más bien está entre la novela, la autobiografía y el ensayo.
Rosa Montero señaló ante una pregunta que le gustaría que el libro fuera leído para ser disfrutado. Maitena, quien aseguró que no le agradaba presentar libros y que había rechazado hacer la presentación de un libro que no le había gustado, intervino en el diálogo con preguntas incisivas y divertidas y dijo que cuando empezó a leer “La loca de la casa” ya no lo pudo dejar.
Casi se trataba de un duelo humorístico entre quienes presentaban.
Rosa Montero dijo que todos los libros nacen de una manera muy enigmática, nacen de un “murmullo”. “Este libro nació hace quince años” dijo Montero, un día se me ocurrió escribir un libro de reflexiones sobre la escritura. Todos los novelistas escribimos un libro sobre la escritura”. La escritora española había empezado a tomar notas desde hacía años - lo hizo también durante la presentación en un anotador, mientras hablaba y contestaba preguntas -.
Al tiempo de empezar a recopilar esas notas, dijo, se le ocurrió el título del libro “La loca de la casa” que es una frase de Santa Teresa para designar a la imaginación. El tema del libro es la imaginación, dijo la escritora, y recordó que hacía poco había estado con Fernando Savater y el filósofo había dicho que él no tenía imaginación. “No se dan cuenta que su propia identidad se basa en la imaginación” dijo Montero, refiriéndose a los seres humanos. “Nuestra identidad se basa en el recuerdo de nuestra historia, es lo que nos permite vivir”. La escritora también explicó: “Es un libro juguetón, como el baúl de un mago”, “pasan cosas imposibles pero queremos creerlas”. Y también dijo: “la gente quiere ser engañada, retroceder a la infancia cuando cualquier cosa puede ser posible”. “El lector puede elegir en este libro qué es verdadero y qué no lo es, en muchas cosas he mentido, en otras no”, dijo. También mencionó una crítica de “La loca de la casa” que publicó el escritor Mario Vargas Llosa a quien señaló como un gran crítico literario y un formidable lector.
El escritor de origen peruano, autor de “La ciudad y los perros” entre muchos otros libros, tiene además una obra “La verdad de las mentiras” donde habla del tema.
Vargas Llosa, dijo Montero, después de haber leido “La loca de la casa” creía que yo tenía una hermana y no tengo ninguna hermana, en cambio lo de los enanos en Alemania, que parecía mentira, eso es verdad, aclaró y afirmó: “lo que quiere decir el libro es que la vida imaginaria es tan real como la vida real”.
La escritora española aseguró que este último libro comparado con los anteriores, es el que está más cerca de lo que se propuso cuando lo escribía. Ante la pregunta de quien escribe si como autora se había sentido más libre para escribirlo al tener este libro bastante de autobiografía, Montero respondió que la escritura de cada libro es una búsqueda de libertad que se puede lograr también mediante las ficciones y uno de los objetivos de la creación literaria sería encontrar cada vez mayor libertad de creación y de expresión en cada libro que se va escribiendo.
En la parte final de la presentación, el público hizo preguntas donde se podía reconocer haber leido éste y otros libros de la autora española. Entre otras preguntas, el público estaba interesado en saber cuáles eran las mentiras y las verdades que figuraban en el libro.
“Uno siempre escribe para tratar de entender, es un camino de conocimiento, cuando cuento escenas de la vida de otros escritores, eso es verdad. Donde miento es cuando hablo de mi”, dijo Montero.
Maitena dijo que el libro tiene profundas verdades del mundo de los editores, hay mucho sobre la vanidad y también muchas anécdotas. También señaló como interesante el tema de las mujeres de los escritores. Montero dijo entonces que la mayoría de las mentiras literarias son la única manera de acercarnos a la realidad profunda, a ese lugar al que sólo se puede acercar a través de los mitos, de las leyendas y de las ficciones.
Al abordar el tema de la infancia, la escritora española dijo: “Lo que recordamos de nuestra infancia hoy no es lo mismo que recordábamos hace veinte años. Vamos adaptando el recuerdo de nuestra vida al mundo. Todos vamos armando de alguna manera como narradores nuestra historia”. Entonces con humor acotó Maitena que alguien dijo que “ordenaba sus recuerdos en base a los mundiales de fútbol”.

© Araceli Otamendi- Archivos del Sur -Todos los derechos reservados

jueves, 8 de diciembre de 2011

Entrevista a Catalina Parra por Araceli Otamendi (archivo)

                                                           Catalina Parra


(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Entrevisté a Catalina Parra cuando se desempeñaba como Agregada Cultural de la Embajada de Chile en la Argentina. Esta entrevista fue publicada inicialmente en la revista Archivos del Sur y ahora se reproduce en el blog de entrevistas.
Hija del poeta Nicanor Parra, recientemente distinguido con el Premio Cervantes, sobrina de Violeta Parra, Catalina Parra es artista plástica.


Entrevista a Catalina Parra por Araceli Otamendi

"Para mí esta experiencia argentina ha sido capital. Estoy enormemente agradecida de todas estas experiencias que me tenía reservada la Argentina"

Catalina Parra actualmente se desempeña como Agregada cultural de la Embajada de Chile en Argentina. Es una reconocida artista plástica que ha expuesto sus obras en New York, en Alemania, Buenos Aires y en otros países. Hija de Nicanor Parra y sobrina y ahijada de Violeta Parra, Catalina Parra creció en una familia de artistas. La entrevisté en su oficina de la Embajada de Chile en Buenos Aires. En la fotografía se puede ver a Catalina Parra y detrás de ella un retrato de Violeta Parra.

(Buenos Aires)

¿Catalina, qué significa para vos llevar el apellido Parra? ¿Cómo lo sentís?

Por un lado es un peso, por el otro lado es una responsabilidad y por otro lado es la cosa más natural del mundo.

Vos sos artista plástica, ¿podrías contarme algo de tu carrera?

Hago instalaciones y vivo desde 1980 en Nueva York. Allá recibí la beca Gugenheim. Cuando llegué a Nueva York mis hijos eran adolescentes, ahora ya son grandes y están todos casados. Mi primera exposición grande en Estados Unidos fue en el MOMA. En vista de eso decidí quedarme a vivir allá. Después hice muestras en museos importantes de todo el mundo desde el año 1980.

¿Cómo fueron tus inicios como artista plástica? ¿Fue en Chile?

Yo empecé como artista plástica en Alemania. En el año 1968 llegué a ese país y viví ahí hasta 1972. Allá hice mi primera exposición.

Es decir que tu vida transcurrió en muchos países que no son Chile

He estado viviendo bastante tiempo fuera de Chile pero también volviendo constantemente y además siempre con proyectos de muestras y otra razón para volver es que allá viven mis padres. Siempre mi vida es un irme y volver a Chile.

¿Cuál es tu parentesco con Violeta Parra y con Nicanor Parra?

Soy hija de Nicanor Parra y sobrina y ahijada de Violeta Parra y también prima hermana de Isabel Parra.

La tuya es una familia de artistas...

Sí, todo el mundo hace algo.

Desde tu infancia ¿viviste eso?

Lo viví, y sabes que yo me he preguntado cómo se da eso, además de la cosa genética, tú creces en un ambiente así que es un caldo de cultivo para ser artista. Porque toda la gente está tocando la guitarra o haciendo otra cosa y entonces es lo más natural del mundo que un niño tome la guitarra o que lea o se ponga a dibujar. Eso es parte de la vida diaria. En mi familia el arte no ha sido algo al margen de la vida cotidiana, siempre ha sido una parte integral de nuestra vida. Y entonces desde ahí yo entiendo que se haya producido algo así en nuestra familia que además es una familia que se visita mucho, una familia muy unida, muy de “clan”. Entonces los niños van copiando como copian todos los niños y van haciendo cosas. Yo creo que eso es lo que ayuda al desarrollo de los niños además de ciertas condiciones innatas.

Además de tener condiciones innatas está eso del caldo de cultivo, de tener integrado el arte a la vida cotidiana...

Exactamente, está eso de que las actividades artísticas sean algo cotidiano, natural.

Pasando a otro tema ¿desde cuándo te desempeñás como Agregada cultural de la Embajada de Chile en la Argentina?

Desde el año 2000.

¿Cómo viviste los acontecimientos que convulsionaron a la Argentina desde el año 2001?

Lo he vivido con una gran admiración por la cultura en la Argentina porque mientras más desastrosa se veía la situación económica se veía más impulso para la creación artística. Hay una relación solidaria entre los artistas. Es impresionante la cantidad de muestras con entrada gratis que hay, es una cosa tan admirable porque es como si sacaran energías del aire y de las confrontaciones sociales. Es muy increíble este fenómeno de las actividades artísticas estos últimos años.

¿Eso es lo que más te llama la atención?

La gente no ha parado, está llena de proyectos.

Eso es cierto. Parece que se alimenta todo el campo artístico cuánto más dificultades y tristeza hay...

Yo creo que en alguna parte tienen que verter las energías y muchas energías se ha vertido hacia ahí, en la creación artística.

Y esta forma de responder a la crisis que tenemos los argentinos ¿te parece distinto a la forma de responder de los chilenos frente a una crisis semejante? ¿Cómo lo ves?


Lo que pasa ha sido diferentes las crisis que me han tocado a mi vivir en Chile. Después del golpe militar en Chile había grupos de gente entre los que estaba yo, se hacían seminarios en distintas casas todo el tiempo. De alguna manera para poder sobrevivir ,hacíamos eso. Se generaba una especie de solidaridad y sentido en el trabajo.

¿De qué eran esos seminarios’

De arte y literatura y de escritos críticos. Nos reuníamos con intelectuales como Enrique Lihn por ejemplo, y con artistas plásticos, a leer y hablar de ciertas cosas una vez por semana.

Por lo que me contás se me ocurre que esas actividades eran mucho más silenciosas que lo que ocurrió aquí en Argentina durante la última crisis.

Sí, mucho más silenciosas porque era una reacción al golpe militar y en esa situación estaba todo muy limitado. El caso argentino creo que es único en su género, y no ocurre en dictadura.

Yo creo que el fenómeno de la crisis del 2001, cuando la gente salió a protestar a la calle, se expresó, se hicieron muestras, también en poesía, en muchos ámbitos de la cultura. Pero aquí también cuando tuvimos el golpe militar había digamos muchas restricciones, si se escribía era en secreto, si una pintaba era en un grupito chiquito, tampoco se podían hacer reuniones...

El fenómeno argentino de la crisis y la respuesta que ha tenido la gente expresándose en actividades artísticas me parece algo muy único.

Pasando a otro tema quisiera conocer algunos de tus proyectos para este año

Este año como Agregada cultural aquí vamos a conmemorar el Centenario de Neruda que se va a hacer en todas partes del mundo, por decreto presidencial. También se hará en la Feria del libro de Buenos Aires donde va a haber una maratón de lectura. Se va a invitar una serie de gente del mundo del arte, del mundo político y estamos viendo la posibilidad de que el Presidente Lagos también venga. También vamos a conmemorar el Día de Chile que es el 1 de Mayo- habrá una mesa redonda sobre Neruda con Antonio Skármeta y otros escritores. Y además de la Feria del libro se le hará un homenaje a Neruda en la Biblioteca Nacional y en la Universidad de La Plata, donde hay una cátedra de estudios chilenos cuyo titular es Enrique Foffani.
Con todo ese material queremos editar un libro en conjunto con la cátedra en la Universidad de la Plata.

Chile tiene el aura de ser un país de poetas más que de narradores.

Hay muchas poetas mujeres, el año pasado hicimos una presentación de varias poetas chilenas en el ICI – Instituto de Cooperación Iberoamericana- .Quisimos traer poetas mujeres para quebrar un poco esa tradición de que los poetas en Chile son hombres.

Sí, las recuerdo porque estuve ahí. Parecería que ahora hay una nueva generación de escritores en Chile que quieren cambiar y ser más narradores que poetas, como el ganador del Premio Biblioteca Breve que es un chileno.

Sí, además el Premio Planeta lo ganó Antonio Skármeta este año. Yo creo que hay una ebullición literaria muy grande en Chile, en las nuevas generaciones. Hay que destacar el gran cambio que significó la publicación de “Lumpérica” de Diamela Eltit. Creo que desde ese momento lo que es narrativa y poesía escrita por mujeres ha tenido un vuelco impresionante. Yo creo que eso nace después de la dictadura, también con el aporte de críticos como Nelly Richard. Hay un movimiento crítico muy fuerte en Chile que se consolida en la dictadura y eso ayuda a toda esta ebullición.

Tal vez entonces esté cambiando el aura de Chile, que pase de ser un país de poetas a ser un país de narradores. Y como en toda Latinoamérica los escritores siguen produciendo y produciendo...

La producción argentina es enorme, también el teatro que es impresionante la cantidad de obras que hay...

¿Cómo es el teatro en Chile?

En Chile yo diría que el teatro es el hermano menor del teatro en Argentina.

¿Por qué?

Yo creo que es un género que no está tan desarrollado como acá., aunque hay buenos autores teatrales como Galemiri. El teatro chileno está comenzando a agarrar vuelo. Aquí hay muchos dramaturgos, gente que ha venido de afuera también y que contribuyó a consolidar el género.

Y también el teatro cuando se empieza a escribir en Argentina nace de la épica gauchesca, el nacimiento del teatro argentino es la obra “Juan Moreira” de Eduardo Gutiérrez

Y además aquí hay mucho teatro joven.

En cuanto a la plástica en Chile ¿qué panorama ves actualmente?

Yo creo que es de alto nivel en cuanto a instalaciones, a fotografía, a la pintura la conozco un poco menos. Tengo la mejor opinión de los jóvenes artistas chilenos.

Por lo que he visto me parece que están muy movilizados.

Sí, están muy al día de lo que está ocurriendo afuera, muy insertos en la búsqueda estética.

¿Tienen apoyos del estado, subsidios?

Felizmente existe ahora un Ministerio de Cultura que se inauguró el año pasado. Es una gran esperanza y se está armando en todo nivel en Chile, en regiones también, es algo que no teníamos hasta ahora.

¿Cómo es tu vida en New York?

Tengo familia y amigos. Mi vida es la vida de una artista, además he trabajado como educadora y como artista, mi vida es muy intensa.

Tendrás todas las posibilidades que da Nueva York a una artista.

Sí, las posibilidades y las conexiones, tengo amigos, la mía es una vida muy intensa como la tengo aquí en Buenos Aires también.

¿Tu vida es muy intensa aquí?

Sí, con mucha intensidad de tipo cultural y además me encanta bailar tango, vals y milonga. Tú sabes que con el tango no hay términos medios, cuando te gusta es adicción.

¿Vas a bailar seguido?

Sí, dos o tres veces por semana, el tango es una maravilla. El tango también es algo que está muy arraigado en Chile, se sigue escuchando a Gardel, también se baila tango allá, el entusiasmo es el mismo. Pero el fenómeno no es sólo en Argentina y en Chile sino también en Nueva York. Y hasta producen revistas de tango. Son como las revistas de tango de aquí pero en inglés.

Para finalizar ¿cómo describirías tu experiencia en la Argentina?

Para mí esta experiencia argentina ha sido capital. Estoy enormemente agradecida de todas estas experiencias que me tenía reservada la Argentina.

© Araceli Otamendi - Archivos del Sur

martes, 15 de noviembre de 2011

Entrevista a Oscar Molek, fotógrafo, por Araceli Otamendi




Oscar Molek
muestra Bahía (c) Oscar Molek
muestra Bahía (c) Oscar Molek










(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Oscar Molek  (Vicente López, Pcia. de Buenos Aires, 1950) es fotógrafo, publicista, docente y divulgador de la fotografía . Recientemente inauguró su muestra de fotografías titulada Bahía en la Fundación Centro de Estudios Brasileños. Parte de esta muestra también estuvo en la Embajada de Eslovenia en Buenos Aires.


¿Cuándo empezás a dedicarte a la fotografía? ¿cómo fueron tus inicios?




Cuando enseño, siempre muestro una cámara (de caja tipo detective que se usaba en Nueva York ya en 1890 y que apareció en casa) e hice mis primeras experiencias ya a los 12 o 13 años.
Siempre que recuerdo, cargué con una cámara a donde iba, desde muy joven. Mi primer salario allá por los 15 años lo utilicé para comprarme una pequeña camarita compacta…..y luego pasé un tiempo de experiencia con una super 8 (empalmando películas) .
¿A tener una relación mas visceral con lo fotográfico?,  podría decir que a partir de los años 80 cuando viví en Eslovenia, por aquel entonces parte de Yugoslavia. Allí comencé a estudiar “ Etnología / Usos y costumbres de los pueblos". En la universidad conocí a Ales Gacnik, hoy gran amigo - y también gran etnólogo, que me enseño los primeros pasos del valor testimonial de la fotografía y la magia del laboratorio. Desde entonces mi relación con ella fue otra. Y creo que desde la investigación etnológica se reafirmó interiormente aquella identidad de lo propio (lo eslavo ) y la búsqueda y exploración de lo diferente en otras culturas que finalmente se plasma en lo fotográfico.

¿Por qué elegiste el paisaje de Bahía para las fotos de la  última muestra? ¿qué otros lugares fotografiaste?

La literatura y el cine fueron los acercamientos al continente de Latinoamérica, con Amalia (mi esposa y también artista visual) viajamos mucho en los años 70, desde México hacia el sur, América central, Perú, Bolivia, Chile, era un continente que estaba en ebullición y queríamos conocerlo desde distintas experiencias. Conocía el mundo bahiano por la literatura y la música, y recién en los años 90 el rumbo fue hacia Brasil y el mundo afro: siempre me atrajo lo diferente (mis orígenes culturales son eslavos con fuerte acento cultural centroeuropeo ) y ese es mi horizonte en lo fotográfico, al menos hasta ahora.


¿Qué tipo de cámara preferís, digital o analógica?

Depende que trabajo se haga, me gusta en el blanco y negro la película, quiero decir la analógica. Como las revelo yo mismo y comienzo a "buscar"  los resultados a partir de las copias que yo mismo realizo, lo entiendo como un proceso. Hasta ese momento es como un descubrimiento: durante un tiempo, desde sacar la foto hasta ver los resultados puede pasar un tiempo, y todo está guardado, sin verlo, latente, como misterioso esperando que lo descubramos.
Pero, en los últimos años trabajo también con cámara digital. Aquí no hay pausa ni misterio, todo es inmediato, ya sabés que lo que hiciste.
Las películas y copias son el contacto como poner la mano en la materia. Es otro proceso, temporal - existe la pausa - hasta diría espiritual.


¿Quiénes fueron tus maestros?


Mi aprendizaje fue de algún modo autodidacta, abordé la práctica fotográfica conociendo e indagando la obra de los grandes maestros: de Hebert List me encanta por ejemplo su estética refinada y la metáfora que plasmar mensajes.  La obra de Martin Chambi, Tina Modotti y Werner Bischof por otro lado me acercaron al terreno social y en otro sentido me asombré con los trabajos de Alexander Rotchensko o algunos otros (no tan conocidos) como Claudia Andujar o André Cypriano y nauralmente a Pierre Verger en Brasil, Jean Claude Vicky que hizo un trabajo increíble sobre los mineros de Bolivia. Previamente viviendo en Eslovenia entre 1983 y1987  descubrí a un reconocido maestro de allá, Stojan Kerbler quien quizás me marco una dirección en el sentido antropológico de lo fotográfico.
En Argentina fui descubriendo la obra de Alicia D´amico, Oscar Pintor, Juan Travnik, Eduardo Gil, y ahora redescubro la obra de Carlos Bosch, quien justamente esta exponiendo en Buenos Aires. Diferentes propuestas y estéticas fueron dejando en mí una marca de cómo observar la fotografía y admirando así  acercarme a la fotografia. Asistí a distintos talleres que me enseñaron mucho y bien, no he tenido en ellos un maestro guía digamos.

 ¿Cómo elegís los temas que vas a fotografiar?


Descubro y siento que mis imágenes son en sí, “microcosmos” , que encierran fragmentos de humanidades, de labores, de espacios y de tiempos.
Me interesan los seres anónimos y retazos de la vida cotidiana para hacerlos visibles en la fugacidad y la indiferencia en los tiempos que vivimos.
Fotografío lo que me moviliza, lo que me mueve interiormente, del mismo modo que me detengo sobre la obra de los autores mencionados. No tengo temas predeterminados y no fotografío mucho tampoco.

¿Podés contar algunas anécdotas de tu trabajo?


Dicen que detrás de cada foto hay una historia, y es así, entre muchas otras la experiencia, la que viví con el estibador de Bahía, de quien no recuerdo su nombre, lo observaba durante días cómo realizaba la carga de las bolsas de hielo, cada una de 30 kilos más o menos  y me parecía increíble ver eso continuamente. Pensé en sus antepasados, la llegada a este continente, sus sufrimientos, esa carga que no tenía dimensión humana;  un día decidí tomarle algunas fotografías: cuando me vio acercarme con la cámara se escapó, vaya a saber qué pensaba. Entonces lo seguí por un pequeño arbolado (no sabía donde me metía ) e intenté explicarle en mi castellano que es lo que quería. Nunca supe que me contestó porque estaba esquivo y parecía enojado, repentinamente se paró delante mío y posó con una suave sonrisa. Su cuerpo era una perfecta escultura griega de color morena, su cuerpo sudoroso reflejaba la intensidad de su trabajo que también forjaba su musculatura.
En su “ pose"  me hizo sentir que se sentía orgulloso de él….y naturalmente hoy el género femenino que ve la obra deja explícitos sus comentarios.
El círculo se cierra al verlo al verlo expuesto, y me trae el recuerdo de aquella toma, volví otra vez después de eso a Bahía, quise encontrarlo y entregarle la foto, nadie supo decirme qué era de la vida de ese muchacho.

(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur - todos los derechos reservados

Más sobre Oscar Molek:

Oskar Molek (Vicente López, Provincia de Buenos Aires, 1950) es publicista, docente, investigador y divulgador de la fotografía. Realizó estudios de etnología en la Universidad de Ljubljana, Eslovenia, donde residió entre 1982 y 1987. En esos años asistió a las conferencias sobre Historia del Arte Contemporáneo del Dr. Tomaz Brejc en la Academia de Arte de esa ciudad, y realizó también sus primeros estudios de fotografía con Ales Gacnik. Ya en la Argentina asistió a cursos y seminarios de perfeccionamiento en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, con Norberto Salerno, Raúl Ponce, Guillermo Mischkinis. Tomó también talleres con Héctor Cartier, Alejandra Niedermaier, Filiberto Mugnani y Maria Kuzmuk.
Sus fotografías han sido publicadas en catálogos y medios gráficos de Argentina y Eslovenia, y participó en numerosas muestras colectivas. Entre las últimas individuales se pueden citar: Huellas y semblanzas andinas (Complejo Cultural Cankarjev Dom. Ljubljana, Eslovenia, luego Museo José Hernández, Festival de la Luz, Buenos Aires, 2009); Bolivia, futuro del pasado (Museo Municipal de Arte Moderno Fernán Félix de Amador, Luján, Provincia de Buenos Aires, 2007); y Huellas y semblanzas andinas (Alianza Francesa, Buenos Aires, 2006). Participó además como fotógrafo de la muestra Viktor Sulcic. Architet. Homenaje en el Bicentenario (Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, 2010).

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sábado, 15 de octubre de 2011

Entrevista a Julia Solomonoff y a Ana Berard- directora y codirectora de Biografía de un río


Bartomeu y Julia Solomonoff














(Buenos Aires)

A raíz del estreno de Biografía de un río por el canal Encuentro, presentada en el Centro Cultural de España en Buenos Aires, entrevisté a Julia Solomonoff y  a Ana Berard, directora y codirectora del film.
El primer capítulo de Biografía de un río nos presenta la Expedición fluvial Paraná ra'Anga, que remontó los ríos Paraná y Paraguay en marzo de 2010, desde Buenos Aires hasta Asunción, llevando a bordo una singular tripulación compuesta por artistas, intelectuales e investigadores científicos y sociales, argentinos, paraguayos y españoles.

Las crónicas del navegante alemán Ulrico Schmidl, autor de la primera crónica sobre el Río de la Plata, y la carta de Isabel Guevara introducen a los expedicionarios en la historia de la navegación del río, al tiempo que los enfrenta a la gran transformación que sufrirá el mayor humedal del planeta, una vez que se termine el proyecto de la hidrovía que vinculará el puerto de Asunción con el oceáno Atlántico.
Así empieza a contarse la biografía del Paraná, vía de comunicación, fuente de agua potable, de energía y alimento de más de 40 millones de personas.


Entrevista


Pregunta: -¿Cómo se organizó la filmación del documental? ¿tenían un plan o iban viendo cada día a quiénes registraban con la cámara? ¿lo pensaron como un diario de navegación?



Respuesta:- Teníamos dos unidades: una de tierra, a cargo de Ana Berard y una en el barco, a cargo mío (Julia Solomonoff)

Habíamos hecho durante 6 meses previos una investigación de contenidos y fijado temas y capítulos. La cámara de tierra tenia una agenda bastante ajustada de entrevistas con especialistas en distintos temas (ingenieros hidrólogos, biólogos, historiadores, geólogos) y testimonios de gente local en contacto con el rio (pescadores, alfareros, junqueros). La cámara del barco captaba los diálogos y debates que surgían espontáneamente en la expedición, entre gente de disciplinas muy diversas, que no están acostumbradas a dialogar entre sí, acerca de sus visiones o saberes en torno al rio… También tomaba entrevistas individuales, aprovechando los conocimientos de biólogos, historiadores, geógrafos a bordo y por supuesto, registraba el paisaje, el viaje, observaba el rio inmenso y sus costas cambiantes en amaneceres, atardeceres, tormentas…

P.-  ¿Cuáles fueron las mayores dificultades durante la expedición para hacer el documental?

R. - El comienzo fue tenso, porque Prefectura no liberaba al barco y los primeros 5 días era una expedición sin barco… decidimos que eso no formara parte de los documentales, porque de alguna manera, a la distancia, eso fue menor…los documentales son acerca del rio. La expedición es el marco, pero el protagonista es el rio.



P.- ¿La expedición Paraná Ra ´ Anga les deparó alguna sorpresa? ¿algo que no estaba en los planes de ustedes?

JS: Reconozco que maginaba una aventura a la Herzog: barco remontando el Paraná hasta el Paraguay, expedición, selva subtropical... Y tengo que admitir que me decepcioné un poco ante el confort del barco de tres pisos: salón comedor, aire acondicionado, microcine (en realidad era una disco/ karaoke que usamos para proyectar pelis y para los debates) y un menú muy rico que hizo que todos ganáramos varios kilos…

Esa decepcion inicial fue totalmente revertida ya en los primeros días: la verdadera aventura que encerraba este viaje era menos física y menos visible para la cámara. Si el descubrimiento era aprender a ver el rio desde perspectivas tan diferentes como la de un poeta, un ingeniero, un astrónomo, una bióloga; la revelación fue la lentitud: avanzar a paso humano por el rio, observar la inmensidad dia y noche, eterna, estar 5 dias sin pisar tierra (y sin señal de celular ni mails), perder la independencia de circular por una calle… todo eso nos puso en una especie de “estado de entrega” que es muy difícil de transmitir y que es cada vez mas difícil de experimentar en este mundo rápido e hiperconectado. Finalmente el viaje no fue la aventura física que yo esperaba. Fue metafísica.

AB: El viaje de la unidad de tierra fue algo diferente a la expedición, si bien la seguíamos y esperábamos, lo que nos deparaba el viaje estaba en las márgenes del Paraná y el Paraguay. Fue sorprendente, para mi, encontrar esa diversidad de cosmovisiones sobre el Rio. Es increíble la simpleza y la tranquilidad de la gente que convive con el rio sin querer intervenir o modificarlo; sino todo lo contrario: vivir bajo a concepción de que el rio no es estabilidad. Están las crecidas y las bajantes, y cada una demanda una adaptación en la forma de vivir. Pero me resulto aun mas sorprendente el respeto que demostraron frente a esta cosmovisión los que estudian el rio desde hace años. Esta idea de la convivencia de la investigación científica en encuentro con la experiencia de los habitantes posibilitan la creación de un saber conjunto, de una humanidad no dividida. Me hizo pensar que después de todo existen lugares y personas que buscan dejar de lado la hegemonía de la noción de progreso para valorar una forma de aprender cuyo objetivo no es demostrar una verdad, sino encontrarla.


P. -  Siempre se intentó hacer un cruce de disciplinas entre los integrantes de la expedición o ¿iban surgiendo temas a medida que hacían la navegación?

JS: Iban surgeindo temas inesperados. Pero la premisa era esa: reunir gente de diversas disciplinas científicas, de diversos saberes y experiencias y ver que significa por ejemplo el rio para un biólogo, que para un historiador, que para un economista o para un filósofo. La premisa era discutir sin un mapa demasiado marcado, para poder dar lugar a conexiones nuevas, inesperadas, reveladoras. Y sucedieron y fue un gran disparador de proyectos, debates, deseos.


P.-  El texto de Ulrico Schmidel les sirvió de punto de partida para elaborar un punto de vista histórico, ¿lo tenían en cuenta para la filmación?. La misma pregunta para la carta de Isabel de Guevara que se menciona. ¿Tomaron textos de algún otro escritor como guía?

R.- Leímos (y seguimos leyendo, porque seguimos editando) muchos textos distintos Desde Ulrico Schmidl a El rio sin orillas, de Saer. Desde Zama a textos de las misiones jesuíticas, tratados actuales sobre biodiversidad en el Pantanal, En el aura del sauce, de J. L. Ortiz. Los escritos de Darwin, Yo, el Supremo de Roa Bastos, Sudeste, de Haroldo Conti.

P.- ¿Desde el punto de vista de cada una de ustedes, qué es lo más importante de esta experiencia?


JS: El descubrir, por ejemplo que Buenos Aires y Asunción están unidas desde su nacimiento, que tienen un fuerte vínculo histórico que parece haber sido truncado sobre todo con la dictadura de Stroessner, que implicÓ 35 años de duro aislamiento. Recorrer el río desde perspectivas históricas, culturales, económicas, ecológicas nos permitió entender cuanto tenemos en común, empezar a pensarnos mas a nivel regional que nacional, entender algo tan simple como que el rio, que en algunos casos es frontera es, fundamentalmente, medio de comunicación, de contacto, de intercambio y por supuesto, fuente esencial de vida.



AB: Creo que lo más importante de esta experiencia es que pueda dar cuenta del enorme valor de los Ríos, que no refieren a una masa de agua dulce que corre de un lado a otro, sino a un complejo sistema de vida del que no somos ajenos ni dueños. Es poco lo que mucha de la gente que vive en la cuenca del Plata o cualquier cuerpo fluvial, por decirlo de alguna forma, conoce de su riqueza. Cuan poco predispuestos podemos estar para entender lo constitutivo que es para cualquier cultura su vinculo con el agua, y particularmente generoso el del agua dulce. Trato de pensar que el registro de este viaje pueda ayudar a entender el Rio y sus culturas, respetar sus formas, sus hallazgos y reconocer, tal vez, que la mirada centrada en el hombre es demasiado corta sino encuentra la humildad de reconocerse como parte.

(c)Araceli Otamendi  - todos los derechos reservados




martes, 27 de septiembre de 2011

Entrevista a Almandrade por Rodrigo Leão de Souza




(San Salvador de Bahía/Brasil)


El nombre Almandrade - en realidad el artista se llama Antonio Luiz M. Andrade - está asociado a una singular estrategia dentro de lo que se llama arte contemporáneo. El artista plástico, poeta y arquitecto ha producido una obra que se encamina hacia una estética minimalista, hacia una poética que se expresa utilizando un vocabulario mínimo, ya sea pictórico o linguístico. Almandrade es uno de los principales nombres de la poesía visual de Brasil de los años 70.
Según Nicolás Bernard, la ciudad de Bahía, en Brasil tiene sus supersticiones y sus sorpresas culturales, entre ellas Joao Gilberto y Glauber Rocha y por qué no, se pregunta, Almandrade. En definitiva, un artista que viene sorprendiendo desde hace treinta años con el rigor, la sutileza y la coherencia de trabajar con distintos soportes seguido por una tradición de un saber singular.



Para entender el origen y la esencia del concepto de "poesía visual", utilizamos la entrevista concedida por el poeta Antônio Luiz M. Andrade -ALMANDRADE - al periodista Rodrigo Leão de Souza. ALMANDRADE es el dueño de un estilo en el que el minimalismo es la guía de su estética,y trabaja en el poema como quien talla un diamante. Él es uno de los creadores del Grupo de Estudios de Lengua en Bahía, y la revista Semiótica Bahía editada en 1974. Responde a las preguntas con el conocimiento de un verdadero maestro, y parece estar enfadado por la negligencia con los trabajos del artista en una sociedad dominada por los medios de comunicación, por la moda, por lo que es fácil y desechable.

Periodista - ¿Por qué el poema corto es el paradigma de la poesía brasileña actual?

ALMANDRADE - No tengo suficiente información para afirmar que el poema corto es el paradigma de la poesía actual. En mi caso, el arte y la poesía me hicieron  usar un repertorio con pocos signos verbales o imágenes como herramientas de trabajo . Tengo como referencias: la vanguardia poética, el constructivismoy el arte conceptual. Más tarde me acerqué a las conferencias realizadas por Italo Calvino, que eran principalmente acerca de la ligereza "monumentos perdidos y pinturas en las paredes de los museos / cuevas modernas ".

Periodista:- ¿Qué hay en común entre los monumentos perdidos y pinturas en las paredes de la cueva? "¿Todo pasa, pero el tiempo? "¿"Círculos enganchados en los círculos"? ¿"continuo retorno"?

ALMANDRADE:-- La poesía es hacer con el lenguaje, un ejercicio que lleva el lenguaje a un límite, destruye el significado de todos los días. "... Tan lejos de lo posible, y no llegar "(Bataille). En mi poesía hay imágenes, a veces absurdas, contradictorias, relaciones extrañas ... sólo posibles en el lenguaje poético. El poeta es libre de transformar el orden y el sentido de las cosas. Pero podemos acercarnos más a la lógica de la rutina diaria, un problema para los lectores a resolver, que son cómplices de los significados de una obra poética. Como dice Borges: "El uno que lee mis palabras las está inventando ". - Por ejemplo: las cuevas y sus inscripciones visuales son los museos de los hombres primitivos. Las tiendas de los hombres modernos de sus imágenes visuales (artísticos)en los museos (las actuales cuevas). "Todo es íntimo, en el desorden / de los que sufren /.

Periodista: -¿No cree usted en el sufrimiento colectivo? ¿Cuándo se puede organizar el sufrimiento?

ALMANDRADE - La respuesta anterior también podría ser una respuesta a esta pregunta. El lenguaje poético no es un portavoz para el sufrimiento, el dolor o la risa, están presentes en la poesía, como símbolos elementos, que forman parte de la naturaleza humana, y los hombres proyectan sus sentimientos, su aflicción y su felicidad en lo que leen o mira la frase : "la razón / es un pensamiento / sin salida" / .

Periodista - ¿Cuáles son las salidas más allá de cartesiana?

ALMANDRADE - Esto podría ser una provocación. No sé si hay salidas, además de la risa. "Los límites de mi lenguaje son los límitesde mi mundo " (Wittgenstein). La poesía es una forma de pensamiento que no da respuestas, para las preguntas del pensamiento. Y la razón "... es sólo la imperfección de la inteligencia ", como dice Santo Tomás de Aquino.

Periodista - Usted fue uno de los creadores del Grupo Estudios de la Lengua en el que editó la revista llamada Semiotica Bahía en 1974.¿Cuáles son los caminos que abre Internet para el estudio de la semiótica?

ALMANDRADE - Estamos deslumbrados por Internet, como si fuera a resolver cualquier cosa o hacer que los hombres sean más inteligentes. La verdad es que es sólo significa una, que puede ponerse al servicio de cualquier área temática: la fabricación del contacto es más fácil, (esta entrevista, por ejemplo), el intercambio de información es más fácil, se pueden hacer investigaciones y publicar trabajos, pero no los producen.

Periodista - ¿Cuándo puede un objeto ser un poema? ¿Cuándo puede una sola palabra ser un  poema? ¿Cuáles son los límites de la poesía concreta y la poesía visual?

ALMANDRADE - La poesía, por ser diferente de la prosa en su forma escrita, siempre ha sido una declaración visual. La poesía concreta es el reconocimiento y la afirmación de la poesía también como arte visual, que el poema-proceso asumido en su radicalidad, en mi opinión, lo que provocó la ruptura entre el poema y la literatura. Cuando hago un poema visual, siento que estoy hablando con el arte gráfico de la literatura. Un objeto o una palabra asume la forma poética cuando se toma, incluida o se trasladó a un contexto poético, cuando se transforman ciertas emociones que tenemos en la poesía. Me recuerda a Valery.

Periodista - ¿Qué le ha pasado a Bahía que no tiene más artistas como Caetano o Gilberto Gil?  Desde que Caetano y Gil aparecieron, no hemos visto un artista como ellos proveniente de Bahía. ¿Es una crisis de Bahía o se trata de un problema brasileño?

ALMANDRADE - A mí me parece que es un problema internacional. En el caso de la música bahiana (o tal vez, la música brasileña), su mercado ha crecido, pero su calidad no ha mejorado. Somos parte de una civilización que tiene tiendas y comercios, un principio ético. Hoy en día, pensar eso es algo pasado de moda. Cuando la cantidad llega a ser más importante que la calidad, hay algo mal! ... ¿o se trata de pensar que está mal? ...Walter Benjamim dijo que el cine es el arte más grande.

Periodista - ¿Hay un arte más grande que el otro?

ALMANDRADE - Es necesario reflexionar acerca de la declaración de Benjamin en relación al lugar y momento en que fue concebida. (En el cenit de la revolución industrial). No hay un arte más grande que el otro. Las distintas cosas conocidas por una sociedad no vienen en pares, y son más importantes dentro de sus propias especificidades.

Periodista - ¿Cuál es el papel del escritor en la sociedad?

ALMANDRADE - El papel del escritor es escribir, para producir conocimiento y cuestionar su propia naturaleza, inventar otras relaciones con el mundo.Pero en una sociedad dominada por la cultura mediática, por la moda, con lo que es fácil y desechable, y que desprecia a la reflexión, el escritor, el poeta y el artista son personajes inútiles que pasan su tiempo en la recuperación de una especie de poesía y una forma de conocimiento que se han perdido o desdeñado. Al hacer esto, escritores, poetas y artistas pueden ayudar a los demás hombres a guardar sus recuerdos.

www.expoart.com.br/almandrade

Poesía visual:

ver nota en el blog de muestras/arte

http://revistaarchivosdelsur-muestrasarte.blogspot.com/2011/09/almandrade-poesia-visual.html

www.youtube.com/watch?v=aRfwMwvlAQk2 min - 29 ago. 2010 -

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jueves, 22 de septiembre de 2011

Entrevista a Vanina Muraro, artista y psicoanalista





(Buenos Aires)

Vanina Muraro (Buenos Aires, 1968) es artista plástica y psicoanalista. Ejerce la docencia en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Estudió dibujo y pintura con Carlos Gorriarena desde los 17 años. También ilustró libros y revistas y participó en muestras colectivas en el Centro Cultural Ricardo Rojas y en el Centro Cultural Borges. En el año 2001 realizó una exposición individual de dibujos en Liberarte, curada por Aníbal Cedrón.
Recientemente ha publicado el  libro Lunar perdido  que reúne dibujos suyos con prólogo de Germán Gárgano, editado por Paradiso.
La entrevisté para Archivos del Sur.



¿Cómo compaginás tu profesión de psicoanalista y docente  con el dibujo?

Trabajo como psicoanalista y como docente de la Facultad de Psicología hace ya 20 años, eso tiene sus días y sus horarios pero dibujar, dibujo todo el tiempo. No puedo evitarlo.

Por ejemplo, en las reuniones de cátedra ya se han acostumbrado a verme armada de mi libretita. Nos sentamos en ronda y se van turnando para sentarse frente a mí, las mujeres se sueltan el pelo y al final todos se acercan a mirar “cómo salieron”. Durante horas, entre charlas apasionadas dibujo: fragmentos de cuerpos, rostros, las tazas de café abandonadas sobre las mesas, las escrituras del pizarrón, las manos que acompañan con sus gestos las palabras.

El mes de octubre inauguro una muestra en Facultar, Centro de Cultura y Capacitación de APUBA que titulé “Reunidos” a partir de ese trabajo. Me parece que esa serie de dibujos sería lo que mejor responde a tu pregunta.

En tus dibujos se pueden apreciar observaciones de personajes y de la vida cotidiana. ¿Observás mucho antes de dibujar?

Observo mucho, todo el tiempo, soy una gran mirona. Tengo épocas en las que el dibujo se vuelve más naturalista y otras en las que prescindo del modelo. Cuando uno mira muchas veces y en detalle alguna cosa, empieza al descubrir algo que siempre estuvo ahí sin ser visto y después de repetir algún motivo, cualquiera sea, aunque parezca muy complejo, como podría ser un rostro, va perdiendo el respeto por la mimesis y lo puede contar con su propio lenguaje. Ése es el mejor momento.

En los personajes femeninos de tus dibujos se advierten escenas de madres con chicos, de mujeres pensantes, y también personajes con mascotas, por ejemplo. ¿Cuánto hay de vos en ellos?

Mucho. En mi caso el arte, más o menos explícitamente, siempre fue autobiográfico; sin que pudiera impedirlo siempre contó algo de lo que estaba transitando. Ser madre es la experiencia más intensa que he tenido y convivo diariamente con eso.

¿Cómo fue tu experiencia teniendo como maestro a  Carlos Gorriarena?

Fue una experiencia reveladora, empecé a ir a su taller cuando era una adolescente y
fue una experiencia única. Gorri nos enseñaba a mirar mientras aprendíamos a pintar. Eran noches atemporales, los encuentros en el taller. De pronto uno creía haber encontrado una pista, creía saber por dónde iba, cómo era y también se enojaba con su propia mano al perder la ruta para abruptamente volver a encontrarla. Noches radiantes de compartir el nacimiento a la pintura de algún compañero. Noches donde el recién nacido con júbilo y sorpresa era uno mismo,

Después cenábamos todos juntos y venían las recomendaciones, ir a ver tal o cual muestra, los descubrimientos, las huellas.

Se trataba de atravesar el impacto de una lectura sobre algo tan íntimo, algo que excluye al lenguaje: el pintor ponía a la vista lo que había hecho y se sentaba desnudo, en silencio a esperar las palabras de sus compañeros y del maestro. El cuadro ya no era de nadie sino de todos y cada uno de los presentes. Una experiencia de despojo y apropiación. Algunos se enojaban, otros quedaban frustrados y otros se iban felices, pero todos salíamos con los ojos poblados de imágenes a seguir pintando.

¿Empezaste a dibujar porque lo veías a tu padre dibujando?

Supongo que sí, era una escena cotidiana en mi casa. En algún momento del día, en general cuando se estaba terminando, mi padre dibujaba o pintaba. Yo me sentaba al lado y le pedía que me enseñase pero él me decía que no había nada para enseñar, que tenía que aprender dibujando. Me acuerdo que eso me daba muchísima rabia porque veía el contraste entre sus dibujos y los míos. Me parecía imposible que no pudiera darme algún truco, me frustraba.

A veces, el miraba mi hoja y me decía alguna cosa. Algo del estilo a: “Este te salió mejor” o “Seguí intentando, no rompas la hoja” y eso era todo. Y de algún modo inexplicable, ese método sirvió para que continuara dibujando.

¿Cuál es tu opinión acerca de lo que significa el arte, dibujar, escribir, esculpir, interpretar un instrumento, en la vida de las personas?

No lo sé, debe ser muy personal. Quizás te puedo responder lo que significa para mí. Eso depende mucho del momento que estoy viviendo. A veces es un refugio, donde volver a encontrarme, otras veces cuando estoy muy feliz dibujo en lugar de pegar saltos de alegría, también cuando estoy triste o cuando me duele el cuerpo es una manera de objetivar el dolor, de transformarlo en líneas. En todo caso es siempre un testigo de lo que va pasando y eso me permite volver a mí huella, reconocer dónde estuve, quién era.

¿Qué cosas te inspiran para dibujar y pintar?

Todo aquello que me conmueve y me conmueven muchísimas cosas. Cuando fui madre, por ejemplo, no pude evitar trazar una y otra vez la sensación de potencia que me producía el embarazo, la bestialidad del parto o la sensualidad que encierra el acto de amamantar. Pero aun más sutilmente aparecen en mis dibujos objetos con los que convivo cotidianamente: una lámpara, una lapicera, una taza.

Me encuentro similar al personaje del relato de Calvino, “La aventura de un fotógrafo” que dice con respecto a la fotografía: “-Porque una vez que has empezado -predicaba-, no hay razón alguna para detenerse. El paso entre la realidad que ha de ser fotografiada porque nos parece bella y la realidad que nos parece bella porque ha sido fotografiada, es brevísimo. Si fotografías a Pierluca mientras levanta un castillo de arena, no hay razón para no fotografiarlo mientras llora porque el castillo se ha desmoronado, y después mientras la niñera lo consuela mostrándole una concha en el medio de la arena”.

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nota en el blog de muestras/arte:
http://revistaarchivosdelsur-muestrasarte.blogspot.com/2011/09/libros-lunar-perdido-vanina-muraro.html


(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur - Todos los derechos reservados

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Entrevista a Nilda Fernández



(Buenos Aires) Araceli Otamendi




El prestigioso cantautor barcelonés radicado en Francia Nilda Fernández cantará en Buenos Aires el 15 y el 18 de septiembre en la Sala Siranush, ubicada en el barrio de Palermo.

Además de componer y cantar, Nilda Fernández también escribe. Su primera novela en francés se titula

"Çarepartpour un soliloque".

Nilda Fernández ha viajado por diversos países realizando giras y también ha vivido en Quebec, Canadá, en una reserva con indígenas nativos interesándose por su cultura. Antes de radicarse en Francia donde vive actualmente, estuvo viviendo en Moscú durante cinco años.

Nilda Fernández habla español, tiene una voz melodiosa, suave cuando habla y cuenta su vida, sus experiencias, su arte.



Lo entrevisté para Archivos del Sur.





- ¿Cómo fue su contacto con los pueblos originarios del Canadá?



- Como siempre llegué ahí por casualidad. Había estado muchas veces en Quebec, en Montreal, en Ottawa. En un momento decidí conocer el país, tomé un auto y llegué hasta el norte de Quebec. Ahí había un festival y me presenté en una reserva donde viven integrantes de los pueblos autóctonos. Quise pasar unos días con ellos. Había un festival de música en lenguas autóctonas y yo viví ahí varios días, estaba encantado. Habían venido familias desde todo Canadá.



-¿Cómo era la vida ahí en la reserva?



- Las personas del lugar vivían en casas pero los que venían al festival no, vivían según sus costumbres. Estuve muchos días hablando con ellos. Había una mujer que contaba cuentos tradicionales de las comunidades indígenas. Y yo así tuve esa revelación, ese conocimiento de estos pueblos. Fue un sentimiento muy noble y a la vez me dio mucha tristeza.



¿Por qué?



Porque creo que es algo heredado lo que viven ellos. Los quebequenses, han perdido sus tradiciones, están en un paro muy grande, bastante alcoholizados. Ellos no tienen hostilidad, te reciben muy bien pero hay cierto reparo con las personas que llegan de afuera.

Me di cuenta que la historia de la inmigración en América, la de la colonización y la de estos pueblos originarios, esto que veía en esta reserva no sé qué salida puede tener.


Pasando a otro tema, ¿dónde vive ahora?



Ahora vivo en París. En 2006 volví a Francia después de vivir cinco años en Moscú. Fue algo casual, estaba en Rusia, vivía ahí en un departamento donde me sentía muy a gusto pero la propietaria del departamento me dijo que quería venderlo. Entonces me dije estoy bien aquí en esta casa pero si me tengo que ir me voy a vivir a París y me fuí.



¿Por qué se quedó viviendo cinco años en Moscú?



Fuí a Rusia por casualidad, me invitó una amiga rusa para conocer Moscú. Un cantante ruso oyó que yo estaba ahí y dijo tenemos que escribir algo juntos. Ellos escribieron una canción, la escribieron pensando en lo que se imaginan como el "romance francés" o la canción romántica francesa, y después me pidieron que yo escribiera una parte.



¿Usted escribió también una novela?



Sí, una novela sobre un personaje que es una mujer, la escribí en primera persona. Escribí también un segundo libro, los años pasados en Rusia y en Cuba.



¿Cómo fue su actuación en Cuba?



En Cuba organicé una función circense con un tema, en la carpa que ellos tienen en La Habana. Lo hice con el apoyo del Ministerio de Cultura cubano, con artistas cubanos.



¿Cómo fue la idea de hacer esta función de circo?



Yo conocía una coreógrafa, Isabel Bustos, nos hicimos amigos y el Ministerio de Cultura le pidió montar algún espectáculo y entonces hice este espectáculo en el circo que ya forma parte de su repertorio.





¿Qué es lo que lo inspira para escribir canciones?



La música me inspira. Pocas veces yo he dicho voy a escribir una canción sobre un tema. Más de una vez agarro una guitarra y lo que sale es lo que tengo ganas de decir.


¿Qué artistas lo han inspirado?



Los grandes de la canción francesa, Edith Piaf por ejemplo.



Usted cantó con Mercedes Sosa



Sí, con Mercedes y también con Pedro Aznar.



¿Qué es lo que va a hacer después de cantar en Buenos Aires?



Voy a volver a París, saldrá un disco que acabo de terminar. El disco tiene tres canciones en español. Es un disco con música de rock, un poco ruidoso. Hay que hacer ruido para que a uno lo escuchen.

(c) Araceli Otamendi - Todos los derechos reservados
 
 
Nilda Fernández - Biografía breve

DE BARCELONA A MADRID

Nilda Fernández nació en Barcelona en 1957. Su familia, protestante de Andalucía, decidió mudarse al sur de Francia cuando él tenía 6 años. El padre, escultor de profesión, alentó el interés de su hijo para la música.Nilda Fernández comenzó a viajar en solitario con su guitarra, tocando en bares, clubes y otros lugares pequeños por toda Francia. En 1987, grabó un single titulado "Madrid, Madrid" que llegó a ser un gran éxito entre los amantes de la música y entre la crítica. La voz distintiva - aguda, trémula y casi con frágil caja de resonancia - estaba destinada a convertirse en una estrella de la noche. Miguel Bosé incluyó este tema en su repertorio.En 1991 regresó al estudio para grabar "Nilda Fernández" álbum que los críticos elogiaron como un triunfo.

Sin embargo, fue en el escenario que Nilda Fernández entró realmente en lo suyo.. En abril de 1993, triunfó en Olympia (la reconocida mundialmente sala de conciertos de París).



DE PARIS A BUENOS AIRES

En junio de 1994, Nilda Fernández llegó a la Argentina para una serie de conciertos en Buenos Aires. El resultado fue un enorme éxito sobre todo cuando compartió el escenario con la legendaria diva argentina Mercedes Sosa.En 1995 Nilda Fernández partió de nuevo al norte de Quebec, interesándose mucho en la cultura indígena de la región y permaneciendo en una aldea local entre los indios nativos de Quebec. Luego publicó su primera novela en francés "Çarepartpour un soliloque" En 1996 graba en N. York su tercer álbum "Innu Nikamu" (que en el dialecto de los indios del norte de Quebec significa "El ser humano canta") asociado con el pianista de jazz latino, Michel Camilo.

Poco después del lanzamiento de "Innu Nikamu", parte en carromatos para realizar una serie de conciertos a pequeña escala y recorre más de mil kilómetros al paso de los caballos. El 13 de octubre terminó en la capital francesa con una memorable actuación en el Théâtre de la Renaissance y en el Casino de París. Graba en español su último disco rebautizado ""Niña bonita" lanzado en los EE.UU., México, Argentina y España. Volvió a la Argentina para realizar una gira y presentar a dúo con Mercedes Sosa su propia canción “Monamour” que la Negra incluyó en su disco “Gestos de amor”.



DE MOSCÚ A LA HABANA

A principios de 2001, Nilda Fernández realiza presentaciones en Rusia y el reconocido cantante ruso, Boris Moïsseev le invitó a cantar dos canciones a dúo con él, los cuales se convirtieron en éxitos. Durante cinco años, vivió en Moscú donde aprendió ruso y dio conciertos en todo el país así como en Ucrania, Países baltos, Turkmenistán e Israel.En 2006, a petición del Ministerio Cubano de Cultura, escribió y dirigió un programa llamado "Las Noticias del Mundo", con treinta artistas de circo y bailarines. A continuación, hizo una gira por Rusia, Francia y Canadá con el pianista cubano Aldo López Gavilán.



GARCÍA LORCA

A lo largo de toda su carrera, Nilda Fernández fue fascinado por la obra de Federico García Lorca. No sólo su obra le inspiró, sino también su vida. Con esta fascinación es que grabo un álbum homenaje lanzado en el 99, "Castelar 704" (el número de habitación del hotel durante la estancia de Lorca en Buenos Aires entre octubre 1933 y marzo de 1934) es una colección de poesía de Lorca con música de Nilda Fernández y acompañada con la percusión de Mino Cinelú y las guitarras de Tomatito y Lucho González.





http://www.nildafernandez.com/

jueves, 1 de septiembre de 2011

Entrevista a Catalina Raybaud por Araceli Otamendi


(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Catalina Raybaud es compositora y cantante.
Nació en Buenos Aires en 1985. Desde niña siente fascinación por la música. A los 7 años tuvo su primer contacto con la guitarra y desde entonces es su fiel compañera. Comenzó a tocar en vivo hace diez años, con diversos grupos y formaciones como cantante y guitarrista.
Sus comienzos como compositora, a mediados de 2009 fueron acompañando diversos momentos y cambios en su vida.
Una vez finalizada su obra, convocó a músicos para formar su grupo y tocar en vivo.
Ha lanzado esta semana en un show su primer disco Detrás de lo que vieran. La entrevisté para Archivos del Sur

. ¿Cuándo empezaste a cantar? ¿En qué momento te diste cuenta que podías hacerlo profesionalmente?



Desde que tengo recuerdo que me gusta cantar y solía hacerlo en casa encima de distintos discos, luego a los 8 años comencé a tocar la guitarra mirando a mi tío y con un par de acordes que me enseñó mi madre y fue ahí donde comencé a cantar acompañada de mi instrumento, la guitarra. A los 15 años comencé a cantar en distintos lugares, el primero fue Club Pachá donde hacíamos un show con una banda fija y un grupo de cantantes, ahí supe que era eso lo que quería para mi vida.



¿Qué artistas te inspiraron? ¿empezaste con qué canciones?



Años atrás, cuando comencé a cantar en vivo, solía hacer temas de Fabiana Cantilo, Hilda Lizarazu y otros varios del rock nacional, luego empecé a incorporar temas melódicos en inglés del estilo de Eva Cassidy, Alanis, The Beatles, standars de jazz y bossa nova.

En relación a mi disco me inspiraron artistas como Jorge Drexler, Lisa Loeb, Kevin Johansen, Alanis Morrissette, entre otros.



¿También componés? ¿qué es lo que te inspira para cantar, para componer?



Compongo, mi disco está formado por 13 temas únicamente de mi autoría. Lo que me inspira para componer es la vida en general, el amor en todos sus ámbitos, pareja, amistad, cotidianeidad, etc.



Contame cuál es tu música favorito, cuáles son las estrellas de la música que te han guiado en tu carrrera


Me gusta mucho Jorge Drexler, me siento identificada con su música y su modo, me gusta mucho también Kevin Johansen, me siento identificada con su diversidad de géneros a la hora de componer y también me gusta mucho Lisa Loeb y Alanis Mosirressette con quienes me siento identificada con la formación de banda que tienen y la sonoridad.



¿De niña ya tocabas la guitarra? ¿en tu casa tocaban algún instrumento?


En casa mamá toca la guitarra y canta, más allá de su profesión de psicóloga y mi tío, quien venía todos los fines de semana, toca la guitarra y el piano, más allá de su profesión de contador y lo hacían cotidianamente, por lo que siempre estuve rodeada de música.



¿Dentro de la música argentina quiénes son tus preferidos?


Jorge Drexler, Kevin Johansen, Carlos (el negro) Aguirre, entre otros



¿Cuáles son tus próximos planes?



Seguir difundiendo mi primer disco solista "Detrás de lo que vieran", seguir tocando en vivo superándonos cada show y trabajar mucho para en algún momento poder grabar un segundo disco, para el cual ya tengo varios temas nuevos.



http://www.cataraybaud.com.ar/

www.myspace.com/cataraybaud

(c) Araceli Otamendi- Archivos del Sur - Todos los derechos reservados




miércoles, 24 de agosto de 2011

Entrevista a Raúl Etchelet por Araceli Otamendi












Amelia Bence (c) Aldo Sessa

(Buenos Aires)

Raúl Etchelet es autor del libro "La niña del umbral"´, libro biográfico, de memorias de la actriz argentina Amelia Bence editado recientemente por Corregidor.
Cuando leí el libro, ví las fotografías de la actriz y de las películas donde trabajó decidí entrevistarlo.
Amelia Bence empezó en el teatro a los cinco años, donde la dirigió Alfonsina Storni, que había escrito una obra para niños. Años después Amelia Bence interpretaría a la poetisa en una película.
La trayectoria de la actriz recorre gran parte de la historia del cine nacional, trabajó en La guerra gaucha, un hito del cine argentino, también en numerosas obras de teatro, realizó giras, viajó por el mundo, tuvo grandes amores.
Raúl Etchelet es argentino, nacido en Maipú (Provincia de Buenos Aires); autor, director, realizador audiovisual y un apasionado del mundo del cine. Tiene en carpeta una película sobre la vida de Amelia Bence y otra sobre Alberto Vacarezza, tal como lo hiciera hace años con Niní Marshall en “La película de Niní”(reconocida en el 20ë Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana 2005, entre otros).














Entrevista


¿Cómo definirías la manera de actuar de Amelia Bence? ¿una actriz más bien intelectual?



¿controlada en la escena, no temperamental?





Cuando irrumpió Amelia Bence, se decía que ella y José Gola eran dos actores de cine, una nueva manera de actuar pensando en que tu rostro se vería en una pantalla de siete por cinco. Los actores de entonces venían del teatro y la radio, dos medios que nada tenían que ver con el cine y había que aprender a actuar. Creo que Amelia descubre eso naturalmente y podemos agregar que supo aprender de todos los directores, era disciplinada y eso fue muy bueno para su carrera.



¿Por qué elegiste a Amelia Bence para este libro? ¿qué representa Amelia para el cine nacional?



La situación se dio sola. Yo estaba haciendo una investigación sobre Niní Marshall, que luego devino en Niní Marshall: La Biografía y en el documental La película de Niní, luego de algunos encuentros nació la idea de comenzar a trabajar en su autobiografía, después vinieron mas de dos años de investigación y encuentros. Es impresionante lo que ha trabajado Amelia, eso llevó mucho tiempo. Hoy es una cronología precisa de toda su carrera que cierra el libro y que nadie tenía. Creo que los periodistas o historiadores lo agradecerán. Amelia pertenece a una época irrepetible donde los estudios producían y los guionistas escribían para una estrella. Y la estrella cumplía llenando los cines. De todas maneras me parece que ella es solo una actriz, no una diva, cuando debió marcharse a buscar trabajo haciendo teatro por toda Argentina y por Latinoamérica no le pesó, todo lo contrario.


 Dentro de su trayectoria ella trabajó en muchísimas películas y obras de teatro, personificó a Alfonsina Storni, trabajó en La guerra gaucha, en comedias ligeras, en dramas, ¿Pensás que ella es una actriz muy dúctil? ¿o que a veces se vio obligada a representar tan diversos papeles para tener trabajo?



Si contamos  que hizo casi 50 películas, y que trabajó en dos de las que se consideran las 10 mejores películas del cine argentino, hasta la década del 70 más o menos, como La vuelta al nido y La guerra gaucha, Amelia no hizo nada que no quisiera. Hay comedias que tuvieron un gran éxito, aquí y en España, que sin embargo no parecían ser hechas para ella y no son menores que sus actuaciones en obras clásicas.



En cuanto a dos grandes amores que tuvo Amelia, tanto Alberto Closas con quien se casó y que ya era un actor conocido en Europa cuando vino a la Argentina y que luego se volvió a ir a España, y al escritor José María Fernández Unsain, ¿pensás que la relación que tuvieron con Amelia fue fundamental para ellos en sus carreras? ¿estar al lado de ella les hizo aumentar su fama, su prestigio?

Closas llegó al cine donde Amelia era estrella y Amelia volvió al teatro donde Closas era estrella. Ambos aprovecharon al máximo los años de exposición como pareja, llegaron a tener un elenco propio y a encabezar varias películas. La gente los recuerda juntos. Cuando muchos años después Barney Finn los juntó en Cartas de Amor, fueron un éxito. En cuanto a Fernandez Usain, él era un escritor en ascenso y sin duda escribir para ella fue una gran fortuna, juntos recorrieron Argentina y Chile en interminables giras y él nunca dejó de escribir y adaptar para la companía.


¿Fue fácil acercarse, trabajar con Amelia para escribir este libro? o te costó mucho que ella se abriera y contara, ya que dice en el libro que es muy reservada.


Costó mucho. Fueron más de dos años. Una cosa es decir voy a contar mi vida y otra hacerlo. Comenzar a desarmar los recuerdos y dejar que se cuenten solos, no es fácil, es decir dejar de lado la versión que nos hemos hecho de nuestra vida y empezar a mirarla con otros ojos para que la conozca otro es todo un proceso que lleva tiempo, en el caso de Amelia mucho más. Es reservada, muy reservada y pertenece a una generación donde la exposición de los temas intimos no estaba en juego, directamente no se decía nada y la prensa no publicaba nada o solo hacía alguna mención. El mayor logro del libro es que logra bajar todas las barreras y que Amelia cuente su vida como si estuviera en el living de su casa con un amigo, recordando sin apuro y frases hechas. Eso se logró releyendo y reescribiendo cada capítulo, sin miedo a contradicciones, descubriendo broncas y dolores pasados, alegrías y nostalgias.


Amelia Bence buscaba producir sus propias obras, montó un pequeño teatro en las Galerías Santa Fe, ¿fue en esto de autoproducir sus espectáculos una pionera?



Esa no fue la primera vez que armaba su propia companía, ya lo había hecho con Closas y con Fernández Unsain y corriendo con todos los riesgos. Evidentemente la gente de teatro es la única manera que conoce de ganarse la vida y así lo hacia, había que generar una obra y conseguir sala para poder trabajar, muy pocas veces se quedó sentada esperando un llamado. En aquella época de los 60 estaban comenzando a arriesgarse algunos actores y productores a lugares poco convencionales como sótanos y altillos y ella fue una de las primeras. La obra de Aristófanes que estrenó en ese momento generó un escándalo, muy de la época.


¿Qué destacarías más de la trayectoria y de la vida de Amelia Bence?


Que fue una actriz que trabajó para vivir y ganarse un lugar. Que supo aprender, que no se quedó sentada pensando que su rostro valía la carrera, que tuvo muy en claro lo que quería desde muy chica. Creo que el final de libro lo refleja claramente.



 ¿A qué otra gran actriz o estrella del cine argentino te gustaría entrevistar para escribir un libro?



Por ahora estoy abocado a la pre-producción del documental sobre Amelia y sobre Alberto Vacarezza y estoy comenzando una investigación muy interesante que aún no sé donde me llevará.


 ¿Qué tipo de investigación te llevó hacer para escribir este libro?



La base de La niña del umbral-Amelia Bence-Memorias es un gran trabajo bien preparado cronológicamente, con recortes, datos de bibliotecas y archivos personales, que sirvieron de base a los recuerdos que Amelia tenía de determinadas situaciones y momentos. Igualmente a medida que trabajo voy recorriendo día por día diarios y revistas y crónicas y relatos de la época para que además de saber que pasó entienda donde y porque pasó. Tener en claro como eran las costumbres y la vida social del país es la base para poder contar la historia personal, y a través de una historia personal sin quererlo terminas contando la historia de una parte de una generación, que se suma a la historia social y todo va encadenado. En síntesis nadie vive en Marte, la investigación se basa en contar el día a día del personaje.
 
(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur - Todos los derechos reservados
 
 

imágenes: gentileza de Raúl Etchelet