sábado, 17 de diciembre de 2011

Entrevista a Claribel Alegría por Araceli Otamendi (archivo)

                                                             Claribel Alegría


(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Esta entrevista a la escritora nicaragüense Claribel Alegría fue publicada originalmente en la revista Archivos del Sur cuando la poeta fue distinguida con el importante premio Neustadt que otorga la Universidad de Oklahoma y la prestigiosa revista World Literature Today.

Entrevista

Al enterarme de la noticia del Premio Neustadt otorgado por la Universidad de Oklahoma y la prestigiosa revista World Literature Today a la escritora Claribel Alegría me contacté con ella. Me respondió enseguida. A continuación, la entrevista exclusiva para Archivos del Sur.


Claribel Alegría nació en Estelí, Nicaragua, el 12 de mayo de 1924, pero se considera a sí misma salvadoreña, ya que desde niña vivió en Santa Ana, El Salvador. Se licenció en filosofía y letras en la Universidad de George Washington, Washington, D.C. Entre los años 1944 y 1947 tuvo como mentor a Juan Ramón Jiménez.
Estuvo casada con el escritor norteamericano Darwin J. Flakoll, que murió en Managua, Nicaragua, el 15 de abril de 1995. Tuvieron cuatro hijos. Residieron en distintos países de América y Europa. Actualmente, Claribel reside en Managua, Nicaragua.
La obra poética de Claribel ha sido parcialmente traducida a 14 idiomas.
En enero de 2006, se le otorgó el prestigioso Neustadt International Prize for Literature, administrado por la Universidad de Oklahoma y su prestigiosa revista World Literature Today...


¿Qué significa para usted recibir el Premio Neustadt otorgado por la Universidad de Oklahoma y la revista World Literature Today?

Recibir el Premio Neustadt, para mí signifícó una gran sorpresa. Daisy Zamora, una excelente poeta nicaragüense, me nominó. Cuando lo supe yo me reí y le dije que no nos hiciéramos ilusiones. Pasaron los meses, olvidé el asunto y cuál no va siendo mi susto cuando una tarde recibo una llamada de Robert Con Davis, de la universidad de Oklahoma, anunciándome que había ganado el premio. Me quedé muda, no sabia qué decirle. Confieso que estoy muy feliz y muy asombrada. Es un premio de gran notoriedad.


¿Está escribiendo actualmente?

Sí , sigo escribiendo. Creo que ya no podría vivir sin escribir. Me dedico sobre todo a la poesía que me ha ayudado tanto.Estoy trabajando ahora en un libro sobre mitos


¿Cuál fue la impronta más importante que le dejó su mentor, el poeta Juan Ramón Jiménez?

La impronta más importante que me dejó Juan Ramón fue la de quitar la hojarasca de mis poemas y procurar dejar la esencia.


¿Cuáles han sido los escritores y escritoras que más la han influenciado en su obra?

Creo que los escritores y escritoras que más han influido en mi obra han sido Juan Ramón, Emily Dickinson y César Vallejo. Debe haber otros, por supuesto.


Usted nació en Managua pero vivió muchos años en El Salvador, debido al exilio obligado de su padre. Quisiera que me cuente algunos recuerdos de ese exilio y si el hecho de haber estado exiliada ha influenciado su obra literaria.

Nací en Estelí, Nicaragua y cuando apenas contaba nueve meses me llevaron a El Salvador.Por eso yo me considero salvadoreña. Soy "salva nica" como me bautizó mi nieto Benjamín. Mi padre era nicaragüense y mi madre salvadoreña. Pasé mi infanica, niñez y adolescencia en El Salvador y nunca me sentí exiliada, pero oía hablar a mi padre, que pese a que amaba El Salvador, estaba siempre con su corazón puesto en Nicaragua. Cuando tenía 18 años viajé a los Estados Unidos para aprender el inglés y estudiar en la universidad. Fue un exilio voluntario y aprendí a ver a mi país en otra perspectiva, cosa que me ayudó mucho en mi escritura. El exilio que sí me dolió fue el de los años 80. El Salvador estaba en guerra entonces, y si yo iba, mi vida corría peligro.Desde que asesinaron a Monseñor Romero, me dediqué a denunciar las fechorías del gobierno

Estuvo casada muchos años con otro escritor, Darwin Flakoll, con quien también escribió obras en conjunto. ¿Podría decirme cuál fue su experiencia de estar casada con un escritor?

Mi experiencia de estar casada con un escritor fue extraordinaria. Bud (así lo llamábamos cariñosamente), fue, después de Juan Ramón, mi crítico más exigente. Cuando decidimos escribir juntos "Cenizas de Izalco", nos tirábamos los platos a la cabeza. Casi se nos hunde la novela, pero nos sentamos una noche a conversar, decidimos ser humildes y salvarla. Fue una experiencia enriquecedora. Los libros de testimonio los escribimos juntos. El fue el piloto. Era periodista y manejaba ese género mejor que yo. La poesía la escribí siempre sola. No creo que se pueda escribir con nadie más. Las novelas cortas también las escribí sola, pero él me ayudaba mucho , criticándome.

Se dice que no pudo asistir al funeral de su madre por haber estado amenazada de muerte en El Salvador, a eso se debe su poema Rito incumplido. Podría decirme si sus padres tuvieron influencia en su obra literaria.

Claro que mis padres tuvieron influencia en mi obra literaria. Tenían una magnífica biblioteca en la casa y me inculcaron el amor a la lectura. Más tarde, cuando se dieron cuenta de mi vocación, me animaron y nunca me puseron escollos, pese a que en ese tiempo, en El Salvador, estoy hablando de principios de los 40, la mayor parte de la clase burguesa despreciaba a las mujeres poetas. Claudia Lars, una excelente poeta de la generación de mi madre, luchó contra eso y me heredó su ejemplo.

Quisiera saber si lo conoció a Julio Cortázar y qué opinión tiene de su obra.

Conocí muy de cerca a Julio Cortázar. Fuimos amigos desde el año 62. Bud y y tradujimos un cuento suyo para una antología que Beacon Press publicó en Estados Unidos y que se llama: "New voices of Hispanic America". Lo conocimos en Buenos Aires; él, y su primera mujer, Aurora, estaban de paso. Al año siguiente nosotros nos trasladamos a París y allí la amistad se profundizó. Creo que Cortázar es un gigante de las letras universales. Su escritura no envejece.


Al poeta argentino Juan Gelman le dedicó los versos "Porque aprendí a quererme, ahora puedo sangrar con tus heridas". Quisiera que me contara si entre su poesía y la de Gelman ha habido influencia.

Sí, le dediqué a Juan el poema, "Porque aprendí a quererme/ puedo sangrar con tus heridas". El ahora sobra. Se le escapó a alguien. Juan y yo somos muy amigos, amo su poesía, pero creo que no ha habido ninguna influencia.


¿Qué escritores prefiere leer?

Hace ya algunos años que releo más que leo. Estoy siempre con algún clásico, me fascina la mitología y me interesan los jóvenes.


Usted ha traducido al escritor Robert Graves. ¿Podría decirme su opinión acerca de la obra de Graves?

Robert Graves me parece un gran escritor, un gran poeta y mitólogo. Su libro "La Diosa Blanca", tuvo en mí un gran impacto. Es un libro difícil de leer, pero imprescindible. Abre puertas y ventanas.

Quisiera saber qué opina acerca de la obra de Silvia Plath.

Silvia Plath me gusta muchísimo. Además de tener una inteligencia aguda era de una sensibilidad exacerbada, lo que la llevó al suicidio. Siendo tan diferente de Alejandra Pizarnik, las voces de estas dos mujeres extraordinarias me persigieron por un tiempo


Usted vivió en la época del boom latinoamericano en Deía, Mallorca.
¿De qué escritores se sintió más cerca, en el aspecto literario y también en el humano?

Cuando viví en París y en Mallorca, los escritores que más cerca estuvieron de mí fueron Cortázar y Carlos Fuentes. Sobre todo Cortázar.

¿Cuál es su opinión de la literatura latinoamericana actual?

Es difícil para mí opinar sobre la actual literatura latinoamericana, porque llegan pocos libros y revistas a Nicaragua. Por eso revistas como la suya son esenciales. Tendríamos que conocernos más entre nosotros. Por lo poco que he leído últimamente, me parece que hay voces que podrán llegar muy lejos.

¿Cuál es su opinión de la literatura de escritoras latinoamericanas?

En Centroamérica, que es la región que yo conozco mejor, hay escritoras de gran valor y son tomadas muy en cuenta.


¿Piensa que las obras de escritores latinoamericanos circulan como se debería entre los distintos países de habla hispana?

Ya contesté esa pregunta. En la década de los 60 "Casa de las Américas" en Cuba, nos ayudó mucho a conocernos. Ahora el vacío es grande. No sé, por ejemplo, qué escritores o escritoras jóvenes de talento, hay ahora en Bolivia, Perú, Argentina...


Usted da talleres literarios para niños con leucemia, una vez por semana. Podría contarme acerca de esa experiencia tan cercana a la enfermedad.

Sí, todos los miércoles, Ernesto Cardenal, que fue el inspirador de estos talleres, uno o dos poetas más, y yo, vamos al hospital infantil de La Mascota a jugar a la poesía con los niños enfermos. Les leemos poemas de otros poetas, les decimos que hay que jugar con la poesía, como se juega con los colores, que no hay que tenerle miedo, que hay que acecharla. Después de que les hemos leído algunos poemas, ellos escriben y leen en voz alta lo que han escrito. Elegimos los poemas mejores y estamos a punto de publicar una pequeña antología. Esos miércoles enriquecen. Hay niños con verdadero talento Al escuchar y escribir poesía se distraen de su enfermedad.


¿Dónde vive actualmente? ¿Cómo es un día de su vida en el presente?

Vivo en Managua, pero viajo dos o tres veces por año. ¿Qué cómo es mi día? Después de desayunar, leer el periódico y decirle a la empleada lo que vamos a comer, reviso mi correo electrónco, que es voluminoso. Contesto lo que puedo y me pongo a traducir poesía. Ese es mi hobby. Ahora, junto a mi hijo, Erik Flakoll, que lee chino, estamos tratando de traducir El Tao al español. Por la tarde leo, escribo, converso con los amigos que vienen a verme, me comunico con mis plantas y escucho música. Por las noches, veo alguna película en la televisión o en DVD y sigo leyendo hasta que me vence el sueño.

(c) Araceli Otamendi-Archivos del Sur - Todos los derechos reservados

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Rosa Montero en Buenos Aires (archivo)


tapa del libro La loca de la casa



(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Esta nota fue publicada en la revista Archivos del Sur cuando la escritora y periodista española Rosa Montero vino a Buenos Aires a presentar su libro La loca de la casa.
Ahora se publica en este blog de entrevistas.
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Rosa Montero en Buenos Aires

(Buenos Aires) Araceli Otamendi

La escritora española Rosa Montero presentó hace unos días en Buenos Aires, su último libro “La loca de la casa”, editado por Alfaguara. La presentación se hizo en una librería del Village Recoleta, uno de los lugares de mayor poder adquisitivo de la ciudad y habitual paseo de porteños y turistas.
Acompañaban a la escritora española y columnista del diario “El País” de España, la humorista y dibujante argentina Maitena, que colabora también en ese diario y Ezequiel Martínez, hijo del escritor Tomás Eloy Martínez.
Entre Rosa Montero, Maitena y Ezequiel Martínez se disputaban la palabra con humor y casi en un juego, como lo habían anticipado desde el inicio de la presentación. Rosa Montero es una mujer inteligente, de respuestas rápidas, parece ir a una velocidad supersónica cuando habla y habla muchísimo. Tiene el pelo rojizo, aseguró haberse teñido ella misma y en conjunto tiene un aire desenfadado e informal.
El público numeroso para el lugar, estaba compuesto en su mayoría por mujeres y por las preguntas que hacían era evidente que muchos conocían el libro a presentar y otras obras de la escritora española.
“La loca de la casa” no se enmarca en ningún género en particular sino más bien está entre la novela, la autobiografía y el ensayo.
Rosa Montero señaló ante una pregunta que le gustaría que el libro fuera leído para ser disfrutado. Maitena, quien aseguró que no le agradaba presentar libros y que había rechazado hacer la presentación de un libro que no le había gustado, intervino en el diálogo con preguntas incisivas y divertidas y dijo que cuando empezó a leer “La loca de la casa” ya no lo pudo dejar.
Casi se trataba de un duelo humorístico entre quienes presentaban.
Rosa Montero dijo que todos los libros nacen de una manera muy enigmática, nacen de un “murmullo”. “Este libro nació hace quince años” dijo Montero, un día se me ocurrió escribir un libro de reflexiones sobre la escritura. Todos los novelistas escribimos un libro sobre la escritura”. La escritora española había empezado a tomar notas desde hacía años - lo hizo también durante la presentación en un anotador, mientras hablaba y contestaba preguntas -.
Al tiempo de empezar a recopilar esas notas, dijo, se le ocurrió el título del libro “La loca de la casa” que es una frase de Santa Teresa para designar a la imaginación. El tema del libro es la imaginación, dijo la escritora, y recordó que hacía poco había estado con Fernando Savater y el filósofo había dicho que él no tenía imaginación. “No se dan cuenta que su propia identidad se basa en la imaginación” dijo Montero, refiriéndose a los seres humanos. “Nuestra identidad se basa en el recuerdo de nuestra historia, es lo que nos permite vivir”. La escritora también explicó: “Es un libro juguetón, como el baúl de un mago”, “pasan cosas imposibles pero queremos creerlas”. Y también dijo: “la gente quiere ser engañada, retroceder a la infancia cuando cualquier cosa puede ser posible”. “El lector puede elegir en este libro qué es verdadero y qué no lo es, en muchas cosas he mentido, en otras no”, dijo. También mencionó una crítica de “La loca de la casa” que publicó el escritor Mario Vargas Llosa a quien señaló como un gran crítico literario y un formidable lector.
El escritor de origen peruano, autor de “La ciudad y los perros” entre muchos otros libros, tiene además una obra “La verdad de las mentiras” donde habla del tema.
Vargas Llosa, dijo Montero, después de haber leido “La loca de la casa” creía que yo tenía una hermana y no tengo ninguna hermana, en cambio lo de los enanos en Alemania, que parecía mentira, eso es verdad, aclaró y afirmó: “lo que quiere decir el libro es que la vida imaginaria es tan real como la vida real”.
La escritora española aseguró que este último libro comparado con los anteriores, es el que está más cerca de lo que se propuso cuando lo escribía. Ante la pregunta de quien escribe si como autora se había sentido más libre para escribirlo al tener este libro bastante de autobiografía, Montero respondió que la escritura de cada libro es una búsqueda de libertad que se puede lograr también mediante las ficciones y uno de los objetivos de la creación literaria sería encontrar cada vez mayor libertad de creación y de expresión en cada libro que se va escribiendo.
En la parte final de la presentación, el público hizo preguntas donde se podía reconocer haber leido éste y otros libros de la autora española. Entre otras preguntas, el público estaba interesado en saber cuáles eran las mentiras y las verdades que figuraban en el libro.
“Uno siempre escribe para tratar de entender, es un camino de conocimiento, cuando cuento escenas de la vida de otros escritores, eso es verdad. Donde miento es cuando hablo de mi”, dijo Montero.
Maitena dijo que el libro tiene profundas verdades del mundo de los editores, hay mucho sobre la vanidad y también muchas anécdotas. También señaló como interesante el tema de las mujeres de los escritores. Montero dijo entonces que la mayoría de las mentiras literarias son la única manera de acercarnos a la realidad profunda, a ese lugar al que sólo se puede acercar a través de los mitos, de las leyendas y de las ficciones.
Al abordar el tema de la infancia, la escritora española dijo: “Lo que recordamos de nuestra infancia hoy no es lo mismo que recordábamos hace veinte años. Vamos adaptando el recuerdo de nuestra vida al mundo. Todos vamos armando de alguna manera como narradores nuestra historia”. Entonces con humor acotó Maitena que alguien dijo que “ordenaba sus recuerdos en base a los mundiales de fútbol”.

© Araceli Otamendi- Archivos del Sur -Todos los derechos reservados

jueves, 8 de diciembre de 2011

Entrevista a Catalina Parra por Araceli Otamendi (archivo)

                                                           Catalina Parra


(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Entrevisté a Catalina Parra cuando se desempeñaba como Agregada Cultural de la Embajada de Chile en la Argentina. Esta entrevista fue publicada inicialmente en la revista Archivos del Sur y ahora se reproduce en el blog de entrevistas.
Hija del poeta Nicanor Parra, recientemente distinguido con el Premio Cervantes, sobrina de Violeta Parra, Catalina Parra es artista plástica.


Entrevista a Catalina Parra por Araceli Otamendi

"Para mí esta experiencia argentina ha sido capital. Estoy enormemente agradecida de todas estas experiencias que me tenía reservada la Argentina"

Catalina Parra actualmente se desempeña como Agregada cultural de la Embajada de Chile en Argentina. Es una reconocida artista plástica que ha expuesto sus obras en New York, en Alemania, Buenos Aires y en otros países. Hija de Nicanor Parra y sobrina y ahijada de Violeta Parra, Catalina Parra creció en una familia de artistas. La entrevisté en su oficina de la Embajada de Chile en Buenos Aires. En la fotografía se puede ver a Catalina Parra y detrás de ella un retrato de Violeta Parra.

(Buenos Aires)

¿Catalina, qué significa para vos llevar el apellido Parra? ¿Cómo lo sentís?

Por un lado es un peso, por el otro lado es una responsabilidad y por otro lado es la cosa más natural del mundo.

Vos sos artista plástica, ¿podrías contarme algo de tu carrera?

Hago instalaciones y vivo desde 1980 en Nueva York. Allá recibí la beca Gugenheim. Cuando llegué a Nueva York mis hijos eran adolescentes, ahora ya son grandes y están todos casados. Mi primera exposición grande en Estados Unidos fue en el MOMA. En vista de eso decidí quedarme a vivir allá. Después hice muestras en museos importantes de todo el mundo desde el año 1980.

¿Cómo fueron tus inicios como artista plástica? ¿Fue en Chile?

Yo empecé como artista plástica en Alemania. En el año 1968 llegué a ese país y viví ahí hasta 1972. Allá hice mi primera exposición.

Es decir que tu vida transcurrió en muchos países que no son Chile

He estado viviendo bastante tiempo fuera de Chile pero también volviendo constantemente y además siempre con proyectos de muestras y otra razón para volver es que allá viven mis padres. Siempre mi vida es un irme y volver a Chile.

¿Cuál es tu parentesco con Violeta Parra y con Nicanor Parra?

Soy hija de Nicanor Parra y sobrina y ahijada de Violeta Parra y también prima hermana de Isabel Parra.

La tuya es una familia de artistas...

Sí, todo el mundo hace algo.

Desde tu infancia ¿viviste eso?

Lo viví, y sabes que yo me he preguntado cómo se da eso, además de la cosa genética, tú creces en un ambiente así que es un caldo de cultivo para ser artista. Porque toda la gente está tocando la guitarra o haciendo otra cosa y entonces es lo más natural del mundo que un niño tome la guitarra o que lea o se ponga a dibujar. Eso es parte de la vida diaria. En mi familia el arte no ha sido algo al margen de la vida cotidiana, siempre ha sido una parte integral de nuestra vida. Y entonces desde ahí yo entiendo que se haya producido algo así en nuestra familia que además es una familia que se visita mucho, una familia muy unida, muy de “clan”. Entonces los niños van copiando como copian todos los niños y van haciendo cosas. Yo creo que eso es lo que ayuda al desarrollo de los niños además de ciertas condiciones innatas.

Además de tener condiciones innatas está eso del caldo de cultivo, de tener integrado el arte a la vida cotidiana...

Exactamente, está eso de que las actividades artísticas sean algo cotidiano, natural.

Pasando a otro tema ¿desde cuándo te desempeñás como Agregada cultural de la Embajada de Chile en la Argentina?

Desde el año 2000.

¿Cómo viviste los acontecimientos que convulsionaron a la Argentina desde el año 2001?

Lo he vivido con una gran admiración por la cultura en la Argentina porque mientras más desastrosa se veía la situación económica se veía más impulso para la creación artística. Hay una relación solidaria entre los artistas. Es impresionante la cantidad de muestras con entrada gratis que hay, es una cosa tan admirable porque es como si sacaran energías del aire y de las confrontaciones sociales. Es muy increíble este fenómeno de las actividades artísticas estos últimos años.

¿Eso es lo que más te llama la atención?

La gente no ha parado, está llena de proyectos.

Eso es cierto. Parece que se alimenta todo el campo artístico cuánto más dificultades y tristeza hay...

Yo creo que en alguna parte tienen que verter las energías y muchas energías se ha vertido hacia ahí, en la creación artística.

Y esta forma de responder a la crisis que tenemos los argentinos ¿te parece distinto a la forma de responder de los chilenos frente a una crisis semejante? ¿Cómo lo ves?


Lo que pasa ha sido diferentes las crisis que me han tocado a mi vivir en Chile. Después del golpe militar en Chile había grupos de gente entre los que estaba yo, se hacían seminarios en distintas casas todo el tiempo. De alguna manera para poder sobrevivir ,hacíamos eso. Se generaba una especie de solidaridad y sentido en el trabajo.

¿De qué eran esos seminarios’

De arte y literatura y de escritos críticos. Nos reuníamos con intelectuales como Enrique Lihn por ejemplo, y con artistas plásticos, a leer y hablar de ciertas cosas una vez por semana.

Por lo que me contás se me ocurre que esas actividades eran mucho más silenciosas que lo que ocurrió aquí en Argentina durante la última crisis.

Sí, mucho más silenciosas porque era una reacción al golpe militar y en esa situación estaba todo muy limitado. El caso argentino creo que es único en su género, y no ocurre en dictadura.

Yo creo que el fenómeno de la crisis del 2001, cuando la gente salió a protestar a la calle, se expresó, se hicieron muestras, también en poesía, en muchos ámbitos de la cultura. Pero aquí también cuando tuvimos el golpe militar había digamos muchas restricciones, si se escribía era en secreto, si una pintaba era en un grupito chiquito, tampoco se podían hacer reuniones...

El fenómeno argentino de la crisis y la respuesta que ha tenido la gente expresándose en actividades artísticas me parece algo muy único.

Pasando a otro tema quisiera conocer algunos de tus proyectos para este año

Este año como Agregada cultural aquí vamos a conmemorar el Centenario de Neruda que se va a hacer en todas partes del mundo, por decreto presidencial. También se hará en la Feria del libro de Buenos Aires donde va a haber una maratón de lectura. Se va a invitar una serie de gente del mundo del arte, del mundo político y estamos viendo la posibilidad de que el Presidente Lagos también venga. También vamos a conmemorar el Día de Chile que es el 1 de Mayo- habrá una mesa redonda sobre Neruda con Antonio Skármeta y otros escritores. Y además de la Feria del libro se le hará un homenaje a Neruda en la Biblioteca Nacional y en la Universidad de La Plata, donde hay una cátedra de estudios chilenos cuyo titular es Enrique Foffani.
Con todo ese material queremos editar un libro en conjunto con la cátedra en la Universidad de la Plata.

Chile tiene el aura de ser un país de poetas más que de narradores.

Hay muchas poetas mujeres, el año pasado hicimos una presentación de varias poetas chilenas en el ICI – Instituto de Cooperación Iberoamericana- .Quisimos traer poetas mujeres para quebrar un poco esa tradición de que los poetas en Chile son hombres.

Sí, las recuerdo porque estuve ahí. Parecería que ahora hay una nueva generación de escritores en Chile que quieren cambiar y ser más narradores que poetas, como el ganador del Premio Biblioteca Breve que es un chileno.

Sí, además el Premio Planeta lo ganó Antonio Skármeta este año. Yo creo que hay una ebullición literaria muy grande en Chile, en las nuevas generaciones. Hay que destacar el gran cambio que significó la publicación de “Lumpérica” de Diamela Eltit. Creo que desde ese momento lo que es narrativa y poesía escrita por mujeres ha tenido un vuelco impresionante. Yo creo que eso nace después de la dictadura, también con el aporte de críticos como Nelly Richard. Hay un movimiento crítico muy fuerte en Chile que se consolida en la dictadura y eso ayuda a toda esta ebullición.

Tal vez entonces esté cambiando el aura de Chile, que pase de ser un país de poetas a ser un país de narradores. Y como en toda Latinoamérica los escritores siguen produciendo y produciendo...

La producción argentina es enorme, también el teatro que es impresionante la cantidad de obras que hay...

¿Cómo es el teatro en Chile?

En Chile yo diría que el teatro es el hermano menor del teatro en Argentina.

¿Por qué?

Yo creo que es un género que no está tan desarrollado como acá., aunque hay buenos autores teatrales como Galemiri. El teatro chileno está comenzando a agarrar vuelo. Aquí hay muchos dramaturgos, gente que ha venido de afuera también y que contribuyó a consolidar el género.

Y también el teatro cuando se empieza a escribir en Argentina nace de la épica gauchesca, el nacimiento del teatro argentino es la obra “Juan Moreira” de Eduardo Gutiérrez

Y además aquí hay mucho teatro joven.

En cuanto a la plástica en Chile ¿qué panorama ves actualmente?

Yo creo que es de alto nivel en cuanto a instalaciones, a fotografía, a la pintura la conozco un poco menos. Tengo la mejor opinión de los jóvenes artistas chilenos.

Por lo que he visto me parece que están muy movilizados.

Sí, están muy al día de lo que está ocurriendo afuera, muy insertos en la búsqueda estética.

¿Tienen apoyos del estado, subsidios?

Felizmente existe ahora un Ministerio de Cultura que se inauguró el año pasado. Es una gran esperanza y se está armando en todo nivel en Chile, en regiones también, es algo que no teníamos hasta ahora.

¿Cómo es tu vida en New York?

Tengo familia y amigos. Mi vida es la vida de una artista, además he trabajado como educadora y como artista, mi vida es muy intensa.

Tendrás todas las posibilidades que da Nueva York a una artista.

Sí, las posibilidades y las conexiones, tengo amigos, la mía es una vida muy intensa como la tengo aquí en Buenos Aires también.

¿Tu vida es muy intensa aquí?

Sí, con mucha intensidad de tipo cultural y además me encanta bailar tango, vals y milonga. Tú sabes que con el tango no hay términos medios, cuando te gusta es adicción.

¿Vas a bailar seguido?

Sí, dos o tres veces por semana, el tango es una maravilla. El tango también es algo que está muy arraigado en Chile, se sigue escuchando a Gardel, también se baila tango allá, el entusiasmo es el mismo. Pero el fenómeno no es sólo en Argentina y en Chile sino también en Nueva York. Y hasta producen revistas de tango. Son como las revistas de tango de aquí pero en inglés.

Para finalizar ¿cómo describirías tu experiencia en la Argentina?

Para mí esta experiencia argentina ha sido capital. Estoy enormemente agradecida de todas estas experiencias que me tenía reservada la Argentina.

© Araceli Otamendi - Archivos del Sur