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jueves, 22 de julio de 2021

Entrevista a Lucrecia Merico por Araceli Otamendi

 






(Buenos Aires) Araceli Otamendi 

Lucrecia Merico es cantante, actriz, productora, gestora cultural. Su repertorio incluye tangos y  música de distintos géneros. Ha participado y participa en diversos espectáculos sola y con otros  artistas y ha cantado junto a grandes figuras del tango como María de la Fuente, Néstor Fabián, Tito Reyes, Nelly Vázquez, entre otros, en  el Ministerio de Cultura de La Nación. Y también como actriz ha trabajado  junto a  Armando Manzanero y  María Martha Serra Lima en el Teatro Ópera, de Buenos Aires.

Ha compartido escenarios con grandes figuras de la escena nacional.

Desde 2014 es Coordinadora de música del ECuNHi – Espacio Cultural Nuestros Hijos – donde coordina seminarios y talleres. Además realiza el Festival de Tango del ECuNHi, el Ciclo Grandes Maestros, en donde participan grandes maestros de todas las disciplinas del arte, brindando un Seminario y charlas, Nuevos discos Argentinos, que es la presentación de nuevos discos de artistas consagrados y emergentes, coordina los talleres de Música y también dicta talleres para Personas Mayores y para toda la Comunidad.

Conocí a Lucrecia Merico hace varios años, cuando asistí a ver una obra de teatro donde ella cantaba “tangos reos”. Me llamó la atención la manera de cantarlos. Con una actividad incesante, desde que empezó la pandemia de covid19, ha continuado cantando y brindando espectáculos por streaming, recitando poemas, y no ha cesado con el canto presentándose de distintas formas,  a través de las redes sociales,  guardando los cuidados que se han impuesto por la pandemia.

Empezó a cantar a los cinco años, con su madre, en ruso. Y su carrera profesional se inició en 1998. Con una destacadísima trayectoria, Lucrecia Merico respondió a mis preguntas para la revista Archivos del Sur.

 Los jóvenes y las Personas Mayores son las puntas del mismo lazo unidas por el género más representativo de los porteños: El Tango”.

 Entrevista

AO.-¿Cuándo y cómo descubriste tu vocación por el canto?

 LM– Empecé a cantar a los 5 años, con mi madre en ruso, cantábamos juntas. Yo cantaba en lo que entendía, nunca supe si era ruso, jaja. En mi casa no había heladera y me mandaban con una olla de aluminio a la casa de una vecina a buscar hielo, cuando me lo entregaba, yo en devolución le cantaba una canción. Lo hacía como agradecimiento, como una especie de ofrenda.

 AO. - Recuerdo que te conocí hace unos años en una obra de teatro y vos cantabas tangos reos, ¿por qué elegiste ese repertorio?

 LM.- Cuando empecé a cantar profesionalmente en 1998, me dediqué exclusivamente al tango reo. Lo elegí porque me daba mucha  alegría hacerlo y de algún modo desmitifica esa frase tan trillada, de “el tango es triste”. Es un subgénero ideal para una cantante / actriz, ya que todo está en sus letras, la música solo acompaña el relato. Siempre, en los shows, sigo cantando algunos, es un sello de identidad.

 AO. -¿Qué diferencia el tango actual del tango clásico? ¿En las letras hay otra mirada sobre las mujeres?

LM.- Fundamentalmente la diferencia consiste en la mirada social que tiene ahora, el lenguaje que se utiliza, cambió el lunfardo y el   tema de la mujer es uno de los más importantes, ya que en los tangos antiguos o clásicos, se naturalizaba la violencia de género. Ahora se escriben letras en donde se denuncian esas situaciones.

AO.- Entre las y los letristas y compositoras y compositores  ¿a quiénes incluís que hayan compuesto tangos que te guste cantar?

LM.- Yo me dedico principalmente a hacer versiones de tangos clásicos. De la poesía actual, elijo temas de Claudia Levy, Marisa Vázquez, Martina Iñiguez y Raimundo Rosales, hace poco tiempo que estoy incluyendo temas actuales. Si bien soy la creadora y organizadora de la Bienal de Poetas Contemporáneos del Tango desde 2013., ya que considero que tienen que tener mayor visibilidad.

AO.- ¿En qué lugares te gustaría cantar y todavía no lo hiciste?

LM.- En el CCK – Centro Cultural Kirchner -,  en algunos teatros de Buenos Aires que son muy importantes y en el Carnegie Hall ( jajaja)

AO. -¿Cómo fue tu vida y tu profesión durante la pandemia del covid-19? ¿Cómo te organizaste para hacer espectáculos por streaming cuando no se podían hacer en forma presencial?

 LM.- Cuando comenzó la pandemia, me quedé durante un mes en estado de contemplación, quería ver, sentir esa experiencia nueva, más allá de lo desagradable, era nueva. Al mes inicié un ciclo de poesía que publicaba todos los días en mis redes (Instagram/ Facebook ), se llamaba “Cada Dia una poesía” lo hice durante más de dos meses. A la par  era invitada a hacer videos para formar parte de ciclos y de festivales independientes. En octubre, realicé mi primer Streaming en vivo, desde La Bohemia Concert y en diciembre grabé mi sexto disco “ Re Nacer”, transmitido en vivo por mi canal de youtube, desde el estudio de grabación, junto a mi guitarrista Juan Iruzubieta. A partir de noviembre comencé a presentarme en vivo, hasta el mes de marzo donde nuevamente se cancelaron los  shows. Retomé la presencialidad el 4 de Julio en Pista Urbana, en la vereda como se estila en este tiempo.

 AO.- ¿Las personas más jóvenes tienen interés en el tango?

LM.- Si, los jóvenes se empezaron a interesar a partir del tango electrónico y del baile, cuando voy a cantar a las milongas, la mayoría son muy jóvenes. Hay muchas orquestas integradas por músicos sub 30. También pasa con el público que viene a los shows.

AO.- ¿Podés contar alguna anécdota que te haya ocurrido en tus espectáculos?

LM.- Cuando fui integrante del elenco de La Botica del Ángel junto a Eduardo Bergara Leumann, me hacía cantar tangos reos, que hablaban de hombres que abandonaban a sus mujeres por otras muy feas, y en una oportunidad, me dijo “Mirá ahí llegó el que te arruinó la vida” y le fui a cantar, adelante de todos, el tango “Que querés con ese loro”. Cuando terminé de cantarlo me enteré que el hombre era el Embajador de Ucrania. Hay miles de anécdotas que sucedieron en La Botica. Y a lo largo de este camino, pero esta fue inolvidable.

AO.-Actualmente estás a cargo de las actividades musicales en el ECuNHi, ¿cómo es ese trabajo que hacés? ¿Qué destacarías?

 LM.- Desde el año 2008, comencé dando talleres en el Espacio Cultural Nuestros Hijos, (ex ESMA ) y en 2014 me nombraron Coordinadora de Música. Realizo el Festival de Tango del ECuNHi, (vamos por el 10°), el Ciclo Grandes Maestros, en donde participan grandes maestros de todas las disciplinas del arte, brindando un Seminario y charlas, Nuevos discos Argentinos, que es la presentación de nuevos discos de artistas consagrados y emergentes, coordino los talleres de Música y también dicto talleres para Personas Mayores y para toda la Comunidad. Es muy interesante la tarea ya que todo se enmarca dentro del Arte con Memoria.

AO.-¿Cómo reciben las personas mayores actualmente el tango? ¿Participan cantando? ¿bailando?

LM.- Las personas mayores, participan de todas las maneras, no solo como público participativo, sino también comenzando un camino para dedicarse al tango, ya que en muchos casos son sueños que quedaron pendientes por diversas razones. En 2010, fui Directora Artística de un cd, “Señales de vida”, en donde grabaron 7 Personas Mayores, (seleccionadas entre 400 que participaron en mis talleres de Interpretación y repertorio de Tango). El disco se presentó en el Primer Festival de Cosquín para Personas Mayores. También fueron tapa de espectáculos de un diario de tirada masiva.

Los jóvenes y las Personas Mayores son las puntas del mismo lazo unidas por el género más representativo de los porteños: El Tango.

 

Lucrecia Merico: redes, estudios y trayectoria

                                                                

Redes.

http://www.facebook.com/lucreciamerico

https://www.facebook.com/MericoLucre

www.instagram.com/lucreciamerico

www.twitter.com/LucreM

https://www.youtube.com/user/tangosreos/featured

 

Trayectoria

 

ESTUDIOS REALIZADOS RELACIONADOS CON EL ARTE

 

 

 Vocalización y canto: profesora Mabel Moreno

 

Repertorio de tango: Maestro Mario De Carlo

 

Fonoaudiología: Lic. Ana Inchausti

 

Actuación: Beatriz Matar

 

Expresión corporal: Luis Salado

 

Investigación Creativa: Susana Torres Molina

 

Humor en el teatro: Tina Serrano

 

Entrenamiento Actoral: Laura Yusem

 

Poesía en el teatro: María Rosa Gallo

 

Dirección Escénica: David Amitín

 

Radioteatro: Jorge Deltell

 

Piano complementario: Aida Stamponi

 

Técnica Vocal : Nora Faiman

 

Seminario para formación como docente de canto: Nora Faiman

 

Técnica vocal y fonoaudiología: Magdalena León (en la actualidad )

 

Comenzó como cantante en el año 1998.

Durante 1998 y 1999 participa del ciclo “Las Voces del Tango, junto a grandes figuras del Tango, María de la Fuente, Néstor Fabián, Tito Reyes, Nelly Vázquez, entre otros, en  el Ministerio  de Cultura de La Nación.

Participa en los Festivales de Tango de Buenos Aires (oficiales e independientes.)

Fue galardonada en el año 2005 por la Legislatura por su aporte a la Cultura Nacional y Popular

Formó parte del elenco de la mítica Botica del ángel, junto a Eduardo Bergara Leumann.

Como actriz trabajó con Armando Manzanero y María Martha Serra Lima en el Teatro Ópera de Buenos Aires.

 Se presentó en Plaza de Mayo, acompañada por la Orquesta Nacional de Música Juan de Dios Filiberto, ante 100.000 personas, el 24 de Marzo de 2010.

Es cantante invitada desde 2009 de la Orquesta Nacional de Música Juan de Dios Filiberto.

Representó a la Argentina en la Expo Milano 2015 (Italia )

Compartió escenario con grandes figuras de Escena Nacional .

Presentó espectáculos en las más prestigiosas salas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires:

Tecnópolis, Feria Internacional del Libro, Teatro Pte. Alvear, La Usina del Arte, Colegio de Escribanos, Teatro Maipo, Teatro San Martin ( Sala Casacuberta ), Teatro 25 de Mayo, Centro Cultural Recoleta, Centro Cultural San Martin, Hall del Teatro San Martin, Teatro Roma, Teatro Argentino de La Plata, Teatro del Viejo Consejo, Teatro York, Teatro de la Casa de la Cultura de Maldonado (Uruguay ), Hotel Faena, Sofitel Arroyo, Clásica y Moderna, Café Tortoni, Los 36 Billares, Café Homero, Esquina Homero Manzi, Pista Urbana, Forum Cultural de Zárate, entre otras.

 

Co-creadora de varios espectáculos:

 

Y ¿por qué no? Bagdad Café, junto a la titiritera Sarah Bianchi

Muñecas Bravas, junto a Tiki Lovera ( con traducción simultánea a lengua de señas )

Tango sin grupo , junto a Hernán “ Cucuza “ Castiello.

Cortázar en el Tango, presentado en la Feria del Libro de Buenos Aires.

De profesión poeta, presentado en el Festival y Mundial de tango de Buenos Aires.

Gardel entre reos y criollos, junto a María de los Angeles “Chiqui “ Ledesma.

Con el alma en vilo, junto a Magdalena León.

entre otros

 

Tiene editados 6 discos: Sin vueltas ( Tango-2006), Las minas del tango reo ( Tango – 2007 ), Por eso ( Tango – 2014 ), Un mundo raro ( Boleros 2017 ), Intima ( Tango 2019 ),

 

Re Nacer (Varios géneros – 2020)

 

4 singles ( 2021 )

 

Participó en cds de otros artistas como invitada.

 

Antecedentes en la Gestión Cultural.

 

En Julio de 2008, fue convocada por Teresa Parodi,  Directora General del Espacio Cultural Nuestros Hijos, (ECuNHi ) para dictar un taller de  “Interpretación y Repertorio de Tango “, que coordina en la actualidad.

 En  Enero de 2009 también fue convocada para dictar del taller de “El Tango y sus expresiones “para Adultos Mayores pertenecientes a PAMI, en el ECuNHi.

Directora artística del CD “Señales de vida “, realizado con adultos mayores de 70 años, seleccionados entre 400 alumnos que asistieron al taller.

Auspiciado por PAMI  y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

Directora Artística del espectáculo “Señales de vida”, que fue presentado durante el año 2011 en el Teatro Roma de Avellaneda. Auspiciado por el Ministerio de Desarrollo Social de La Nación y PAMI

 Organizadora y Programadora general del Festival de Tango en el ECuNHi, desde 2011 hasta la actualidad.

Creadora y Directora de Tango en Compañía, con quienes realiza espectáculos desde Mayo de 2012 (todos integrantes del Taller de Interpretación y Repertorio de Tango que dicta en el ECuNhi.)

Desde 2014 es Coordinadora de Música en el Espacio Cultural Nuestros Hijos.

(c) Araceli Otamendi 

 

 

 

 

 

 

viernes, 14 de noviembre de 2014

Entrevista inédita a Mirta Arlt por Araceli Otamendi



 



(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Mirta Arlt nació en Córdoba, en 1923. Era hija del escritor argentino Roberto Arlt y de Carmen Antinucci. Murió en Buenos Aires el 12 de noviembre de 2014. Su nombre completo era Electra Mirta Arlt. Según contó una vez, el nombre Electra fue elegido por su padre y Mirta, por su madre.

Era traductora nacional de inglés y Profesora de Lengua y literatura por la Universidad Nacional de Córdoba. Como profesora trabajó en varias universidades nacionales como la de Buenos Aires y la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Era también investigadora de teatro. Escribió numerosos libros y trabajos, entre ellos la novela El sobreviviente, premiada. También numerosos ensayos sobre la obra de Roberto Arlt y los prólogos a varias de sus obras como Los siete locos, 300 millones, La juerga de los polichinelas y El desierto entra a la ciudad. También trabajó como guionista en las adaptaciones cinematográficas de las novelas de Roberto Arlt Los siete locos y El juguete rabioso.

Recibió el Premio Municipal por su novela El sobreviviente y el premio Rául Doblas otorgado por Argentores.

Conocí a Mirta Arlt en el año 1986, cuando concurrí por primera vez a uno de los talleres literarios que ella coordinaba en la Sociedad Argentina de Escritores, en la sede de la calle Uruguay. Durante cinco años seguí participando en sus talleres, primero en la SADE y después con un pequeño grupo, en su casa. En el taller literario que ella coordinaba estudié literatura inglesa y norteamericana, literatura argentina, latinoamericana y europea, teatro, narrativa policial e hice investigación en literatura policial.

Esta entrevista inédita que le hice a Mirta Arlt fue realizada en la Sociedad Argentina de Escritores, en la época en que yo participaba de uno de los talleres literarios que ella coordinaba en esa institución en el año 1987.

Recuerdo a Mirta con cariño y agradecimiento.

Entrevista a Mirta Arlt por Araceli Otamendi

(Buenos Aires)

Mirta Arlt está de regreso en Buenos Aires después de un viaje a París donde participó en un homenaje a su padre, el escritor Roberto Arlt.

La literatura

Araceli Otamendi: - En ocasión de su último viaje a Paris ¿podría decirme cómo los intelectuales franceses ven la literatura argentina actual?

Mirta Arlt: - Yo creo que hay un gran interés por la literatura argentina en este momento porque los franceses están en un cierto estancamiento. No hay corrientes nuevas como en la época de Sartre, de Camus. Los franceses se encuentran mirando hacia afuera y eso hace que nos descubran y se interesen por los escritores de América Latina. No podría decir por qué. La intuición mía es que tienen el mito de lo exótico y miran hacia los escritores de América en busca de cierto exotismo pero no en corriente de pensamiento, buscan el color local, lo exótico que todavía piensan que existe en América. García Márquez, Rulfo, Vargas Llosa, eso que es tan característico y lo atribuyen a América Latina.

A.O.: - ¿Qué escritores argentinos son más conocidos?

M.A.: - Por ejemplo en el Pompidou hay una sala que se llama Borges, Sabato es alguien muy popular. Hay un grupo de escritores latinoamericanos muy conocido, Roa Bastos que es paraguayo, Onetti que es uruguayo, García Márquez, Juan Rulfo, Vargas Llosa.

A.O.: - ¿Qué escritor le impactó más y por qué?

M.A.: - Los escritores franceses no son gente de fácil acceso. He conocido a Phillip Soller. No puedo decir quienes me han impactado más. Hay un escritor Bianchotti que escribe en francés, Severo Sarduy, cubano, es ya francés. Habría que vivir mucho tiempo para saber. En este momento no hay un escritor que sobresalga en Francia. Me interesan más los escritores de nuestro país. Héctor Tizón, jujeño, me impacta más.

A.O.: - ¿Cómo vio el trabajo literario actual en Francia? ¿hay talleres literarios como en la Argentina, se trabaja en forma similar?

M.A.: - En Francia no, hay pocos talleres literarios, el taller literario es un fenómeno estadounidense. Los nuevos escritores surgen de grupos, de revistas literarias, no hay un movimiento. A lo mejor hay un núcleo muy pequeño. Se reúnen una serie de personas que tienen una formación literaria a leer entre ellos. El taller literario se da más en España. Los diarios tienen poco espacio para publicar. Publicar es muy difícil.

A.O.: - La formación de los franceses ¿no les quita creatividad?

M.A.: - La formación es muy técnica. La crítica que se hace aplica modelos. El modelo de los estructuralistas hace una disección. Va aplicando categorías para analizar el cuento folklórico. Autores de crítica literaria aplican sus modelos técnicos, pero esa crítica no contribuye a hacerlos creadores. Por un lado están los creadores y por otro lado la gente que hace de su vida un oficio crítico muy riguroso que reduce el cuento y la novela a una serie de pautas que no son interesantes para el escritor. Este menosprecia el trabajo del crítico. El crítico nunca salta a la creación. Roland Barthes es una excepción porque escribió una novela. Su fuerte está en la investigación. No es un comentario de texto lo que estimula la sensibilidad del escritor sino encontrar técnicas del texto literario. El escritor no sale del campo de la crítica. La crítica es muy rigurosa, muy técnica, muy descarnada.

A.O.: - ¿Se destacan las mujeres intelectuales en Francia? ¿Cómo las ve?

M.A.: - La literatura femenina es muy importante. No se hace ninguna distinción entre literatura masculina y literatura femenina.

A.O.: - ¿Podría nombrar alguna que se destaque más, que sea descollante?

M.A.: - Marguerite Yourcenar, la primera mujer que entra en la Academia. Allá no hay barreras entre lo masculino y lo femenino. Hay muchas mujeres que escriben.


El homenaje a Roberto Arlt en París
A.O.: - ¿Cuál fue su participación en el homenaje a Roberto Arlt en París?

M.A.: - Mi participación fue armar una mesa redonda durante la exposición sobre Roberto Arlt.

Llevé todas las ediciones que se hicieron en la Argentina pero también las del extranjero, todas las traducciones que hubo de las obras, al portugués, al inglés, al italiano, al alemán y al ruso.

Primero participé de la organización de los elementos que conforman la muestra, libros del autor libros traducidos, y libros sobre el autor. Otro aspecto que se mostró fueron las cartas, manuscritos, fotografías de la época para que el público se ubicara en lo que pasaba en la Argentina de esa época. Hubo también un video. En el medio de la sala se instaló una pantalla y constantemente se pasaban los cuentos filmados, películas que se hicieron en televisión y luego la gente miraba las películas, los libros, los manuscritos, todo eso estaba en las vitrinas. Solamente se pudieron llevar dos películas: El jorobadito y El juguete rabioso. Los siete locos no se pudo llevar, no podría decir por qué.

Además hubo que organizar las mesas redondas que compartí con distintos especialistas de literatura y con los traductores. Se hicieron lecturas de trozos traducidos al francés, que fueron leídos en francés y en castellano.

A.O.: - ¿Qué significa Roberto Arlt para los franceses?

M.A.: - Para los franceses el interés por la literatura está en lo que ellos no han podido hacer. Nuestra manera de mezclar la fantasía con la realidad. Ellos descubren a Roberto Arlt porque la literatura es como algo simultáneo a través del tiempo. Lo que hay en las artes es una sensibilidad que lleva al campo de la pintura, de la literatura, aspectos, zonas, maneras de sentir del ser humano. ¿Por qué es importante Kafka? Aunque hubiera escrito solo La metamorfosis sería importante, porque resalta lo que es el proceso de desidentidad. Ese ser que se convierte en un bicho dentro de su propia familia, esa sensación de extrañeza que tiene el hombre de nuestro tiempo, que no tenía el hombre del siglo XIX. En el proceso de desidentidad, el hombre no sabe quién es ni qué es. Es un proceso típico del siglo XX que capta Kafka. En la literatura no hay progreso. Hay parcelas de la identidad que sólo pueden ser captadas por un escritor. Los tipos que encuentran una veta específica que hasta entonces no se había encontrado y encuentran la manera de decirlo son escritores. Roberto Arlt encuentra y dice lo que es el hombre angustiado (lo que escribió Camus) que pierde identidad.

Acerca de los escritores

A.O.: - ¿Alguna vez ha tenido el deseo de emular a su padre?

M.A.: - No, mi padre tenía problemas que tenía el hombre de ese momento histórico.

A.O. - Tal vez la pregunta debería ser ¿ha querido alguna vez alcanzar la fama de su padre?

M.A.: - Los escritores que han pasado a la historia no han pasado por famosos. Shakespeare, Moliere fueron perseguidos en su tiempo. La fama no tiene que ver con los valores. Depende cuáles son tus anhelos, si vos sos real, sos auténtico. Es el drama de Salieri frente a Mozart. Un escritor tiene su satisfacción en el momento que sabe que eso que ha escrito es definitivo. Que nadie lo podría haber escrito mejor y eso que querías expresar no lo expresó otro.

A.O.: - ¿Cuál fue la mayor satisfacción que recibió en el homenaje a su padre?

M.A.: - Yo ya estoy acostumbrada a las satisfacciones. Las satisfacciones dependen de lo que significan para cada uno. Mi mayor satisfacción fue ver que un escritor antes de morirse sabía que era un escritor. Nunca entró en la revista Sur, ni a la facultad adonde entraban los que se consideraban escritores. Si alguien te dice yo soy un gran escritor y no ha podido ver que lo han reconocido hay una gran satisfacción por su reconocimiento actual y por otro lado una gran angustia de que Roberto Arlt no haya recibido una satisfacción. Si yo entrara a creer que eso me corresponde sería una delirante. Yo lo recibo pero no me mareo.

En el plano personal me conmueve mucho más una conversación con alguien que una comida con caviar. Mis satisfacciones no son muy delicadas en cuanto al paladar. Me da lo mismo comer papas fritas con huevo que comer una codorniz ahumada.

A.O.: -¿Qué está escribiendo en este momento?

M.A.: - Varias cosas, entre ellas una novela.

A.O.: - ¿Cómo elige los temas de lo que escribe?

M.A.: - De pronto algo que veo, una frase, una palabra me moviliza, una cantidad de evocaciones. Las cosas que te movilizan son impensables. A veces es un sonido. De pronto es un episodio, una mirada. Las maneras de surgir el cuento, la novela son de lo más dispares. De pronto no sé si hay una receta, un orden pero los personajes van madurando. Es muy importante saber cuál es lo que vos querés plasmar de ese personaje o de ese cuento. La historia es como una estructura que está conteniendo muchos niveles de esa historia. Kafka escribe lo que se le ocurre, ese ser que se convierte en un bicho. La anécdota es lo que permite introducir una serie de contenidos para poner un perfume, cómo alguien siente un dolor, una alegría. El puro cuento es la anécdota por la anécdota misma. Es de una superficialidad alarmante. Cuando vos lees a Curson McCullers o a Salinger encontrás algo detrás de la anécdota. Los escritores siempre tienen dos o tres obsesiones.

A.O.: - Alguna vez ha comparado el matrimonio con el servicio militar ¿podría aclararlo?

M.A.: - Yo pienso que las experiencias de tipo sentimental, amoroso, de tipo afectivo tienen una gran margen de creación. Ese margen de creación que tiene una vía de realización, tiene que ver con la experiencia. Como un cuadro que se sigue pintando toda la vida. Eso tiene una gran parte de sufrimiento. Tiene un hecho doloroso. El servicio militar es una cosa penitencial. Cuando se vive y se reconoce que algunas relaciones han sido necesarias para adquirir cierta experiencia. El servicio militar ha servido para aprender a tirar. El servicio militar de la vida es aquello que es inesquivable, el derecho de piso que hay que pagar para vivir, para ser un ser humano en la vida. Lo de servicio militar es una humorada.

(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur
 

 

 

 

miércoles, 12 de marzo de 2014

Entrevista a Augusto Cury, médico brasileño, psiquiatra y psicoterapeuta por Araceli Otamendi



(Buenos Aires)
Augusto Cury es médico psiquiatra en ejercicio desde 1980. Es uno de los autores más populares de Brasil en los últimos años en que ha desarrollado su faceta como autor con el objetivo de llegar a las personas que deseen mejorar su calidad de vida. Ha escrito ya veinticinco libros y actualmente su obra ha sido publicada en más de cincuenta países, donde se convirtió en objeto de estudios universitarios y material de posgrado en distintas disciplinas como la filosofía, la psicología, la sociología y la psicopedagogía.
Lo entrevisté días pasados en el Hotel Four Seasons por su libro Mentes brillantes, mentes entrenadas publicado por Zenith/Planeta. Mentes brillantes, mentes entrenadas es un libro de divulgación científica basado en la Teoría de la inteligencia Multifocal. Por lo tanto es una obra de aplicación psicológica, sociológica, filosófica y educativa que estimula el arte de pensar y la conciencia crítica, y procura ofrecer herramientas para el entrenamiento psíquico.

tapa del libro Mentes brillantes, mentes entrenadas - Augusto Cury
Zenith/Planeta

jueves, 26 de diciembre de 2013

Entrevista a Consuelo Triviño Anzola


Consuelo Triviño Anzola en La Biela (Buenos Aires)



(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Conocí personalmente a la escritora de origen colombiano Consuelo Triviño Anzola  en  Buenos Aires en noviembre de 2013. El escritor colombiano Guillermo Camacho, director de la revista www.auroraboreal.net que edita desde Dinamarca, nos presentó.
Consuelo Triviño Anzola reside en Madrid desde 1983 donde se doctoró en la Universidad Complutense con una tesis sobre José María Vargas Vila, tema de su novela La semilla de la ira - Máscaras de Vargas Vila publicada primero por la editorial Seix-Barral en Colombia y  por la editorial Verbum (España) recientemente. Trabaja en el Instituto Cervantes. Entre la docencia y la investigación, ha colaborado en prestigiosas revistas especializadas y en suplementos literarios en España. Está vinculada al Instituto Cervantes desde 1997. Como narradora ha publicado Siete relatos, Prohibido salir a la calle (novela), El ojo en la aguja (cuentos), José Martí, amor de libertad (biografía), La casa imposible (cuentos), La semilla de la ira (novela, 1ª ed., Bogotá 2008), Una isla en la luna (novela) y Letra herida (cuentos). Relatos suyos han sido traducidos a otras lenguas e incluidos en numerosas antologías y en revistas de reconocido prestigio internacional, como Puro cuento, Caravelle, L ´Ordinaire Latinoamericaine, Barcarola y Torre de papel, entre muchas otras. La crítica más exigente ha valorado la profundidad de su prosa y su tersa escritura, lo que la sitúa entre las voces narrativas de mayor proyección en el contexto de la más reciente literatura en lengua española.
La entrevisté en el bar La Biela, ubicado en el barrio de Recoleta,  a raíz de su novela La semilla de la ira - Máscaras de Vargas Vila. Además de hablar de la novela, Consuelo Triviño Anzola se explayó sobre diversos temas: la literatura, los escritores....

Entrevista

Araceli Otamendi: - ¿Cómo se te ocurre escribir esta novela La semilla de la ira?
Consuelo Triviño Anzola:- La verdad es que esta novela se me impuso en el momento cuando  menos lo esperaba, porque la época modernista la conocía como investigadora y también en la parte de docencia en el capítulo que yo enseñaba de la literatura hispanoamericana que es el que más me gustaba y por supuesto ha sido un campo de mi especialidad. Vargas Vila fue el tema de mi tesis doctoral, lo que pasa es que Vargas Vila para mi fue una figura bastante contradictoria en el sentido de que parte de lo que yo trabajé para la tesis, sus novelas, aunque en su época fueron novelas muy leídas, para mi fueron novelas bastante flojas y luego tenía el estigma de ser un panfletario que la izquierda había recuperado en los años 80 por su antiimperialismo. La parte que menos conocí de Vargas Vila y en la que menos trabajé es la parte más interesante que es la parte como crítico literario y la parte de sus epigramas,sus aforismos, entonces, claro, me encargaron a mí escribir un cuento sobre un escritor en París a finales del siglo XIX y entonces empecé a recordar que Vargas Vila había llegado a París en 1899, me sentí viviendo intensamente la belle époque y salió un cuento muy fluído que me gustó escribir  tanto, tanto que no pude parar y seguí escribiendo capítulos y más capítulos  y la novela se fue haciendo de manera muy fluída, después de veinte años de haber presentado mi tesis doctoral.
Pues yo ya no quería saber nada de Vargas Vila ni del modernismo y había empezado a trabajar otras líneas y a escribir sobre otras cosas,  pero la novela tal vez, a lo mejor hice la tesis doctoral porque probablemente en mi destino está en que iba a escribir una novela sobre la belle époque y sobre Vargas Vila y a lo mejor lo que hice es cumplir un mandato. Porque después de veinte años cuando ya no quería saber nada sobre el tema me surge  esta novela que me produjo muchísimo placer y me reivindicó a mi con algo que no había sentido como escritora porque yo me sentía parte de esas escritoras que padecen la escritura, que les cuesta muchísimo trabajo  llegar, que cuando terminan un libro se preguntan si ha merecido la pena tanto sufrimiento, tanta inseguridad y con este libro ha sido todo satisfactorio, fue plenitud, le agradezco a este libro darme esa oportunidad, que se puede sentir muchísimo placer de escribir.

A.O. - ¿Esta novela fue publicada primero en Colombia?

C.T.A.-: Sí, se publicó en Seix- Barral. En esta editorial que es del Grupo Planeta había un par de editores que tenían muy buen olfato para la literatura, sabían lo que era escribir bien y entonces las dos novelas que yo he publicado en Colombia, que son mis dos novelas más importantes: Prohibido salir a la calle y esta novela La semilla de la ira, las envié como cualquier persona que envía su original y recibieron un buen concepto y las publicaron. Estoy muy contenta de que las cosas se hayan dado de acuerdo a como yo pienso, que haya habido una valoración del libro y que me lo hayan publicado. Por La semilla de la ira me dieron unas regalías y un adelanto importantes, cosa que no suele ocurrir, pero el libro tuvo promoción cero.
Los seis primeros meses La semilla de la ira fue un libro muy vendido, en las editoriales ocupó el tercer lugar, pero eso no fue suficiente para que los editores hicieran una segunda edición ni que hicieran ninguna promoción, porque el tema del marketing lo manejan con otros criterios y no son los propios editores los que deciden. Entonces publicar este libro en España este año,  con el sello editorial Verbum es darle una segunda oportunidad al libro. Y además como se puede conseguir en e.book y  en diferentes formatos, pues ya no existe la barrera, las alambradas que separan a los países y que impiden la circulación de nuestros libros, ese problema ya no existe, cualquier persona se puede bajar el libro mediante pago desde cualquier lugar del mundo y eso es una ventaja.
A.O.: - ¿Vargas Vila estuvo en Buenos Aires?
C.T.A.: - Sí
A.O. -¿Qué pasó?
C.T.A.:- Sí, este viaje es maravilloso porque yo escribí sobre Buenos Aires sin conocerla, y entonces venir acá, el sitio donde él llegó, me va a costar mucho trabajo, ponerme en la piel de Vargas Vila, porque fue mal recibido por la prensa. Entonces el poeta Lugones dirigía la prensa, pues hubo un silencio bastante ofensivo que contrasta mucho con la cantidad de gente que lo fue a recibir a él al puerto. Hay una foto muy famosa de Vargas Vila en el puerto de Buenos Aires y parece ser que el hotel donde él se alojó estaba lleno de personas, ncluso gente que hizo trabajos, estudios y libros sobre la obra Vargas Vila aquí. Pero lo que fue la prensa oficial, los grupos de poder  literario de entonces hicieron silencio. Cuando vino Vargas Vila, si fue en el 23 ya Borges había publicado Fervor de Buenos Aires, con lo cual la estética y el gusto de la época había dejado atrás el modernismo, como algo que ya era algo del pasado. Probablemente los escritores más vanguardistas de la época estarían escribiendo bajo otro influjo y a Vargas Vila lo consideraban, pues, un autor demodée.
A.O. - ¿Qué repercusión tuvo la obra de Vargas Vila en Borges, por ejemplo?
C.T.A. - Con posterioridad a la Historia Universal de la Infamia, Borges le hizo un elogio muy importante a Vargas Vila, porque ha dicho "Vargas Vila es el autor de la injuria más brillante que conozco". Y es una injuria dedicada  a Santos Chocano que decía: "Los dioses no permitieron que Santos Chocano deshonrara el patíbulo muriendo en él. Ahí está vivo después de haber fatigado la infamia". Entonces dice Borges: que es la infamia más brillante de la literatura latinoamericana y probablemente de la literatura universal. Borges se ocupó de Vargas Vila y si escribió esas tres líneas era por algo, probablemente. Influencia sí que tuvo porque fue el autor más leído en lengua española. Tú sabes que tuvo mucho que ver el éxito de Vargas Vila con el auge de la industria editorial española a finales del siglo XIX y a comienzos del siglo XX, porque se crearon muchas colecciones populares que se distribuían en México y en Buenos Aires; pues era Barcelona- Madrid- México- Buenos Aires el circuito editorial. Y entonces, claro, por eso el modernismo pudo ser un movimiento internacional, además gracias a  la industria editorial española y a todas las filiales en América Latina. Por otro lado porque fue un momento muy importante porque ingresan al mercado del libro como lectores los obreros, las amas de casa, la clase trabajadora, los anarquistas, entonces hubo un aumento considerable del número de lectores y esa parte  también es como la infraestructura que posibilita el fenómeno de Vargas Vila, un fenómeno de lectura. Y de contagio porque muchos fueron los suicidios según se cuenta,  algunos podrían ser verdad, otros pertenecen más a la leyenda, de mujeres y de hombres que se suicidaron después de haber leído Ibis, esa novela de Vargas Vila donde un joven rapta una novicia, luego la pervierte y donde después está un maestro aleccionando sobre el peligro que representa la mujer. Y hay una página donde dice: "si la mujer te ha dominado o  no puedes vencerla, mátala o mátate". Unos agentes de policía de Panamá decían "las razones de nuestros  suicidios se encuentran en la página 266 del libro Ibis de Vargas Vila". Todo esto aumentaba la leyenda de Vargas Vila y por otro lado hay cosas de Vargas Vila que la gente ignora. Tuvo vinculaciones con la Logia masónica, tú sabes que Darío se hizo masónico, consiguió el apoyo de los masones, Martí también tuvo el apoyo de los masones. Había ahí una cosa subterránea internacional que contribuía también al éxito y a potenciar la influencia de las figuras que colaboraban en forma soterrada con los proyectos que ellos emprendían. En el caso de Martí fue la independencia de Cuba. En el caso de Rubén Darío era ayudarle a sobrevivir en medio de cierta cosa tanática que había en él porque el alcoholismo en él era feroz, pero un poco para mantenerle ahí y todo lo que fue la promoción de esa gente. A Vargas Vila no le faltó ese tipo de  apoyo pero él lo menospreció porque confiaba demasiado en que ya él ya no necesitaba eso porque él como escritor ya vivía de sus libros. El presumió siempre de eso pero eso fue verdadero. Y Vargas Vila estuvo muy metido en temas de la Unión Panamericana, definiendo los límites de Centroamérica con Nicaragua, lo consultaban muchísimo, Martí contaba mucho con él. Le pedían colaboración para arengar a los trabajadores, entre quienes  él conseguía dinero para la campaña de guerra. Fue muy amigo de Darío y Vargas Vila contribuyó para que a Darío le dieran cargos diplomáticos, cuando ya estaba él en una situación bastante difícil. Digamos que poder político podía tener cierta influencia en lo que eran los liberales radicales. Fue amigo de Montalvo, fue amigo de los más importantes. Rodó, lo apreciaba muchísimo, Manuel Ugarte también. Todos esos escritores que fueron los críticos del modernismo que recogieron y recrearon ese período nuestro de las letras, lo valoraban muchísimo. Lo que pasa es que en Colombia hubo una tendencia a menospreciarlo. La Iglesia lo demonizaba, y por otro lado la cultura oficial echó tierra sobre Vargas Vila, hizo burla de él y yo crecí bajo  esa influencia, ese menosprecio hacia Vargas Vila  ya que leer a Vargas Vila era considerado de mal gusto. Y hay todavía quien me dice a mi que escribo como Vargas Vila y yo no escribo como Vargas Vila. Yo escribo mejor que Vargas Vila y es verdad, realmente escribo mejor, novelas por supuesto que sí.  Ahora los rasgos de lucidez y la brillantez que tiene, pues no, El huerto de silencio, todos esos aforismos de él, no, porque eso es lo que hace que él sea único.
A.O. - Vamos a pasar a otro tema, cuál es tu feeling con otros  escritores, colombianos, por ejemplo García Márquez ¿cuál es tu opinión sobre su literatura?
C.T.A.: - Muy poco feeling con él, digamos que los cuentos de Ojos de perro azul me encantaron, me marcaron a mi, digamos que mis primeros cuentos que están recogidos en La casa imposible - porque no están todos ahí - sí están muy marcados por ese libro de García Márquez. Pero también por los cuentos de El jorobadito de Roberto Arlt, porque lo conocí afortunadamente en los años finales de los 70 y a principios de los 80 en la universidad. Cortázar obviamente marcó más a mi generación, nos tocó el boom y descubrimos lo mejor de la literatura latinoamericana y a mí Cien años de soledad no es un libro que me impacte demasiado y que yo hubiera querido seguir. La corriente del realismo mágico me resulta chocante, no me siento identificada, me siento mucho más identificada con Onetti, con Sabato. Eso que erróneamente llamamos literatura urbana.
A.O.: - Nombraste recién a Arlt, ¿cuál es la influencia de él en tu literatura?
C.T.A.: - Pues sus cuentos, los cuentos de Roberto Arlt. Cuando él incursiona en  la clase media y la muestra  con todos sus conflictos, todos los problemas de la clase media, los prejuicios, cómo él los va desmontando, esa ferocidad que él tiene.
A.O.:- Sí, Arlt tiene mucha ferocidad en lo que escribe.
C.T.A.: - Esa ferocidad que usa y que va como despellejando, él lapida, va rompiendo todos esos mitos, eso influyó en muchos de mis cuentos. De García Márquez, Cien años de soledad no me impactó pero cuando celebraron los 25 años de Cien años de soledad tuve que leer como muchos escritores algunos trozos de la novela y sí que reconocí que había una musicalidad y había una maestría y hay algo en él que es más poético que otra cosa. Lo que pasa es el manejo que hace de los personajes García Márquez me parece tan superficial comparado con lo que pueden llegar ser los personajes de Onetti, la complejidad de los de Onetti,  pero es una cuestión de gustos.
A.O.: - Onetti es un gran escritor y todos los que has nombrado son grandes escritores, para mí, esa es mi opinión.
C.T.A.: - Crónica de una muerte anunciada, de García Márquez, me parece brillante. En cambio las últimos libros que ha escrito García Márquez me parecen muy pobres. Yo creo que tal vez  no debería haber escrito Memorias de mis putas tristes, me parece un libro muy malo. Lo comparan con Kawabata y eso me parece un insulto porque yo he leído a Kawabata y no tiene nada que ver con ese libro. Más importante para mí fue El perseguidor de Julio Cortázar. Y más importante para mí fue El túnel, de Ernesto Sabato. Y es más yo inicio a mis alumnos en la literatura latinoamericana con El túnel, me gusta mucho para leer cuando tienes 14 o 15 años.
A.O.: - Esos personajes digamos obsesivos, conflictuados de Sabato...
C.T.A.:- El túnel me gusta mucho para leer cuando tienes 14 o 15 años, igual que El lobo estepario. Esas eran mis lecturas en la universidad, las que me llevaron a escribir. Empiezas a escribir porque lees...cuando dices al leer: creo que esto es como si yo lo hubiera escrito, entonces cuado un escritor te hace sentir eso es maravilloso.
A.O.:- Pasando a otro tema ¿en qué año fuiste a vivir a Madrid?
C.T.A.: - En 1982, me matriculé en la Universidad Complutense para hacer estudios de doctorado. Desafortunadamente y afortunadamente tuve la beca del Ministerio de  Asuntos exteriores que me permitía quedarme hasta que terminara la tesis. Yo iba para quedarme un año y terminé quedándome más de 5 años. Entonces cuando volví a Colombia ya me costó muchísimo adaptarme, aunque trabajé en la universidad dando clases durante 3 años en las universidades, no vi un momento para escribir. Entonces decidí volver a Madrid con la única intención de  encontrar un lugar donde yo pudiera escribir. Y pude escribir porque tengo un trabajo que me da la autonomía económica que me lo permite.
A.O. : - El trabajo en el Instituto Cervantes...
C.T.A.: - Sí, yo trabajo ahí, afortunadamente-
A.O.: - ¿Cuál es tu trabajo ahí?
C.T.A.:- Me ocupo de divulgación y recojo y envío información relacionada con el mundo académico, todo lo que tiene que ver con el hispanismo internacional, desde una unidad que se llama Unidad del Hispanismo.
A.O. : - Ese es el trabajo que te permite vivir y escribir.
C.T.A.: - Sí, antes trabajé en el Centro Virtual, yo formaba parte de la gente que creó ese centro y que aportó todos los contenidos que hay. Puedo decir con orgullo que toda la parte de la cultura latinoamericana, tuve bastante que ver con eso,  lo hicimos con mucho cariño, en una época era posible llevar a cabo todos nuestros proyectos. Esa fue una época muy bonita, pero me cambié de esa área y trabajo más con temas de hispanismo.
A.O.: - Otro tema: ¿de qué lugar de Colombia sos?
C.T.A.: - De Bogotá, estudié en la Universidad Nacional, que es una universidad del estado, estudiar ahí te hace diferente y a ella debo toda mi formación. Cuando yo llegué a España con 24, 25 años yo ya estaba hecha, consolidada como persona, con un equipaje intelectual que es con el que seguí, ya tenía una formación sólida, humana e intelectual que de educación formal. He tenido muchos vacíos también, pero he aprendido muchas cosas en España. Esa estructura de mi mente, y la forma como que yo asumo, veo, la orientación crítica que yo tengo  ya la llevaba de la universidad.
A.O.: - ¿Viajás seguido a Colombia?
C.T.A.: - Sí, voy todos los años porque tengo familia. Tengo a mi madre muy mayor, y ella también va a Madrid. Pero ya está muy mayor y hay que ir a visitarla.
A.O.:- ¿Esta es tu primera visita a Buenos Aires?
C.T.A.:- Sí, era una asignatura pendiente, hace muchos años que tendría que haber venido. Lo que pasa es que tengo que decidir entre ir a ver a mi madre a Colombia  o ir a otro lugar. Una parte la dedico a ella y otra a hacer este tipo de viajes.
A.O.: - ¿Hay algo más que quieras decir?
C.T.A.: - Para mí llegar a Buenos Aires es una ciudad que conocí en la literatura como conocí a Nueva York en el cine.
A.O.: - Conocés mucho nuestra literatura...
C.T.A.:- Claro, tengo la literatura adentro, me faltaba venir y pisar su suelo, pero ya tenía a Buenos Aires en la cabeza.
A.O.: - ¿Qué relación tenés entre lo que has leído de nuestra literatura  y lo que estás viendo?
C.T.A.: - Le encuentro más parecido a Madrid y a otros sitios de Europa que a otra cosa, si llegas aquí es una ciudad que no te resulta ajena, de alguna manera te recuerda trozos de lo que hay en Europa. Me impresiona sí la parte espacial, las proporciones, tú te sientes aquí en esas avenidas tan grandes, con esos árboles enormes, me habían hablado del gomero, es una especie de ficus enorme,  (en la plazoleta de la Biela), aunque como yo soy latinoamericana hay cosas de la vegetación que no me impresionan, me impresionan más las proporciones de la ciudad, es que Bogotá es una aldea al lado de esto.
A.O.: - Buenos Aires es una megaciudad, después de San Pablo, en América del Sur, es la ciudad más grande.
C.T.A.: - Muy grande, pero no sólo porque sea grande, porque Bogotá es también grande, sino el urbanismo lo que impresiona.

(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur




domingo, 18 de marzo de 2012

Entrevista a María Sáenz Quesada - archivo

foto: María Sáenz Quesada

(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Realicé esta entrevista a la escritora e historiadora argentina María Sáenz Quesada cuando apareció su libro "Isabel Perón - La Argentina en los años de María Estela Martínez". Dado que este año la revista Archivos del Sur cumple su décimo aniversario estoy publicando en este blog las entrevistas más relevantes que hice  en  estos diez años.

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Introducción




(Buenos Aires)


A raíz de la reciente publicación del libro “Isabel Perón- La Argentina en los años de María Estela Martínez” entrevisté a María Sáenz Quesada, escritora e historiadora argentina. El libro fue presentado en una librería de Buenos Aires por el historiador argentino Félix Luna y por Julio Bárbaro, en ese momento interventor del Comfer.
 Además de libros de historia, Sáenz Quesada ha escrito novelas y es también directora de la revista "Todo es historia". Ha ocupado cargos como el de Secretaria de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y directora del Museo de la Casa de Gobierno  entre otros. Es miembro de la Academia Nacional de Educación.


"Este libro tiene una virtud, es que quien lo lea con sinceridad para tratar de saber algo más y de entender mejor, puede, en el caso de que haya vivido esa época, reconstruir su historia personal alrededor de lo que narra el libro, sea esta persona alguien político, alguien que haya tenido una militancia activa o simplemente un ciudadano que vio cómo los acontecimientos se desataban a su alrededor y en su momento los entendió de una manera y ahora quiera entenderlos mejor. Para la gente joven representa realmente una apertura a un pasado que no se enseña, porque mientras se enseña detalladamente el proceso militar, los gobiernos de Cámpora, o la vuelta de Perón, Isabel permanece oculta."

Entrevista a María Sáenz Quesada por Araceli Otamendi

¿Cómo se te ocurrió la idea de este libro?



La idea de este libro se me ocurrió cuando yo dirigía el Museo de la Casa de Gobierno, en el año 1988. Y para reabrir el Museo tuve la idea de poner algunos objetos de Perón. Le escribí a Isabel a través de su abogado y ella me autorizó a retirar objetos personales de Perón que estaban en la Quinta de San Vicente. Entonces fuimos con la comisión del museo y además de dichos objetos ví muchísimas cosas de Isabel, sobre todo los uniformes que ella había usado cuando ejercía la presidencia.



¿De las tres fuerzas?


Sí, de las tres fuerzas. Entonces pensé qué buena idea, qué buen tema, pero la idea quedó ahí. En los años 90 escribí biografías de mujeres, como “Mujeres de Rosas” y “ Mariquita Sánchez “ y postergué el proyecto de escribir un libro sobre Isabel. También tuve un cargo político y creo que todo eso me sirvió, me dio más experiencia para abordar este tema. No sé cómo hubiera resultado si lo hubiera abordado en los 80. Finalmente lo retomé después de escribir una “Historia argentina” en el año 2001 y me llevó un poquito más de dos años de investigación.



¿Hay documentos sobre los años que duró la presidencia de Isabel Perón?



Yo encontré pocos. Es decir hay desde luego toda la información oficial, hay algunas causas judiciales importantes, hay mucho oculto, aspectos que nadie quiere recordar y que se guardan en cajas fuertes, fuera del país, pienso yo. No digo que no haya documentos, sino que yo tuve acceso a pocos. Y entonces lo que hice como tarea primordial fue tomar testimonios, más de setenta entrevistas, todas en forma personal a un espectro muy variado: militares de las tres armas, sacerdotes, obispos, fui a Roma a entrevistar al Cardenal Pío Laghi, que fue nuncio en aquélla época. Creo que debo haber sido la última que entrevistó al ex almirante Massera, unas semanas antes de que se enfermara. También entrevisté a sindicalistas, dirigentes del peronismo, dirigentes del radicalismo, gente común que por algún motivo u otro había tenido que ver con esta historia, ministros de ese gobierno, personas allegadas a Isabel, Dolores Ayerbe, su secretaria privada – ya fallecida – , otras de la confianza de Perón y con estos elementos fui reconstruyendo el relato de cada uno de ellos. Yo no digo que todos estos testimonios sean absolutamente veraces, pero sí representan un punto de vista, una lectura interna de los acontecimientos porque cada uno responde a sus intereses, a su forma de encarar la realidad. De modo que hay muchas contradicciones. Mi tarea fue la de hilar los testimonios con los otros documentos; realicé asimismo una lectura muy minuciosa de periódicos y revistas, siempre dentro de las posibilidades del trabajo unipersonal. Sobre todo eso, fui reconstruyendo la historia. Pero es bueno advertir una característica de la historia contemporánea: terminado el trabajo todos los días se encuentra a alguien que le agrega alguna pequeña cosa más. Mi gran preocupación, imaginando que esto iba a suceder, porque hasta en el momento de las pruebas de imprenta yo estaba ahí recibiendo nuevas informaciones, era tratar de dar una versión que pudiera sumar los otros testimonios sin que lo esencial quedara distorsionado. Y hasta ahora creo que eso no ocurrió, he encontrado más datos pero no algo que invalide lo que ya está expuesto.



¿Este libro podría aumentarse con más testimonios o documentos, por ejemplo?



Podrían profundizarse los aspectos que necesitan una prueba documental, por ejemplo el tema de cómo llegó realmente Isabel a conocer a Perón.



Es interesante esto último porque en el libro se dice que Isabel es una enviada o parece ser una enviada desde la Argentina para conectarse con Perón.



La persona que me dio esta versión, Landajo había sido secretario de Perón en Panamá. De modo que es un testigo de aquella época. Desde luego es alguien que no la quiere a Isabel y que me dio esta versión que creo yo que hay que seguir trabajando porque parece verosímil que los servicios del gobierno argentino en colaboración o no con servicios del gobierno de los Estados Unidos siguieran la actividad del ex presidente Perón cuya capacidad de movilización de las masas era muy grande - que hubiera sido derrotado no significaba que fuera una persona muerta y en política eso se sabe-. Y que buscaran a alguien que no era realmente una copera como se dijo tantas veces sino una muchacha independiente, bastante rebelde, de clase media que quiso hacer su vida y que seguramente le pudo haber ido mal en esa gira artística que emprendió. Lo que sí está claro es que Perón rápidamente aceptó a esta persona, a esta joven que era tan necesaria para un hogar donde había hombres, suboficiales, y gente que realmente necesitaba una presencia femenina y que valorara su lealtad en circunstancias muy difíciles, cuando Perón estaba exiliado en Caracas y hubo desde un atentado del gobierno argentino antiperonista, de la “Revolución libertadora” y luego cuando la caída del dictador Pérez Jiménez que lo había protegido hasta entonces. Isabel estaba con Perón y no lo abandonó. Ella fue leal y Perón, ya sabemos, eso es lo que realmente valoraba.



Pasando a otro tema, vos decís en el libro que hay períodos de la historia que se quieren olvidar, que la conciencia colectiva quiere ignorar porque son muy dolorosos.



Este libro tiene una virtud, es que quien lo lea con sinceridad para tratar de saber algo más y de entender mejor puede, en el caso de que haya vivido esa época, reconstruir su historia personal alrededor de lo que narra el libro, sea esta persona alguien político, alguien que haya tenido una militancia activa o simplemente un ciudadano que vio cómo los acontecimientos se desataban a su alrededor y en su momento los entendió de una manera y ahora quiera entenderlos mejor. Para la gente joven representa realmente una apertura a un pasado que no se enseña, porque mientras se enseña detalladamente el proceso militar, los gobiernos de Cámpora, o la vuelta de Perón, Isabel permanece oculta.A la mayoría no le gusta recordarla. Es muy odiada por lo que entonces era la izquierda peronista, es muy desvalorizada por el sindicalismo peronista aunque éste resultó sin embargo su último apoyo, en los meses finales de su gestión presidencial, y solamente una parte del peronismo político, sobre todo en las provincias, mantiene una actitud más respetuosa hacia la señora de Perón. De todos modos ella queda siempre aureolada por ser la viuda de Perón y eso le ha evitado que se le pasen facturas por los aspectos más negros de su gobierno, como es el caso de la Triple A..



Vos decís que en el interior del país, en las provincias respetan más a Isabel Perón, ha quedado un recuerdo más benévolo de ella ¿a qué lo atribuís que esto ocurra así? ¿Será porque Isabel recorría las provincias?



Quizás porque en las provincias hay un peronismo más sencillo, más atento a lo que decía el General y por lo tanto si su mujer iba como enviada, en aquella famosa gira de 1965 o como candidata a vicepresidente en 1973. Entonces, como Perón ya estaba enfermo y no podía realizar una gira, Isabel recorría las provincias. Yo recuerdo haberla visto, en ese entonces yo trabajaba en Catamarca. Ella estaba en un palco, no era una figura descollante pero cumplía su papel. La gente peronista común no tenía tantas exigencias en cuanto a que Isabel compitiera con Evita ni le cuestionaba a Perón nada de lo que hacía.



En el libro queda claro quien firma el decreto donde se establece que había que aniquilar a la subversión, los “elementos subversivos”.



Isabel firma el primer decreto secreto relativo al área de Tucumán donde el Operativo Independencia se lanza en febrero de 1975. Lo firma aparentemente estando en Mar del Plata, en la Base Naval . Pero en octubre de ese mismo año el que lo firma es Luder. En ese decreto, la palabra aniquilar es lo que más ha sido cuestionado; Luder ha explicado qué sentido se le daba, que aniquilar era exterminar al enemigo pero no personalmente uno a uno. Alguno de los que estuvo en la discusión directa, un brigadier que no quiso revelar su nombre, dijo que él también lo había cuestionado al término pero que se argumentó que estaba en la terminología del Ejército.Y lo que también es doloroso ver es que desde Montoneros también se hablaba de la necesidad de aniquilar al enemigo que en este caso eran las Fuerzas Armadas. Es un lenguaje que revela el clima de odio entre argentinos que era verdaderamente doloroso, y del que participaban, no vamos a decir todos pero sí una mayoría política que hacía muy difícil esa vuelta a la democracia. La falseaba, era una vuelta a la democracia donde valía todo. Eso no es realmente democrático.



¿A qué atribuís como historiadora esa tendencia de decir “hay que aniquilar al enemigo”? , ¿de dónde viene eso en la historia de la Argentina?



Yo creo que la tendencia de aniquilar al enemigo es una tendencia feroz de las personas y en la historia argentina existe también. Está en aquél lema de Facundo Quiroga “religión o muerte” o la frase de Sarmiento sobre la sangre de gauchos, todo esto es de una gran ferocidad en nuestras luchas civiles. Pero también se encuentra a lo largo de la historia el intento, la voluntad de instaurar leyes, una constitución y formas legales de dirimir las luchas. Creo que en ese sentido el 73 y en el 76 mucho más fueron retrocesos francos en el sentido de buscar formas, consensos verdaderamente democráticos, donde gobiernan las mayorías y las minorías tiene también oportunidad de participar y la justicia es para todos. La Argentina como tantos otros países ha iniciado y ha retrocedido muchas veces en el camino de la ley pero al mismo tiempo en el período 1973- 76 también hay aspectos positivos, es decir que funcionan las cámaras, el funcionamiento de la justicia es mejor que lo que va a ser después - se ve por ejemplo que muchas veces los presos cuando caen en manos de la justicia se les sigue un proceso judicial, no es lo mismo que el otro lado feroz, la acción de la triple A o la represión sistemática desde las Fuerzas Armadas; por cierto que a mediados del 75 empezaron las desapariciones. En cuanto a la lógica de la guerrilla, tanto la guerrilla peronista como la del ERP, piensan también en aniquilar al enemigo, en hacer atentados, en el secuestro como método; terminaron ocupando cuarteles, matando conscriptos, etc.



Volviendo al tema de Isabel ¿ella tenía vocación de poder, tenía coraje o las dos cosas juntas?


Yo creo que Isabel tenía vocación de ir ascendiendo, como suele suceder con este tipo de personalidades, creo que jamás se había planteado llegar a la presidencia pero sí fue escalando posiciones en el entorno personal de Perón y todo lo que sea caudillismo personalista lleva a que las personas del círculo íntimo tengan un acceso a todo, podríamos decir así. No sólo en las dictaduras, también ocurre en los regímenes democráticos donde hay un poco esta distorsión , donde el “palacio” tiene preeminencia sobre las instituciones. Yo analizo lo más posible un momento clave que es cuando Cámpora renuncia y se discute quién va a acompañar a Perón, lo que resulta claro es que Perón mismo no propone nombres viables dentro de su propio partido. Había gente tan capacitada como Angel Robledo, podía haber también militares peronistas que podían acceder a este cargo, se hablaba mucho de Balbín, cosa que era bastante absurda porque unir a los dos partidos era una especie de unanimidad poco recomendable para el funcionamiento republicano. Pero los radicales no alfonsinistas también se habían enganchado con esa idea. Finalmente todo eso se va diluyendo y queda el nombre de la esposa de Perón para acompañar la fórmula. Eso es algo que no había conseguido Evita en su momento. Isabel no sólo lo lograría sino también va la presidencia a raíz del fallecimiento de su marido y esto se va a convertir en una carga desdichada. Porque yo creo que Isabel pasa por su momento más feliz en el ejercicio del poder cuando hace ese viaje como vicepresidente a Europa, cuando su marido está a punto de enfermarse, en sus días finales. Isabel habla en Ginebra, es recibida por el presidente de Italia, le hacen una gran recepción en el Palacio Barberini, en Roma también la recibe Franco. A los dos días de volver muere su marido y ella se convierte en presidente y se desencadena después todo el drama..



En el libro se evidencia la soledad en que queda Isabel después de la muerte de Perón, se narra una reunión con los ministros donde les pide que la visiten los fines de semana con sus familias.



Ella se aferra a López Rega y al grupo formado asimismo por el canciller Alberto Vignes y los hermanos Villone; cuando López Rega se va, en julio del 75, ella se queda muy sola ; además ha roto con su familia muchos años antes. Tampoco mantiene relaciones de amistad. Esa soledad, consecuencia de encandilarse demasiado con el poder, se prolonga hasta hoy. Isabel vive en Madrid , tiene sí relaciones con gente del franquismo, tiene algunas amistades con quienes se reúne a jugar a las cartas, pero está bastante aislada.



¿Intentaste entrevistarla para el libro?



Sí, hablé con su secretario privado, Martínez, y todo quedó en evasivas. Creo que hubiera sido interesante, que opinara sobre algunos aspectos por ejemplo de su relación con Massera, o sobre su acceso a la candidatura de vicepresidente.



Tampoco pudiste entrevistar a Luder



Luder directamente por teléfono me dijo que no, que ya había hablado sobre este tema con otros. El tema de Luder no solamente pasa por el decreto de aniquilamiento por el que tuvo que responder ante la justicia sino en entender por qué se negó a suceder a Isabel en una maniobra constitucional, legal, que no sé si hubiera impedido el golpe militar pero sí lo podría haber demorado o deslegitimado. Porque ante la sociedad el gobierno de Isabel se había deteriorado a tal punto que la ciudadanía recibió con los brazos caídos el golpe, muchos se alegraron, inclusive gente que había estado presa en el gobierno de Isabel pensó que a partir del golpe podía llegar una etapa con mayor justicia y por supuesto se equivocaron. Luder se ha justificó diciendo que no podía traicionar a la mujer de Perón. Otros estiman que el golpe militar igual hubiera llegado. Creo, por mi parte, que la clase política siempre tiene que buscar soluciones dentro de ella misma.



Desde el punto de vista de la biografía de Isabel, cuando a ella la apresan, la llevan al Aeroparque y la detienen ahí hay un general que le dice que ha sido destituida y ella le responde que va a hacer lo que le digan, no se resiste. ¿A qué atribuís este modo de responder de Isabel en un momento tan grave?



Yo creo que Isabel tenía una idea muy mesiánica de su gobierno, se sentía realmente con derecho a suceder a Perón, sentía la legitimidad de esa herencia, no en forma republicana, sino en forma casi monárquica. Ella tenía un sentido muy monárquico del poder. Cuando la apresan también demostró su personalidad y por qué Perón la había elegido, cumplió hasta el final ese papel con mucho valor porque la verdad es que un grupo militar lo ponga a uno preso y no se sabe dónde lo van a llevar, qué van a hacer... hay que tener valor para afrontar eso.



Pasando a otro tema en el libro dice que hay un músico, Christopher Moore que compuso una ópera sobre Isabel y de esto no se habla



Lo único que leí en su momento fueron sus declaraciones en el año 1999 donde Christopher Moore dice que tiene la ópera lista. El personaje de Isabel le había fascinado siempre, desde que era chico, en Ohio. Pero que en la Argentina funciona el olvido deliberado del gobierno de Isabel y que ese gobierno, por el contrario, debe ser recordado, admitido y reinsertado en la memoria colectiva. Me gustó ver esto desde un extranjero, desde un artista, porque también ese es el objeto de mi libro, presentar desde la biografía de una mujer y su vínculo con el poder la historia de la Argentina reciente, la historia que es mi historia también y la de los que sin vivirla heredaron sus efectos.



Hay un tema que no mencionamos y es el de López Rega, “el Brujo”. ¿Cómo llega López Rega a conectarse con Perón y con Isabel?



Hay dos versiones, la versión más creíble es la de que a fines del viaje de 1965, López Rega se presenta al mayor Alberte, un referente luego de la izquierda peronista y se ofrece para ayudarlo a imprimir boletas en la contienda electoral en la cual el peronismo de Perón va a competir con el vandorismo y a custodiar a la señora de Perón en el viaje que va a iniciar por las provincias. Y a partir de allí, seguramente por la inclinación espiritista de ambos, de Isabel y de López Rega, ella dice que le parece bien que este hombre la acompañe a Madrid para solucionar algunas cosas que se necesitan en Puerta de Hierro. El viaje se hace con el apoyo de la logia Anael. López Rega no vuelve. Se instala en Puerta de Hierro y luego va escalando posiciones. Se vuelve cada vez más util a Perón y a su esposa.



¿Tuviste algún comentario del libro desde la izquierda peronista?



Algunos sí, me han dicho que entendieron la parte que ellos no conocían la conocieron a través de mi libro.

El militante de aquellos años estaba muy centrado en su lucha entonces por ahí no sabía ni los nombres de los ministros, ni qué pasaba. No tenía mucha información. Y un ex ministro del último gabinete de Isabel me ha dicho que ahora que leyó mi libro entendió mucho mejor lo que fue la “Triple A” que antes, de modo que el libro también sirve para gente que estaba en el gobierno y que quizás no quería ver mucho de una realidad demasiado dolorosa.


Es que no hay una historia escrita de esos años.



Hay historias parciales sobre temas puntuales. La biografía de Gelbard de María Seoane, ahora se publicó una biografía de López Rega, hay libros sobre la economía en esa época, sobre Montoneros hay muchos trabajos y libros como el de Martín Caparrós. Pero en este libro he tratado de ser lo más respetuosa posible con todos los actores políticos a fin de dar una visión amplia.



Vos decís que la historia no es un tribunal ni el historiador es un juez.



Creo que eso de estar adjudicando buenos y malos es un poco ridículo.



Por otra parte ¿qué diferencia hay entre un libro de historia escrito por un historiador y uno escrito por un periodista?



Creo que este último es más una crónica. El periodista por lo general y por lo que veo no es muy cuidadoso en cuanto a decir cuáles son sus fuentes, en general si la versión le parece verosímil la relata, tiene que preservar en muchos casos nombres, entonces su relato tiene que ver con el día a día, con la noticia. Desde ya que hay periodismo de investigación excelente y muy cuidadoso y que el historiador usa. El historiador tiene que ser doblemente cuidadoso, tiene que tratar de ver todas las versiones, todas las posibilidades, para estar un poco por encima de los partidismos, de las prevenciones. Desde luego que uno siempre escribe con lo que es, con lo que vive, con lo que siente, pero hay que tratar de superar eso.



Para finalizar, ¿qué pasaba con el panorama internacional durante los años setenta?



Por un lado estaba la crisis de Estados Unidos que retira las tropas de Vietnam, esto provoca un gran cambio en las relaciones internacionales. Por otro lado el surgimiento de la democracia en Portugal y en Grecia y el surgimiento de la democracia en España con la muerte de Franco. En Grecia se estaba juzgando a los coroneles griegos responsables de la dictadura y responsables también del fracaso de la guerra con Turquía. Este juicio coincide con el momento en que los militares argentinos inician el Operativo Independencia, sin imaginarse que en algún momento ellos también podrían verse sometidos a un juicio, como en Grecia, luego de la derrota en la guerra del Atlántico Sur. Son ejemplos que ayudan a pensar nuestra historia y su evolución.



Los militares argentinos por un lado tenían la ambición de tener todo el poder y por el otro terminar con la guerrilla. Según lo último que mencionás no miraban el panorama internacional.



Yo creo que los militares pensaban más en el éxito que en esa misma época Pinochet tenía en Chile y en los militares que estaban en Brasil, en Uruguay, en Bolivia y en Perú. Había una serie de ejemplos que los ayudaban. Era difícil asimismo entender que a partir de la crisis mundial del petróleo, el primer mundo empieza a organizarse de otra manera, con nuevas tecnologías y que los argentinos, envueltos en nuestras querellas nos quedábamos al margen.



¿Es necesaria la historia?



No es que sea la panacea, creo que la historia enseña a comparar, a medir, a mitigar la euforia, a evitar la desesperación, es una maestra de sabiduría de la vida.



© Araceli Otamendi – Todos los derechos reservados

fotografía: archivo.

viernes, 16 de marzo de 2012

Entrevista al escritor boliviano Víctor Montoya

                                                    foto: Víctor Montoya

(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Conocí al escritor boliviano Víctor Montoya a través de internet, hace diez años. Hacía poco tiempo que había fundado la revista Archivos del Sur y recuerdo que encontré en la Biblioteca Cervantes Virtual un pequeño anuncio de una antología de escritores que él había preparado en Suecia y le escribí para pedirle un cuento. Enseguida me contestó y amablemente me dijo que eligiera uno de sus textos. Por entonces Víctor Montoya vivía en Estocolmo, donde estaba exiliado por razones políticas. Había sido dirigente estudiantil hasta mediados de 1976, cuando la dictadura militar de Hugo Banzer lo persiguió y liberado de la prisión por una campaña de Amnistía Internacional debió exiliarse en Suecia en 1977.
Durante varios años nos escribimos, Víctor siempre me envió las colaboraciones que le pedí  para la revista Archivos del Sur y para la revista infantil Barco de papel.
También lo entrevisté, la entrevista está publicada la revista Archivos del Sur y fue publicada en Bolivian Studies Journal, una edición especial dedicada a Víctor Montoya por la University of Illinois. A través de los años Víctor Montoya me fue enviando  sus libros por correo ya que resultaba  imposible conseguirlos en las librerías de Buenos Aires y yo los leía y los comentaba. Así fue que pude leer su novela El laberinto del pecado, el libro Cuentos de la mina, su ensayo El niño en el cuento boliviano.
El profundo compromiso social, la denuncia de las injusticias, las agudas observaciones del escritor se ven reflejadas en la literatura del escritor boliviano.
En la precitada entrevista le pregunté a Víctor Montoya si volvería a vivir en Latinoamérica, y en caso afirmativo, seguiría siendo escritor y él me contestó: "A estas alturas de mi vida, y después de haber vivido en Suecia durante más de dos décadas, es difícil plantearme un retorno definitivo, pero me seduce la idea y el corazón me palpita aceleradamente cada vez que la idea cruza por mi cabeza. Al fin y al cabo, soy un boliviano más de la diáspora, que abriga la esperanza de retornar algún día a la cuna de su nacimiento. De cumplirse este anhelado sueño, seguiría escribiendo como hasta ahora. Es una de las pocas cosas que sé hacer o, por mejor decir, una de las cosas que mejor sé hacer...".

Durante un tiempo no tuve noticias de Víctor Montoya hasta que hace pocos días, reiniciada la comunicación con el escritor, me dijo que está viviendo nuevamente en Bolivia, en la ciudad de La Paz.
Víctor Montoya siempre mantuvo una gran calidad literaria en sus textos, tanto en los cuentos, como en las
crónicas y ensayos. Además, es un escritor latinoamericano que ha mantenido sus ideales y su compromiso social  y su literatura lo refleja.
Es por eso que decidí entrevistarlo nuevamente para la revista Archivos del Sur.

Entrevista al escritor boliviano Víctor Montoya

(Buenos Aires/La Paz)



A.O.- Estás viviendo en tu país natal, Bolivia, nuevamente, después de más de treinta años de exilio en Suecia, ¿qué significado tiene en tu vida esta nueva situación y cómo ha cambiado tu visión de las cosas como persona y como escritor?

V.M.- Retornar a la tierra que a uno lo vio nacer, con un mundo de ilusiones y otro mundo de expectativas, es como el retorno del hijo pródigo que un día se marcha de casa y otro día decide volver a los brazos de su madre, con las esperanzas de quedarse para siempre allí donde están los familiares, los amigos de la infancia y los compañeros de lucha. Después de tantos de ausencia, provocada por un exilio que comenzó en 1977, uno tiene la sensación de parecerse a Ulises, quien retornó a Ítaca tras una larga odisea, que algunas veces lo llevó a perder el timón de su nave y otras veces lo arrastró hacia los peligros que lo acechan cada vez, hasta que al final, armado de coraje y de paciencia, retornó por alta mar a su amada tierra.
Debo confesar que mi nueva situación, aunque no es exactamente la misma de hace treinta cuatro años, no ha cambiado en absoluto la visión que siempre tuve del país y su problemática, como no me ha cambiado a mí en lo personal ni en lo literario, probablemente, porque siempre viví vinculado a la realidad ancestral a pesar de la distancia y porque nunca tuve razones, ni internas ni externas, para dejar de ser lo siempre he sido: un hijo de entrañas mineras que luchó -y sigue luchando- por la libertad y la justicia; un fenómeno social que se refleja, incluso de manera descarnada, en gran parte de mi literatura.

A.O.- ¿Cuál es tu visión de la nueva situación social, cultural y política que se vive en Latinoamérica y especialmente en Bolivia y en los países de América del Sur?

V.M. - En América Latina, a diferencia de lo que se experimentó durante los regímenes dictatoriales de la segunda mitad del siglo XX, se está viviendo una situación de democratización del Estado de derecho, con gobiernos de consenso, elegidos democráticamente por un pueblo que, además de pedir el respeto a los derechos humanos, está exigiendo que se defiendan las recursos naturales del saqueo imperialista. De modo que la nueva situación social, política, económica y cultural, en cada uno de los países del Cono Sur, nos está demostrando que es posible construir sociedades más libres y equitativas, donde todos podamos convivir en paz y armonía, indistintamente de las diferencias raciales y culturales que se manifiestan en este enorme mosaico, complejo y contradictorio, que es el continente latinoamericano.

A.O.- ¿Qué influencia ha tenido en tu literatura el hecho de vivir nuevamente en La Paz? y ahora, desde ese lugar ¿cuál es tu visión de la Europa actual?

V.M.-Creo que ninguna, pues, como te comentaba en un principio, siempre he escrito como si estuviese viviendo en La Paz o en Llallagua, aunque físicamente me encontraba en Estocolmo. Es decir, mi literatura, en lugar de alejarme del país, fue un puente que me permitió mantenerme en contacto permanente con mi gente y su destino. Es como si nunca me hubiese alejado de sus montañas, sus valles y sus selvas. En mi literatura aparecen retratados, de un modo o de otro, los mil rostros de Bolivia; de esa Bolivia que dejé y de esta Bolivia a la cual retorné después de más de tres décadas de ausencia.
Pienso que la visión que ahora tengo de Europa, contemplada a la distancia, es más difusa que la visión que tengo de Bolivia. No olvidemos que Europa es un continente en la que cada país parece formar una islita en un inmenso archipiélago, con idiomas y culturas que se diferencian de manera abismal. Sin embargo, desde que se constituyó la Comunidad Europea, varios países han sido afectados por la crisis económica del sistema capitalista y se han dado bruscos virajes hacia los gobiernos de derecha -en algunos casos de ultraderecha-, que ponen en peligro no sólo la democracia participativa, sino también la existencia de millones de inmigrantes que viven una situación insoportable, como si tuvieran encima de la cabeza pendiente la espada de Damocles. La xenofobia contra los extranjeros crece y crece, y los gobiernos son cada vez más y más reaccionarios.

A.O.- ¿Podrías decirme algo acerca de la literatura que se está escribiendo actualmente en Bolivia? ¿Qué características tiene? ¿Refleja el tema del empoderamiento de los indígenas?, por ejemplo

V.M.-  La literatura boliviana, en la actualidad, está viviendo su mejor momento, con escritores que están trabajando seriamente con la palabra escrita. Hay una pléyade de nuevos valores, tanto en verso como en prosa, que se están abriendo espacios considerables no sólo a nivel nacional, sino también a nivel latinoamericano y mundial. Éste es un hecho casi insólito en un país que siempre se mantuvo a la zaga de otras corrientes literarias del continente. Recordemos que hasta finales del siglo pasado eran muy pocos los escritores bolivianos tomados en cuenta en antologías, estudios o compendios de literatura hispanoamericana. Hoy en día, sin embargo, contamos con escritores y escritoras que, tanto por su talento como por la calidad su obra, están a la altura de los mejores narradores y poetas del continente.
La literatura de los escritores más jóvenes, como es natural, está acorde con lo que se está escribiendo en otros países. De ahí que no es extraño que aborden temáticas que antes no estaban contempladas en la literatura nacional, como el erotismo, la ciencia ficción o el género policiaco. Otro fenómeno interesante es que existe una nueva corriente de escritores, de ascendencia indígena, dispuestos a escribir o reescribir su historia desde su propia perspectiva; es más, el Ministerio de Culturas y las instituciones pertinentes están auspiciando concursos literarios en quechua y aymara, como una forma de fomentar la creación literaria entre los escritores originarios y como una parte de las políticas de descolonización del actual gobierno.

A.O.- ¿Cuál es tu visión acerca de la situación de las mujeres en Bolivia? ¿Están actualmente cerca de la igualdad con los hombres?

V.M.- La situación de la mujer no ha cambiado mucho, debido a la sólida estructura patriarcal existente desde la época de la colonia. No obstante, se nota que hay ciertos avances en algunos sectores, donde las mujeres participan activamente en la vida política, social y cultural. Aunque no ocupan puestos importantes en las esferas gubernamentales, son voces que se escuchan con más fuerza que antes. Por ejemplo, tenemos a escritoras que, además de tener una gran integridad personal y capacidad intelectual, hacen prevalecer sus derechos por sobre todas las cosas. Lo mismo ocurre entre las mujeres que representan a organizaciones o instituciones que luchan por la igual de géneros. Pienso que el legado de Domitila Barrios de Chungara, que fue una legendaria dirigente de las amas de casa de las minas, está generando efectos positivos entre las mujeres más conscientes y politizadas. Si bien es cierto que las mujeres no han alcanzado todavía los mismos derechos que el hombre en la vida laboral y familiar, es cierto también que estás desigualdades obedecen a factores socioeconómicos, que tienen que ver con el subdesarrollo del país y la mentalidad retrógrada y conservadora de algunas instituciones como la Iglesia, que concibe que la mujer debe estar subordinada al hombre por mandato divino.

A.O.-  Reconsiderando lo que ha sido tu vida entera, ¿qué destacarías más en tus luchas: las luchas sociales en tu juventud, tu lucha permanente con la escritura, la consecuencia con tus ideales?
¿En qué forma estás más satisfecho?, si es que lo estás de alguna manera.

V.M.- De mi vida rescato todo, incluso las etapas más sombrías que me tocaron vivir, porque todas esas experiencias juntas forjaron mis ideales y mi personalidad. Mi infancia, por ejemplo, ha sido un periodo que ha dejado una impronta imprescindible en mi vida, lo mismo que las luchas sociales en las que participé activamente en mi adolescencia. Mi relación con los sindicatos mineros, la persecución política durante la “Operación Cóndor”, la cárcel, las torturas y el exilio, han sido también factores que han determinado mi modo de ver el mundo y el contenido de mi literatura; es más, mi primer libro de testimonio, que gira en torno a la huelga minera de 1976, lo escribí en las celdas húmedas del Panóptico de San Pedro y en la prisión de Viacha. De ahí que mi lucha social se funde, como en una fragua, con la lucha permanente que sostengo con mi escritura, porque ambas luchas reflejan, de una manera consciente o inconsciente, las ganas de expresarse libremente, las ganas de crear un nuevo mundo con la fuerza de la imaginación y las ganas de vencer a lo imposible. Con todo, a estas alturas de mi vida, me siento plenamente satisfecho con los logros alcanzados, muy modestos pero profundamente significativos en la vida de un hombre que nunca puso precio a sus ideales.

A.O. -¿Qué repercusión está teniendo tu obra literaria en Europa, ahora que te han traducido al francés?

V.M. -Pienso que el hecho de haber vivido tantos años en Europa, aparte de haberme dado ventajas, me ha permitido conocer a gente que trabaja en el ámbito literario. Es bueno recalcar, además, que mi obra no sólo está traducida al francés, sino también al inglés, sueco, alemán e italiano. En realidad, y sin la menor intención de sobreestimarme, se puede aseverar que debo ser uno de los pocos escritores bolivianos cuya obra está siendo traducida a otras lenguas y uno de los pocos escritores que tiene ya un espacio ganado en exterior. Abrigo las esperanzas en que lo mejor de mi obra, que no es mucha pero sí significativa, siga siendo traducida a otros idiomas, porque lo que me interesa, entre otras cosas, es que los lectores de Europa, África, Asia o Estados Unidos, conozcan los crímenes de lesa humanidad que cometieron las dictaduras militares durante la “Operación Cóndor” o se introduzcan en el realismo mágico y la realidad tragedia de las minas a través de mi obra. Espero que así sea algún día.

A.O. -¿Qué repercusión está teniendo tu obra literaria en Bolivia?

V.M.- En Bolivia, donde la gente me conocía más por mis artículos de prensa que por mi obra literaria, se están reeditando mis libros, que fueron publicados en Suecia, España o México. Tuve la suerte de participar en un evento de escritores bolivianos, auspiciado por el Centro Cultural y Pedagógico Simón I. Patiño de Cochabamba, que se llevó a cabo en julio del 2011, donde conocí al director del grupo editorial Kipus, quien se interesó y comprometió a reeditar toda mi obra para su circulación en el país, así que ahora, con el tercer libro ya publicado, estoy en plena campaña de promoción de mi literatura. Si todo sale como el editor lo tiene previsto, tengo la certeza de que mi obra se establecerá muy pronto entre los lectores bolivianos.

(c)Araceli Otamendi - Archivos del Sur

Acerca de Víctor Montoya:
Víctor Montoya nació en La Paz, Bolivia, en 1958. Escritor, periodista cultural y pedagogo. Vivió desde su infancia en las poblaciones de Siglo XX y Llallagua, al norte de Potosí, donde conoció el sufrimiento humano y compartió la lucha de los trabajadores mineros. En 1976, como consecuencia de sus actividades políticas, fue perseguido, torturado y encarcelado durante la dictadura militar de Hugo Banzer Suárez. Estando en el Panóptico Nacional de San Pedro y en la cárcel de mayor seguridad de Chonchocoro-Viacha, escribió su libro de testimonio Huelga y represión (1979).

En su extensa obra, que abarca el género de la novela, el cuento, el ensayo y la crónica periodística, destacan: Días y noches de angustia (1982), Cuentos Violentos (1991), El laberinto del pecado (1993), El eco de la conciencia (1994), Antología del cuento latinoamericano en Suecia (1995), Palabra encendida (1996), El niño en el cuento boliviano (1999), Cuentos de la mina (2000), Entre tumbas y pesadillas (2002), Fugas y socavones (2002), Literatura infantil: Lenguaje y fantasía (2003), Poesía boliviana en Suecia (2005), Retratos (2006) y Cuentos en el exilio (2008).
Liberado de la prisión por una campaña de Amnistía Internacional, llegó exiliado a Suecia en 1977. Cursó estudios de especialización en el Instituto Superior de Pedagogía en Estocolmo y ejerció la docencia durante varios años. Dirigió las revistas literarias PuertAbierta y Contraluz. Es miembro de la Sociedad de Escritores Suecos y del PEN-Club Internacional. Su obra está traducida a varios idiomas y tiene cuentos en antologías internacionales. Está considerado por la crítica especializada como uno de los mejores narradores latinoamericanos en Suecia y como uno de los principales impulsores de la moderna literatura boliviana. Obtuvo el primer Premio Nacional de Cuento, UTO, 1984; el Premio de Cuento Breve del Semanario Liberación, Suecia, 1988; el primer premio de Cuento de Escritores de la Escania, Suecia, 1993; fue uno de los ganadores del Concurso Internacional ‘Sexto Continente del Relato Erótico’, convocado por Radio Exterior de España (2010). Escribe en publicaciones de América Latina, Europa y Estados Unidos.


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