lunes, 24 de mayo de 2010

Entrevista a Isabel Allende por Araceli Otamendi*





(Buenos Aires/California) Araceli Otamendi

Isabel Allende nació en Lima, Perú, donde su padre Tomás Allende, primo hermano de Salvador Allende era funcionario del gobierno de Chile. Ha vivido en distintos países: Bolivia, Venezuela, el Líbano, Bélgica, entre otros. Actualmente y desde hace años vive junto a su marido, el abogado y escritor William Gordon en California, Estados Unidos de América.

Isabel Allende ha publicado diecieciseis libros- el primero fue La casa de los espíritus- y es una de las escritoras latinoamericanas más reconocidas y leídas en los distintos países del mundo.

Me concedió una entrevista exclusiva para la revista Archivos del Sur.

Entrevista exclusiva: Isabel Allende por Araceli Otamendi



Araceli Otamendi:- ¿Cuando empezó a escribir, a trabajar como periodista a los diecisiete años, imaginaba el futuro, tenía idea de su destino, de lo que llegaría a ser como escritora, una persona tan famosa, comunicada a través de su obra con tantos lectores?

Isabel Allende: - A los 17 años muy pocos seres humanos tienen idea de quién son o para dónde van. Yo era una mocosa atrevida e ignorante. La vida me dio la oportunidad de trabajar como periodista, sin haber estudiado la carrera, y aprendí lo que pude en ese oficio. Creí que, con suerte, podría ser periodista por el resto de mi vida. Nunca imaginé que acabaría convertida en novelista y mucho menos que tendría éxito en este extraño vicio de contar.

A.O.: - ¿Cuál es el libro que le ha gustado más escribir y por qué?

I.A.:- El libro que más me gustó escribir fue La Casa de los Espíritus porque lo hice con total inocencia, sin tener idea de lo que hacía, sin saber nada del mundo de las editoriales o de los críticos y profesores de literatura, ni siquiera suponía que esas páginas llegarían a publicarse. Me lancé a la escritura por desesperación, me moría de aburrimiento con la vida que tenía y necesitaba contar el caudal de anécdotas que llevaba por dentro desde hacía años. Desde entonces he escrito 16 libros y siempre lo he hecho con alegría, aunque a veces el tema ha sido difícil o triste, como Paula, pero nunca he vuelto a sentir esa energía infantil - no se me ocurre otra manera de definirlo - con que escribí el primero.


A.O.:- ¿Cuál es el libro que le ha costado más escribir - en trabajo, en tiempo, en dolor - y por qué?
I.A.:- El que me ha costado más en trabajo, dolor y tiempo es la memoria que empecé el 8 de enero del 2006 y todavía no termino, porque he tenido que revisarla mil veces y confrontar mi version de los hechos con cada miembro de mi familia. Ha sido un proceso muy difícil, que en algunos casos ha costado lágrimas y peleas. Escribir Paula fue doloroso, pero no difícil, porque me sirvió para pasar el primer año del duelo y como catarsis.


A.O.:- En su libro Mi país inventado usted dice que fue perdiendo prejuicios para contar secretos al escribir, sin embargo en su primera novela La casa de los espíritus reconoce que en los personajes hay similitudes con los parientes de su madre. También Paula es una novela autobiográfica. ¿Cuánto hay de autobiográfico en cada libro que escribe?
I.A.: - Es muy diferente escribir ficción teniendo como modelos a personas vivas (parientes, en mi caso) que escribir una memoria, en que la gente aparece con sus nombres. En el primer caso es un ejercicio de imaginación, en el segundo es un intento de aproximarse a la verdad. Sin embargo, en todos mis libros hay elementos autobiográficos o personajes basados en gente conocida. Escribo con más naturalidad cuando conozco bien el tema o lo he experimentado. A veces esa experiencia personal aparece transformada por completo, como en el caso de Hija de la Fortuna, que es una novela sobre la fiebre del oro en California en l848. ¿Qué tiene eso que ver conmigo? Mucho, porque es también una novela sobre el feminismo, sobre la trayectoria de independencia y libertad que yo inicié temprano en mi vida. En otro tiempo y en otras circunstancias, mi vida se parece a la de Eliza Sommers, la protagonista de ese libro.


A.O.:- Usted vivió de joven en Bolivia, el Líbano, Bruselas, Venezuela. Ahora vive en Estados Unidos, ha tenido una vida bastante viajera. ¿Cómo han influido e influyen estos distntos lugares en su escritura?

I.A.: - Las raíces de mi imaginación están plantadas en los primeros años de mi vida en Chile, pero mi oficio de escritora y mi carácter como ser humano han sido definidos por los viajes, que me dieron una idea del tamaño y la complejidad del mundo. Los viajes hacen que uno sea más tolerante, curiosa y humilde. ¡Hay tanto que no sabemos! Además, al ver gente en tantos lugares diversos, uno comprende que somos todos más o menos iguales, las diferencias que nos separan son insignificantes, comparadas con las similitudes que nos acercan.



A.O.:- En su última novela Inés del alma mía, trabaja con personajes históricos. ¿Hace un trabajo de investigación previo a la escritura? ¿Cuánto hay de invención en esta novela?
I.A.: - En todas las novelas históricas que he escrito hay un enorme trabajo de investigación. Si los datos son reales y fidedignos, el lector acepta mejor la parte que es ficción. En el caso de Inés del Alma Mía, todos los hechos históricos son ciertos. La ficción consistió en inventar la voz de Inés Suárez y de algunos de los otros personajes, porque lógicamente la historia no registra ese tipo de cosa.

A.O.:- ¿Qué ventajas y desventajas ha tenido para ser escritora su origen chileno, latinoamericano? ¿qué barreras ha tenido que derribar para ello?
I.A.:- Tuve la suerte de publicar mi primera novela en la época en que todavía resonaba en el mundo el Boom de la literatura latinoamericana y existía interés por los libros que venían de nuestro continente. También había interés por Chile, Salvador Allende, la dictadura de Pinochet. Ser latinoamericana y chilena me ayudó. En cambio ser mujer no me ha ayudado, porque me ha costado el doble que a cualquier hombre obtener la mitad de reconocimiento. La crítica ignora o es muy dura con las escritoras. Por suerte he tenido muchos y muy leales lectores, pero te confieso que en estos 25 años en el oficio he tenido a menudo la sensación de ir escalando el Everest.


A.O.:- ¿Es común que tenga mucho tiempo en su mente un libro antes de escribirlo?
I.A.:- Por lo general el tema se gesta lentamente y demoro años en plasmarlo en las páginas del libro. Siempre estoy escribiendo y siempre están fermentando ideas dentro de mí. El único libro que he escrito sin pensar, a toda carrera y con inmensa alegría fue El Zorro. La época es fascinante, el personaje existía y la idea no fue mía, sino de la corporación que tiene los derechos del Zorro. Me pidieron que escribiera el libro, investigué el período histórico y los lugares donde ocurriría la acción y el resto salió solo. De todos modos, lo hice con disciplina, con laboriosa investigación y revisando muchas veces cada página. No lo tomé a la ligera. Nunca tomo a la ligera mi trabajo.


A.O.:- .¿Cómo es un día de su vida?
I.A.:- Un día normal de mi vida es así: me levanto a las 6.30am y entro al baño a ducharme y maquillarme (cosa que hago todos los días, aunque no vaya a salir ni a la esquina). Willie, mi marido, me prepara té y me lo lleva al baño. En general salgo a pasear a la perra a paso rápido. Reviso mis mensajes en email. Me desayuno con café y una tostada. Luego me voy al cuchitril al fondo del patio, elevo una breve plegaria para llamar a las musas y los espíritus, enciendo una vela y me siento a escribir. La perra me obliga a salir al jardín cada una o dos horas. Tomo té varias veces al día. Como fruta o queso. A mediodía hablo con mi secretaria en la oficina y con mi nuera, Lori, que maneja mi fundación, para resolver lo necesario. Sigo escribiendo y tomando té. A las 7pm me llama Willie a comer. Yo no tengo idea lo que vamos a cenar, él es el cocinero oficial de nuestra familia. Cenamos, comentamos el día, los libros, las noticias, la familia, etc. llega Lori con una bolsa con el trabajo de la oficina que debo atender. Eso no me toma mucho tiempo, nunca más de media hora, salvo que haya entrevistas por email. El resto de la tarde es para estar juntos. Por supuesto, a menudo hay otras actividades: ver a los nietos, ir al cine, cenar con amigos, leer. Hacemos una vida de familia, íntima, privada, retirada. Yo no soy muy sociable y necesito todo mi tiempo y mi energía para trabajar. En el verano, si he terminado el libro, puedo jugar un poco. Tenemos piscina en la casa y el jardín se llena de niños, también vamos de vacaciones por dos semanas con los nietos a lugares lejanos (Galápagos, Australia, Turquía, Kenya, etc.) Tres o cuatro veces al año voy a Chile por una semana a ver a mis padres.


A.O.:- ¿Qué es lo que William Gordon, su esposo, le aporta a su escritura y qué es lo que usted le aporta a la escritura de él ahora que él también es escritor?
I.A.:- Willie es mi alma y mi vida, sin él yo no podría escribir. Mi marido provee toda la infraestructura para que yo pueda disponer de tiempo y libertad para mi trabajo, él se hace cargo de los contratos, los problemas legales, el manejo administrativo de mi oficina, la comida, la vida social, etc. Cuando me siento insegura, él me recuerda que debo dejarme de filosofar y limitarme a contar el cuento lo mejor posible. Se le ocurren ideas cuando estoy en blanco, puedo comentar con él el libro que estoy escribiendo y así aclaro algunas cosas. Le cuento mis sueños y me ayuda a interpretarlos, porque los sueños me revelan muchas cosas interesantes de la vida y la escritura. Estamos siempre juntos, es mi compañero en todo el sentido de la palabra.

¿Qué hago yo por él? Discutimos temas y problemas de sus libros (cómo crear suspenso, cómo desarrollar un personaje, cómo evitar un cliché, etc.) Cuando tiene un original terminado, lo leo y le doy mi opinión como si fuera su editora, pero soy muy respetuosa con sus ideas y su estilo. Nunca olvido que el libro es de Willie, no mío. Leo cuidadosamente la traducción al español. Pongo a su disposición mi experiencia con editores, prensa, lectores, giras, etc.
Los dos nos damos ánimo mutuamente y nos acompañamos en los viajes de promoción.

(c) Araceli Otamendi- Archivos del Sur- Todos los derechos reservados


*entrevista publicada originalmente en febrero de 2007
créditos de las fotografías:
Lori Barra

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