domingo, 29 de enero de 2012

Entrevista al Doctor Julio Alak, actual Ministro de Justicia (archivo)

                                              Foto: Ministro Julio Alak


(Buenos Aires) Araceli Otamendi


En el año 2000 entrevisté al Doctor Julio Alak, actual Ministro de Justicia. En el momento de realizarse la entrevista, Julio Alak era Intendente electo de la ciudad de La Plata, capital de la Provincia
de Buenos Aires. El abogado peronista Julio Alak, acababa de iniciar su tercer mandato al frente de esa Municipalidad. Tenía entonces 42 años.

La entrevista fue publicada en la revista Cultura segunda época, en marzo de 2000.

Las preguntas de la entrevista fueron consensuadas antes entre el director de esa revista Patricio Lóizaga y yo.

La entrevista, sobre el tema Ciudad y democracia, se realizó en la Intendencia Municipal de la Plata.

Dado que la revista Archivos del Sur cumple su décimo aniversario este año, iré publicando entrevistas que realicé a políticos argentinos.

Esta es la segunda entrevista de esa serie. La primera fue al Ingeniero Mario Barletta, actual Presidente de la Unión Cívica Radical.


Entrevista con Julio Alak por Araceli Otamendi




J.A. -"El siglo XXI va a estar signado por la jerarquización de las ciudades en el mundo y del rol de los municipios dentro de la estructura institucional argentina y latinoamericana fundamentalmente. Esto es así porque hay dos ideas que recorren el mundo en lo que se refiere a la organización política de los estados y de la gente, que son las ideas de la descentralización y de participación ciudadana. Estas dos ideas fundamentales van a llevar a nuestro país a un fuerte proceso de transformación de las estructuras institucionales tal como hoy las concebimos.
Creo que vamos a pasar de una democracia representativa, como la que hoy vivimos, a una democracia participativa en donde la transformación se va a dar fundamentalmente por la descentralización del Estado nacional hacia los estados provinciales, y desde los estados provinciales hacia los estados municipales. Nosotros tenemos desafíos muy importantes en la Argentina para los próximos tiempos. En la Argentina el proceso de descentralización comenzó de atrás para adelante. Aquí el Estado nacional hoy concentra el 70% de las facultades para recaudar, 24 provincias el 22%, y los municipios, que somos 1.700 gobiernos locales, solamente tenemos el 8% de participación en los recursos fiscales de la Argentina. Cuando analizamos la estructura del gasto también vemos una fuertísima centralización.
El Estado nacional gasta aproximadamente un 45% del gasto público, los estados provinciales están gastando un 46% aproximadamente, y los municipios estamos gastando solamente el 9%. Es decir que hay una gran concentración de la recaudación y el gasto en el Estado nacional y los 24 estados provinciales, y hay una indiscutible poca cantidad de recursos públicos en manos de los municipios, que somos los que estamos muy  cerca de los problemas y de la gente. Esta estructura fiscal hace que nos alejemos de las posibilidades de resolución y pone en crisis al sistema.
"Estoy convencido de que la Argentina va a entrar rápidamente en un proceso de descentralización, más allá de la clase política. Creo que vamos a ir hacia una república democrática participativa de acuerdo a lo que la gente quiere, y pienso que vamos en ese sentido. Cuando digo que el proceso de descentralizacíón en la Argentina comenzó con la década del noventa pero empezó de atrás para adelante, es porque éste se originó en una descentralización del Estado al sector privado que se dio, en el marco de la reforma del Estado, con la privatización de los servicios públicos y de las empresas del Estado. Pero aquí falta hacer la descentralización institucional, es decir, del Estado nacional al provincial, y falta como otro desafíio, la descentralización política, es decir, del Estado a la sociedad.
 "La descentralización intrainstitucional o administrativa va a fortalecer fuertemente a los Estados municipales, con transferencia de responsabilidades tanto tributarias como políticas públicas,
fundamentalmente políticas de desarrollo urbano, culturales y sociales. El segundo eje (yo hablaba de dos ejes, la descentralización y la participación ciudadana), se va a dar fuertemente en el ámbito del municipio, porque la participación ciudadana es casi abstracta a nivel de gobierno federal, es bastante lejana en el gobierno provincial, y es muy viva en el gobierno municipal. Nosotros comenzamos este proceso de descentralización política hacia la comunidad de La Plata; fuimos el primer municipio en la Argentina que conformó, por norma-ordenanza, juntas comunales, es decir, pequeños consejos deliberantes en los diferentes núcleos urbanos de la ciudad, que están integrados por representantes de las instituciones, es decir, por la misma comunidad que se organiza en forma libre. A esas juntas comunales, que fueron creadas por ordenanza y tienen sus autoridades, se les dieron las facultades para realizar planes de desarrollo local conjuntamente con las facultades de Arquitectura y Urbanismo, las cuales les dieron asistencia técnica como urbanistas para que cada Junta Comunal desarrolle su plan de desarrollo local, y de Humanidades, que aportaron psicólogos sociales que actuaron como animadores de grupo, para que todos tuvieran la posibilidad de expresarse en un plano de igualdad".



A.O. -¿Esto cuando comenzó?

J.A. - En el año ´98. Y dimos un segundo gran paso, porque en la Argentina no había antecedentes: nuestro presupuesto es participativo, es decir que el plan de desarrollo local, luego de una etapa de nivelación de demanda hecha por el gobierno - porque se dieron cosas extrañas, como que las zonas de mayor nivel socioeconómico eran las de mayor demanda de costos, y las más humildes eran las de menor demanda-, los planes de desarrollo local se insertaron en el presupuesto participativo y cada núcleo urbano de la ciudad, localidades como Villa Elisa, City Bell, Gonnet, Tolosa, Olmos, Los Hornos, pudo hacer el seguimiento del plan de desarrollo local elaborado libremente y con asistencia técnica de la universidad en la ejecución del presupuesto municipal. Es decir que es un sistema de control de la ejecución.

A.O. - Este sistema, que funciona ya en la ciudad de La Plata, se perfila como para desarrollarse en todo el  país a corto plazo.

J.A. - Hemos recibido pedidos de la Ciudad de Buenos Aires,, en relación a esto.

A.O. - La democracia participativa funciona. ¿Qué pasa con la juventud, que en lugar de manifestar una vocación de participación en la cosa pública está más estimulada por la cultura del consumo y del espectáculo?

J.A. -   Nosotros, los argentinos, cuando hablamos de juventud hacemos una comparación de la época actual con la década del ´70, la cual fue una década muy especial. Creo que la juventud tuvo, en la
década del ´70, un nivel de protagonismo altísimo, muy por arriba de todos los otros segmentos generacionales y muy por arriba de la media histórica. Hoy la juventud tiene el mismo protagonismo que tuvo en todo el siglo pasado, excepto en la década del setenta. Creo que los ejes de la juventud pasan hoy por cuestiones culturales, como son la música, el arte, e incluso el deporte; ahí sí hay niveles de participación importantes.
Como desafíos y como objetivos está la búsqueda de una profesión para estudiar y de un trabajo.
Creo que en ese marco hay que ver en qué andan los jóvenes. Y para eso hay que meterse en la habitación de ellos. En la década del ´70 tenían las fotos de los grandes emblemas revolucionarios, los grandes mitos de la revolución, las fotos de Mao, el Che, Evita ...En la década del socialismo mundial los grandes ídolos, los grandes mitos estaban en la habitación de los jóvenes. Si ahora uno entra en la habitación de un joven no va a encontrar fotos de grandes líderes politicos, sino de grandes artistas, fundamentalmente de rock, y deportistas. Están en ésa. A nosotros nos fue muy bien con los jóvenes en la ciudad, nos votan mayoritariamente. El 60% de ellos nos votó.

A.O. - García Canclini dijo, en un estudio que tiene sobre la Ciudad de México, que allí conviven cuatro ciudades. En La Plata podríamos hablar de varias ciudades que conviven. Una de ellas sería la universitaria.
J.A.   -  Yo díría tres. Está la ciudad más importante, que es la ciudad universitaria, la cual tiene casi 80.000 alumnos en una población de seiscientos mil habitantes: el peso relativo de la universidad en la ciudad es tremendamente alto. La segunda ciudad es la burocrática, por ser sede del gobierno de la Provincia de Buenos Aires; hay una estructura burocrática muy grande, que tiene un peso también
importante en la ciudad. Y la tercera ciudad es la de los vecinos. La del vecino de carne y hueso. Más allá de que no sea estudiante universitario, más allá de que esté o no vinculado a la estructura burocrática, este vecino tiene en La Plata a su ciudad.


A.O.  -   Recién usted dijo que se notaron más requerimientos en la población socioeconómicamente alta que en los sectores más humildes. ¿Cómo se puede ejemplificar esto?

J.A.   -   Este fue el dato que más me llamó la atención. Por ejemplo, el plan de inversión de desarrollo local para City Bell contenía, por pedido de los vecinos, un monto de inversión que casi superaba los doce millones de dólares para esa localidad.

A.O.   - ¿Qué pedían?
J.A.    - Puentes, equipamiento urbano carísimo. Y en Villa Elvira pedían cruces de calles; es decir,
ese sector socioeconómico más obrero-trabajador pedía que les pavimentáramos la calle, que pusiéramos adoquines para que no se embarren. El nivel de demanda de los sectores más humildes, paradójicamente, era muy inferior en relación al costo que representaba la demanda de los sectores medios y altos. Por eso, el tema de la participación hay que trabajarlo bien: si no, uno puede cometer una gran injusticia.


A.O. - ¿Y eso se equilibró desde la política?


J.A. - Sí, la política, nosotros, como instrumentos, digamos el gobierno popular, tenemos que trabajar en equilibrar esto. Es más: tratar de favorecer más a los sectores más postergados. Creo que el movimiento de las ciudades va a ser la característica más especial de la política nacional en los próximos treinta o cuarenta años. Acá hay un proceso de fusión de los estados nacionales en bloque supranacional, como la Unión Europea o el Mercosur, donde por un lado los estados nacionales delegan facultades a los bloques supranacionales en cuanto a los acuerdos arancelarios, los acuerdos monetarios y, por otro lado, hay una transferencia, que es inevitable, hacia las provincias y hacia los municipios.
Lo interesante de la descentralización y de la participación política es que no hay discusión ideológica, yo siempre digo esta frase: desde el anarquismo basista hasta el Fondo Monetario Internacional, todos estamos de acuerdo en que hay que lograr la descentralización político-administrativa y la participación ciudadana. Creo que en el arco ideológico, el máximo nivel de tensión y extensión coincide en que son dos procesos irreversibles. Y el rol de las ciudades va a ir aumentando de una manera espectacular, porque ya la competencia entre estados está muy acotada por los organismos internacionales y supranacionales. Ahora se va a venir la competencia entre las ciudades. Y así como el que vaya dentro de poco de París a Berlín no se va a dar cuenta de que cruzó de Francia a Alemania, sí se va a dar cuenta cuando salga de París y cuando entre en Berlín. Borges recordaba siempre: "Mi padre me decía, mirá esas banderas que después no las vamos a ver más, esos ejércitos...,". Yo veo eso que alguna soñó el padre de Borges: un mundo sin fronteras, un mundo sin ejércitos y sin banderas. Creo que los hechos y la realidad lo van a ir demostrando; nadie se va a dar cuenta dentro de poco cuando cruce una frontera, porque prácticamente no va a haber países vecinos, y sí se va  a dar cuenta cuando entre y salga de una ciudad. Nos va a pasar a nosotros cuando crucemos la cordillera para ir de Mendoza a Santiago de Chile.

A.O. -   Usted me decía que a corto plazo el proceso de la participación ciudadana se va a dar en todo el país.

J.A. -     Se dará a corto plazo. Ya se da en La Plata. Y vamos a dar un paso más. Nosotros hicimos descentralización institucional, descentralización administrativa - al darles a las juntas comunales la posibilidad de la planificación urbana-, descentralización financiera - al darles la posibilidad de incluir sus proyectos en el presupuesto municipal-, y ahora vamos a hacer una descentralización política: le vamos a permitir a cada comunidad que elija su administrador comunal, su intendente de localidad. Es un hecho, estamos más avanzados de lo que la ley permite; la ley, hoy por hoy, lo prohíbe. Pero nosotros lo vamos a hacer como una suerte de consulta popular, para que designemos nuestro delegado municipal o administrador comunal, en cada una de las localidades, no por decreto del intendente, como dice la ley, sino por voto popular.


A.O. - Más participativo todavía.



J.A. - Más.


A.O. - ¿Podría nombrar algunas ciudades donde estas experiencias se están llevando a cabo?


J.A. - No conocemos muchas experiencias; hemos visto algo en Barcelona, también hemos visto algo en Sevilla. En Latinoamérica, la que ha trabajado bastante el tema de la participación comunitaria ha sido Porto Alegre, y creo que es el mejor modelo brasileño en cuanto a descentralización política. En el país, creo que nosotros somos los mejores, sin jactancias.

A.0.- ¿Cuál es su experiencia en relación a las organizaciones no gubernamentales?


J.A. - Es muy positiva, porque creo que lo positivo es crear ámbitos permanentes, pues ahí se da un proceso de crecimiento en conjunto, crecemos todos; crecen las entidades porque el dirigente de la entidad ya asume un tercer rol: tiene el rol personal de su trabajo, de su familia, el segundo rol de ciudadano intersectorial de la institución que representa, y ya se le pide un tercer rol, que es pensar la comunidad. Es decir, uno está frente a una persona que tiene un gran sentido solidario pero que también lo hace en forma honoraria; le cuesta mucho esfuerzo hacerlo, nuestros talleres duraban en algunos barrios hasta las dos, tres de la mañana.


A.O.- Talleres sobre la problemática de la ciudad.

J.A. - Talleres de trabajo para, por ejemplo, definir qué obras traer para el desarrollo local; definir qué servicios culturales nuevos se pueden abrir, o qué servicios sociales. Los vecinos trabajaban hasta muy tarde.

A.O. - Toda gente con vocación de participación.

J.A. -   Sí, yo creo que los vecinos crecen mucho porque tienen la posibilidad de aprender a planificar,
a interactuar con el estado municipal, a incorporar sus demandas y medirlas en relación al costo de inversión. Y nosotros, fundamentalmente, aprendemos a desprendernos de facultades que nos otorgan las normas pero que la realidad viene determinando que las tenemos que compartir. Y algo muy importante: aprendemos a que nos cuestionen, lo cual es algo poco frecuente en los funcionarios.
Estamos acostumbrados a que nos cuestionen pocas veces, la oposición y los medios de comunicación,
pero no en la práctica participativa y permanente, de la gente.


A.O. - En La Plata hay más participación de los ciudadanos que en otras ciudades más grandes....

J.A. -   Acá hay una participación real, es una ciudad que tiene muchísimas instituciones, lo cual es parte de su riqueza: tenemos casi mil instituciones de todo tipo. Y hacen un trabajo impresionante.
Y además de los consejos de participación territorial que son estas juntas comunales, tenemos los
consejos de participación sectorial. Tenemos los consejos municipales del menor, consejos municipales del discapacitado, consejos de la mujer, consejos de la producción, consejos del trabajo, consejos del desarrollo social. Vertical le llamamos a los sectoriales y horizontal a los territoriales. Entonces, la gente puede participar en un consejo de acuerdo con su pertenencia o su vocación, y puede participar en otro de acuerdo con el barrio donde vive, para mejorarlo.

A.O.- ¿La Plata ha tenido o tiene problemas de recibir población rural en forma masiva, o población marginal de otros países?

J.A. - Sí, creció mucho la inmigración. La ciudad está creciendo a un ritmo de 15.000 habitantes por año, de los cuales la mitad es de afuera.

A.O. - ¿Cómo consigue trabajo esta población?

J.A. - Hubo un crecimiento económico fuerte en la ciudad, lo cual provocó que, pese a la gran cantidad de personas que vienen de afuera, hubiera una generación de trabajo bastante mayor a la media nacional,  casi el doble, producto de la inversión pública, de las grandes obras públicas. Eso nos permitió tener una tasa de desocupación del 12%. Mar del Plata está en el 20%, Rosario en el
22%. La tasa es baja, pero estamos preocupados por la recesión económica.

A.O. - ¿Están previendo recesión?

J.A. -  Sí. Nosotros la notamos porque autorizamos los metros cuadrados de construcción mensualmente, y vemos que ha caído muchísimo la solicitud de metros cuadrados por parte de los particulares para  construir. Es un indicador muy fuerte.



A.O. - Eso plantea también el problema de la seguridad.

J.A.- Sí, hoy la seguridad es un problema prioritario en la ciudad.

A.O.    - ¿Cómo se instrumenta la seguridad?

J.A.     - La mayor parte de los problemas son de inseguridad y de desocupación y el resto está muy
atomizado. Es como que a la gente le preocupan esos dos problemas: inseguridad y desocupación. Nosotros creamos la primera patrulla urbana municipal. Es una patrulla importante que tiene veinte móviles y 200 policías municipales que ayudan mucho a la Provincia. El Municipio contribuye con la Provincia pagándole el combustible y las reparaciones de todos los móviles policiales.
Todos los móviles policiales funcionan con nafta municipal, pagada con recursos propios. La jurisdicción es de la Provincia, con la cual hay una gran colaboración. Ahora, me parece que la situación está mejorando, según las estadísticas locales.

A.O. - ¿Cómo funciona el tema de la seguridad con las juntas comunales?

J.A.   - Cada junta comunal tiene un secretario de seguridad. También tiene un secretario de cultura,
de desarrollo social, de obras públicas. Cada junta comunal replica en su estructura los problemas del barrio. Es un esquema que funciona. La junta comunal cuestiona al comisario, y el comisario tiene la obligación de ir a la junta comunal a informar cuál es la situación de la comisaría, cómo están los móviles, por qué los móviles recorren, por qué no recorren... Es muy interesante el mecanismo.



(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur

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