sábado, 23 de abril de 2011

Entrevista a Luis Cano, dramaturgo y director teatral


Luis Cano


Gaby Ferrero y Mauricio Minetti en El diario de Carmen



(Buenos Aires) Araceli Otamendi

El dramaturgo y director teatral argentino Luis Cano, autor de Los Murmullos y Coquetos carnavales, entre otras obras,  prepara los últimos detalles para el estreno de  El diario de Carmen el próximo  5 de mayo en El Kafka Espacio Teatral (Buenos Aires).



Archivos del Sur lo entrevistó:




P. -¿Por qué la elección de un diario de una mujer  como tema de la obra?


 
R. -No hice una obra de teatro acerca de un diario íntimo, me planteé las condiciones potenciales que ofrecía un diario íntimo para la experiencia del teatro

El diario íntimo es un espacio donde el que escribe se representa a sí mismo. Donde cuenta qué hizo, qué le pasó, pero a la vez no es fácil saber qué grado de ficción interviene ahí.

¿Es acaso un monólogo? Hay además un hipotético lector, un espectador cómplice de poder descubrir y espiar todo lo que se halla escrito…
 
En mi obra tomé un diario íntimo (´El diario de Carmen´) como si fuera una escena. De manera que Carmen tiene un dominio arbitrario del lugar y puede repetir a voluntad momentos del día, cambiar finales, hacer variantes sobre lo que padeció...

La costumbre de hacer anotaciones cotidianas hoy tiene también la forma pública del blog. En mi obra usamos el modelo previo, el cuaderno físico. Sospecho que esa forma de soledad es distinta, aunque sigue encontrando espectadores que se vinculen ¿desde el propio retraimiento?
 

P. -¿Por qué elegiste como protagonista a una mujer?


R.- No elegí como protagonista a una mujer, no recuerdo cómo resultó tener esa voz, el nombre ´Carmen´, y hasta el sobrenombre que no le gusta que le pongan…
 
P. -Uno de los temas de la obra es la soledad ¿cómo se aborda en la escena?

R. Pienso que en las obras teatrales hay muchos y diversos temas. En ´El diario de Carmen´ empezamos (al ver el espectáculo) con una casa que no es completamente una casa y que parece rodeada de sombra... Ahí aparece un tema, un tema dramático que emana de la representación. No quisiera apresurarme a nombrarlo y definirlo porque la experiencia escénica es tanto más variada, y más interesante que la enunciación.

Desde luego, en ´El diario de Carmen´ hay incluso un tema central, pero ese tema deriva de su naturaleza como obra: se trata de un diario, un diario íntimo, una práctica en soledad, a cierta distancia de los hechos. De esa acción surge un tema que podemos nombrar según queramos.

P.-¿Se trabaja en la obra con imágenes visuales y música como en Coquetos carnavales o predomina el texto?

R. -Todos los aspectos artísticos que aparecen en el montaje me resultan igualmente necesarios. No hay acentos deliberados que quiera enfatizar o subrayar. Pienso en el montaje como una simple condensación que resulta del material de trabajo. Montaje es ´dar forma´. Dar forma a una ficción para aludir a imágenes en la mente del público, imágenes que cada espectador construirá con inapreciable intensidad.
 
(Dicen que una casa moldea a los que viven.) Bueno, en mi obra, la puerta no abre nunca. Prácticamente no hay objetos, apenas dos o tres, y demasiado estilizados. Luego falta el cable del teléfono… En realidad, todo lo que está en escena sirve antes que nada ¡al juego!

P.-¿Cuál sería la diferencia entre esta obra y Los murmullos y Coquetos carnavales?

R. -Cada obra que hice fue una búsqueda de definir un mundo, de reconocerlo. También, indispensablemente, una intención de vincularme con la gente que irá a verla.

El teatro es una forma de relacionarse. Pienso que cada obra propone un trato particular con el espectador.
No tengo demasiado interés en los procedimientos de mis trabajos anteriores; probablemente por eso no hay otras semejanzas más que mi torpeza o aquellas decisiones que todavía no logro llevar hasta un plano mucho más y más intenso de teatralidad.

P. -¿Cómo se aborda la puesta en escena de esta pieza teatral desde el punto de vista técnico?

R. Uno, como dramaturgo o director, hace montajes del mundo. La técnica es la manera de organizar el juego. Podríamos decir que el tema del juego también es el mundo, y que todos los argumentos son visiones de mundo.
Y al igual que el diario íntimo, la dramaturgia es un aparato del mundo.

P. -Una última pregunta: ¿quién es esa mujer del diario, Carmen?

R.- Lo único que sabemos del personaje está en algunos elementos de su diario... son rasgos cotidianos que en la obra no están en primer plano. En ese telón de fondo Carmen vive en un barrio, trabaja hasta las 5 en una empresa que tiene muchos pisos, le gusta caminar y aprender el nombre de las calles, toma subte, se sienta en una plaza que queda atrás de un supermercado, para en un bar por donde pasa una línea de colectivos, vive en una casa a la que se entra por un pasillo... antes del inicio de la obra (uno o dos meses antes) habría visto un accidente en la calle.




Ficha de la obra 





 
EL DIARIO DE CARMEN
DE LUIS CANO
 
CARMEN Gaby Ferrero
JUAN Mauricio Minetti
DIRECCIÓN DE VOCES Tian Brass
ESPACIO Luis Cano
REALIZACIÓN ESCENOGRÁFICA Víctor Salvatore
CARPINTERÍA Guillermo Manente
DISEÑO INTERIOR, UTILERÍA Y VESTUARIO Lorena Ballestrero y Laura Rovito
ILUMINACIÓN Mariano Arrigoni
MÚSICA Mega Cisterna Magna
COREOGRAFÍA Luciana Acuña
PIEZAS GRÁFICAS Laura Rovito
ASISTENCIA GENERAL Micaela Piccarelli
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN Luis Cano
 
EN
elKafka espacio teatral
Lambaré 866
Teléfono: 4862-5439
Jueves 21:00 hs - Desde el 05/05/2011


Acerca de Luis Cano






 
Poeta, dramaturgo, actor y director, Luis Cano (Sáenz Peña, 1966) se formó en la Escuela Municipal de Arte Dramático, estudió Artes en la Universidad de Buenos Aires y, en 1993, estrenó su primera pieza El aullido, merecedora del Premio Coca Cola en la Artes. Desde entonces ha creado una cantidad de obras entre las que se destacan Tentativa para evadirme de mi padre (1996), Cangrejos (1997), Ruleta rusa (1998), Socavón (1999), Ostras frescas (1999. 2º Premio Municipal), El paciente (2002), Ruidosas rosas (2004), Partes del libro familiar (2007. Premio del INT), Chiquito (2008) y Mecanismos el cortejo (2009), además de compartir procesos de escritura con otros creadores de su generación como Alejandro Tantanian (La desilusión) y Beatriz Catani (La desdicha).
“Las marcas del pasado en diversos aspectos de la identidad individual y colectiva, y la innegable fuerza con las que éstas inciden en el presente, son cuestiones con las que nos confronta el teatro de Luis Cano, colocando en acción la imaginación ética del espectador”, expresó la investigadora Halima Tahan sobre su propuesta artística. “En muchas de sus obras, el autor ha afrontado la misión de encaminarse hacia el pasado para explorar dramáticamente las complejas relaciones entre memoria e identidad, entre memoria y olvido. Temas de profundas resonancias para la subjetividad de los argentinos”. 
En el Complejo Teatral de Buenos Aires, estrenó Los murmullos (Premio Germán Rozenmacher, Sala Cunill Cabanellas, 2002) y Hamlet de William Shakespeare (Teatro Sarmiento, 2004. Premio fundación Autores 2005), ambas dirigidas por Emilio García Wehbi, y fue responsable de la dramaturgia de la obra La forma que se despliega (Teatro Sarmiento, 2003), creación de Daniel Veronese para el ciclo Biodrama.
Entre otras distinciones, obtuvo el Premio Internacional Jorge Luis Borges por Un dietario (poesía), el Premio Nacional de la Secretaría de Cultura de la Nación, Premio Nuevas Obras de Autores del MERCOSUR y Premio Municipal del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: estos tres últimos por Coquetos carnavales. Asimismo, Luis Cano completa su labor en el campo teatral con la docencia (cursos y talleres de dramaturgia y producción teatral), la investigación y la dirección escénica.
 
acaba de publicar un LIBRO (IMÁGENES DE UNA NOVELA) que compila textos dramáticos breves de su autoría
http://www.facebook.com/profile.php?id=100001073741741#!/photo.php?fbid=173351949356860&set=a.154919567866765.32686.141348492557206&type=1&theater
 
convoca al encuentro de entrevistas públicas titulado DIÁLOGOS TEATRALES
http://www.facebook.com/profile.php?id=100001073741741#!/photo.php?fbid=1870231068275&set=a.1357252044120.52012.1016041358&type=1&theater
 
coordina el proyecto anual de PASANTÍAS en el complejo teatral de buenos aires
http://www.facebook.com/profile.php?id=100001073741741#!/photo.php?fbid=1886776481900&set=a.1357252044120.52012.1016041358&type=1&theater










(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur 

miércoles, 13 de abril de 2011

Entrevista a Juan Bolea* por Araceli Otamendi



(Buenos Aires) Araceli Otamendi


Juan Bolea vino  a Buenos Aires en 2008 a participar en la Feria del Libro y a presentar su novela policial Crímenes para una exposición publicada por Ediciones B. Este escritor de Zaragoza, España, es además padre de trillizos.
No deja de llamarme la atención que pueda escribir novelas con semejante
multitud en casa.

 


Lo entrevisté para Archivos del sur.


Pregunta: -¿Cuándo empezás a escribir novelas
policiales?


Respuesta: - Yo había escrito al menos un par de novelas que podríamos considerar Novela negra: El manager y El gobernador donde ya me metía en la harina de la corrupción, analizaba el poder, bajaba un poco a las cloacas de la sociedad actual y esas novelas estaban muy cerca de la novela policíaca pero no tenían enigma, no tenían misterio o crimen. Entonces, cuando empecé a escribir Los hermanos de la costa en el año 2005 empecé a trabajar un caso de asesinato muy complejo que me abría muy buenas expectativas y entonces pensé y bueno por qué no invento una figura de un
detective que ya me pueda servir para otros casos. Entonces imaginé la figura de Martina de Santo, decidí que fuese una mujer, una inspectora de policía,


P:- ¿Por qué decidiste que fuese una mujer la que investiga?


R.¨: - Porque hombres en la tradición del género policial hay muchos. Es un poco cansino ponerse a imaginar otro. Mujeres hay pocas y en el mundo de la literatura en castellano hay pocas. Por otra parte estamos en el siglo XXI, las mujeres estáis en todos los frentes ya y hay una lucha por la igualdad y eso da una riqueza también. Hay una cierta cierta ideología en todo eso, una cierta rebeldía. Martina está rodeada de policías
que son varones y ella se vale de sus derechos y lucha por obtener el respeto y eso es lo que quiere todo el mundo. Aparte yo creo que una mujer enfrentada al hecho criminal
siempre aporta otra visión, le da a veces una mayor ternura, a veces una mayor
comprensión, lo ve de otra forma que un hombre. Hay veces que me cuesta mucho
trabajar los personajes, yo los trabajo, en mis cuadernos, los voy creando.


P.:- ¿De dónde nació el personaje de Martina?


R.:- Martina vino ella sola, realmente tuve que diseñarla apenas, pero a Martina la vi enseguida. Sí que la voy enriqueciendo, a lo largo de las novelas voy contando algo más. Su pasado, por ejemplo, si viene a cuento de la trama. El lector debe acompañarnos en la serie para ir conociendo al personaje. Es un personaje que está justificado por su visión policial y su sexto sentido. A un detective al final se le va a juzgar por su capacidad para resolver el misterio y ahí es donde Martina se enfrenta con
casos de una gran dificultad como el de Crímenes para una exposición que
exceden a la competencia de sus propios compañeros y ella tirando de unos hilos
y de otros y aplicando la lógica deductiva  y también las pruebas científicas y los métodos científicos consigue resolverlos pero también con un gran valor personal como siempre ha tenido el policía. Martina ella tiene una cierta leyenda, una conciencia heroica. El héroe siempre ha sido masculino, siempre ha sido solitario. La soledad ha sido un
atributo del héroe masculino, y ahora encontramos aquí a una mujer que es
Martina, que vive sola y que parece trabajar sola sin necesidad de precisar de
nadie más. Entonces esa virtud de una mujer joven, atractiva y solitaria
empieza a resultar inquietante porque no es frecuente. Eso ya es puramente
literario, ya entramos en la literatura. Hasta ahí estamos aún en la comisaría,
en la escena del crimen y a mi me gustaría que este personaje fuese un
arquetipo como en su momento fue Sherlock Holmes o cualquiera de los grandes
detectives capaz de sostener a lo largo de los años esa cualidad, ese olfato,
esa inteligencia deductiva, y sobre todo para gratificar al lector. Son personajes
para que el lector disfrute.


P.:- Para que las mujeres podamos disfrutar también, al leer tu novela me encantó que la detective fuera una mujer y que el autor de la novela tuviera esa ocurrencia. Yo creo que el machismo existe y existe en el arte también ...



R.:- Así es, en la literatura también.


P.:- ¿Qué repercusión hubo en España con estas novelas?


R.:- Muy buena, hay miles de ejemplares vendidos, tienen buenas críticas. La
novela Mariposa de obsidiana- la novela anterior – se va a llevar al cine. Yo estoy muy satisfecho y también estas novelas fueron muy bien recibidas en México, en Venezuela. En estos dos países están entre los libros más vendidos. Para mi es una enorme satisfacción, porque el éxito no siempre está asegurado. Pero lo que yo más agradezco de verdad es ver que la gente ha disfrutado de una historia policial. Nosotros
escribimos historias y solamente historias. Las historias tienen que ser lo más
interesantes y divertidas posibles para que cumplamos la gran función nuestra
que es entretener y hacer felices un ratito a nuestros lectores. Yo sólo por
eso creo que vale la pena trabajar. Si además invitas al lector a que conozca
alguno que otro de los trasfondos culturales con los que juego, en el caso de
la última novela con los músicos rusos del siglo XIX.


P.:- En Crímenes para una exposición hay un trasfondo de ambientes lujosos, de los anticuarios, del mundo del arte.¿Por qué elegiste mostrar este mundo en la novela?


R.:- Es una novela sofisticada, desde el principio lleva ese sello. No es una novela estrictamente realista. Yo procuro dar una cierta elegancia al planteamiento de la vieja lucha entre el bien y el mal. No son crímenes de salón. Yo describo el cadáver, la autopsia, el forense, pero hay una elegancia en la intencionalidad. El crimen no es brutal porque sí.
Hay algo más detrás. Hay una intención, hay una inteligencia que ha preparado
todo ello. A mi lo que me apasiona del hecho criminal es su propia naturaleza.
Es decir por qué una persona adulta, en posesión de sus facultades mentales, a
veces muy a menudo de una vida regalada y feliz puede llegar a cometer un acto
vandálico, criminal, delictivo. Entonces esa pregunta no es fácil de responder;
un autor policíaco está más cerca de responderlo que otro y yo intento entrar
en ese mecanismo psicológico, en esos sentimientos oscuros que están por debajo
de la sonrisa y de la alegría y de la apariencia y profundizar en nuestra
propia naturaleza, ya que en nosotros está el bien y el mal, el ángel y el
diablo, el beso y el puñal, por decirlo poéticamente. A mí eso me fascina, creo
que siempre va a ser así, siempre vamos a estar indagando en esos grandes
enigmas, porque somos el gran enigma, y de ahí es que la novela policíaca lo
único que refleja es la naturaleza humana.

Hay un cierto desdén hacia la novela policial, algo con lo que no estoy de acuerdo.


P.:- Es cierto, hay un desdén cuando se dice: tal novela es policial, es una novela de género.

También se puede leer una novela donde hay un crimen como si fuera un policial, hay una discusión sobre esto.


R.:- Yo he sufrido a veces un desdén en ese sentido, pues yo te aseguro que he salido siempre a favor del género, con mucho orgullo y llamándolo género porque es un
género.

Porque tiene normas internas desde Edgard Allan Poe. Las del policial son normas básicas que hay que conocer. Y eso no significa que sea ningún desdoro literario, al contrario, yo creo que es una dificultad añadida. De hecho muchos grandes autores no han triunfado con la novela policial, porque no la han entendido, no han entendido la estructura.


P.:- No es fácil.

R.-: No es fácil y Agatha Cristie ha triunfado con una enorme popularidad. Yo creo entre Raymond Chandler o Dashiell Hammett y un Hemingway o un Dos Passos no hay ninguna diferencia a nivel estilístico ni artístico, ninguna. Y también otros muchos, hablaríamos de Patricia Highsmith, de Truman Capote, de tantos otros...



P.:- Todos son grandes escritores. Borges defendía la novela policial.


R.:- Borges es una excepción. Era un fanático, escribía cuentos con trama policial.


P.:- Borges era un defensor de la novela policial y también trabajó con la colección del Séptimo Círculo.


R.:- Era un defensor de la novela policial porque disfrutaba mucho de la novela policíaca. En el mundo de la literatura la novela policíaca es muy relajante. Cuando uno sale de Proust, o de Kafka o de Thomas Mann tropiezas con Chandler yo creo que es una fiesta. Tendríamos que tener las dos grandes referencias en la literatura creativa y no sentir desdén por la novela policial.


P.:- No conozco los motivos por este desdén por la novela policial...


R.:- Yo creo que a veces se ha hecho mala novela policíaca, no pasa nada, hay que encontrar los buenos autores y disfrutarlos.


P.:- En cuanto al trasfondo cultural de la novela, en Crímenes para una exposición aparece el ambiente del Teatro de ópera, hay ambientes lujosos, casas con piscina. Quisiera saber si conocés esos ambientes, si los has observado.


R.:- Yo procuro ser honesto conmigo mismo y con los lectores. Todos los escenarios que aparecen en mis novelas, en el caso de Crímenes para una exposición que son escenarios europeos y también del Caribe colombiano los conozco bien. Los he adaptado a la novela, yo nunca he utilizado un escenario, un país, una ciudad donde no haya estado el tiempo suficiente para captar al menos parte del alma de esa ciudad como tampoco he escrito de ningún asunto que yo no conozca o que no haya investigado. No me gusta eso, no sería capaz de escribir con una enciclopedia o a través de un libro de viajes.
El lector que vaya a la isla de Providencia en Colombia, o que visite el famoso
Teatro de la Ópera de Viena verá que es una escena en mi novela que al menos
respeta ese ambiente. Yo creo que la ficción comienza a partir de allí. Uno tiene que ser honesto con los elementos con los que va a jugar, y luego hacer literatura sobre la
ficción. Tiene que ser real el procedimiento, un aeropuerto no puede ser otra
cosa que un aeropuerto...


P.:- El tema es que hay que saber describirlo.


R.:- Esa mezcla de realidad y ficción a mi me gusta mucho, es bonito. Es sugerente y te permite muchas licencias, y vuelves a la realidad y vuelves a la fantasía otra
vez. Sales de la sala de autopsias terroríficamente real y de pronto aparece una especulación distinta.

Es una forma de entender la literatura que ha durado desde su nacimiento. Para la gente joven la novela policial tiene un gran atractivo. Yo entiendo que les cueste leer una novela de un gran clásico moderno como Joyce o como Faulkner, pero estas novelas entran muy bien y te llevan a otras. Es una manera de hacer guiños al gran público y de atraerlo, para que no esté todo el día en internet, o todo el día en los juegos electrónicos.


P.:- Tal vez igual estén conectados a internet o en los juegos pero si pueden leer una novela policial va a ser mejor.


R.:-Porque hay una literatura muy asequible que no le va a producir otra cosa que un placer. Pero hay que descubrirlo, esa es nuestra lucha. Tenemos armas, para hacerlo.


P.:- En España hay clubes de lectura de novela policial, está la biblioteca La Bóbila, la
librería Negra y Criminal, recibo frecuentemente boletines de ellos y pienso cómo fue que en España se publican tantas novelas policiales


R.:- Yo creo que estamos media docena o más de autores que escribimos novela policial con frecuencia. Ya hay una serie de citas como Zaragoza, Gijón o Barcelona donde anualmente se hacen ferias, salones literarios y el público español está apoyando esto. Es un momento interesante. Yo estoy convencido que en castellano se puede hacer una novela policíaca a nivel mundial y que podemos aportar mucho. Generalmente lo que viene de Estados Unidos cada vez es más estándar, más estereotipo, a veces
tienes la sensación de que esa novela ya la has leído. Sobre todo los detectives
son muy similares, en cambio nosotros tenemos otra forma de entender la
construcción del personaje, el diálogo, nuestro mundo es diferente. En cuanto a
otros escritores españoles, argentinos y de otros países descubran las
posibilidades vamos a tener una gran oferta, no tengo ninguna duda.


P.:- También creo que en Francia la novela policial también está en auge.


R.:- Francia tiene mucha tradición en novela policial. Realmente estuvo casi desde el
principio del nacimiento de la novela policíaca, y tiene muchos lectores. Ha
generado colecciones especìficas, y legendarios autores como Simenon y alguno
más. Francia es muy proteccionista y cuida mucho a sus autores.

Ahí el que triunfa, triunfa de verdad. En Alemania también hay mucha tradición de la novela negra, también en Suecia, y en Italia. En Europa la novela negra es un valor casi seguro. Yo creo que en América va a empezar también a funcionar.


P.:- Aquí en Buenos Aires se lee mucho novela policial y esto lo veo cuando doy cursos, hay alumnos que se han leido todo, entonces tienen ganas de leer otras cosas, de ver qué novedades y autores pueden leer, conocer.


R.:- Se trata de conseguir que dos o tres autores prendan, es como el comienzo de una novela, tú vas sembrando y dices mira éste va bien. Nosotros en España nos apoyamos bastante aunque competimos y eso es inevitable, pero mantenemos una actitud generosa y cariñosa entre nosotros.


P.:- ¿Qué autores españoles podrías nombrar?


R.:- Lorenzo Silva, Alicia Giménez Barlett, Paco Taibo, son autores de relieve y están trabajando muy bien. José Carlos Somoza, hace un trhiller, a veces de enigma muy interesante. Hay también otros escritores. Están trabajando muy bien y sobre todo defienden el género. Sabemos que si el género va bien nosotros iremos bien.


P.- : ¿En qué región de España vivís?


R.-: Yo vivo en Zaragoza, es la región de Aragón, es norte. Está justo entre Barcelona y Madrid. Paso parte del año de un lado al otro, soy una especie de trotamundos, y luego me encierro seis meses para trabajar.


P.- ¿Necesitás aislamiento para trabajar?


R.:- Pues no del todo, pero sí una cierta una tranquilidad, no quiero perder la concentración durante más de un par de días porque entonces me resulta muy duro. Yo trabajo a diario, soy muy metódico para trabajar, muy disciplinado.


P.:- ¿Trabajás en tu casa o afuera, en los bares, por ejemplo?


R.:- Normalmente trabajo en mi casa de noche, casi toda la noche, hay un enorme silencio. Y ahí consigo concentrarme. Tengo un estudio, tengo niños pequeños, pero están dormidos.


P. ¿Trabajás en un estudio que está aparte de la casa?


R.:- Sí, tengo un estudio aparte y los niños lo respetan. Los niños están muy contentos de tener un papá que escribe cuentos.


P.: -¿Y le escribis algo para los niños?


R-.- Si, a veces les escribo para que se diviertan o para que se los lean a sus amiguitos.

Yo tengo trillizos.


P.:- ¿Todos son varones?


R.:- Son dos niños y una niña. Y un día me invitaron en Navidades a un Centro cultural donde iban a ir los niños y me dijo el director: por qué no les lees un cuento y yo jamás había escrito un cuento para niños. Entonces escribí un cuento que se llama El misterio del papel de plata cuyos protagonistas son los trillizos detectives. A los trillizos no les
había dicho nada. Y luego cuando vinieron al acto y empecé a leer, les había
cambiado los nombres a los personajes pero conté la historia de los trillizos,
cómo nacieron, entonces, vieras la cara que iban poniendo, se iban mirando y
ponían una cara curiosísima. Era un cuento policíaco para niños.



P.:- ¿Qué edad tenían los niños?


R.:- En ese momento, el año pasado, tenían siete años. El misterio del relato
policial encanta a los niños, por eso yo creo que la novela policíaca está en
la base de la ficción. Porque a los niños cuando hay misterio, un enigma, una
pista, los niños ya no pueden soportar no saber el final. Eso indica que la curiosidad 

por el enigma, por saber el final de un misterio está en nuestra naturaleza. Así como el amor por la ficción es de los primeros rasgos que viven mis hijos.


P.-: Si un cuento le interesa al niño quiere decir que es bueno.


R.:- Yo te diría que la curiosidad es consustancial al ser humano, es una de las grandes características nuestras. Dentro del ser humano hay algo que nos invita al sueño y a la ficción, eso es natural.


*entrevista publicada originalmente en la revista Archivos del Sur

(c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur -2008 - Todos los derechos reservados 







La obra narrativa de
Juan Bolea(Cádiz, 1959) arranca con El palacio de los jardines
oblicuos
(premio Ciudad de Alcalá de Novela Corta) y prosigue con dos
novelas muy bien acogidas por la crítica: Mulata y El color del Índico, cuya trama
transcurre en escenarios africanos. Con Ediciones B ha publicado El
manager
, una visión paródica del mundo del espectáculo y la política, en
2001, y dos años más tarde El gobernador, un ácido retrato de la
autoridad y del conflicto generacional.













sábado, 12 de marzo de 2011

Entrevista a Raúl Vigini director del Suplemento Cultural La Palabra

Raúl Vigini y Horacio Ferrer 



(Buenos Aires)

Raúl Vigini es el director del Suplemento Cultural La Palabra que se publica semanalmente en la edición impresa y en internet del diario La Opinión, en la ciudad de Rafaela, Provincia de Santa Fe, Argentina. La Palabra se edita desde hace quince años.
Entrevisté a Raúl Vigini para la Revista Archivos del Sur.

A.O. - ¿Cómo fue el inicio del suplemento y cómo se fue desarrollando hasta ahora? ¿qué enfoque se le dio a la cultura? ¿Tomaste algún modelo periodístico para iniciar el suplemento?

R.V. - Hay un hecho previo a La Palabra que merece destacarse. En el año 1988 asistimos con Ana María Colombo y un grupo de amigos docentes de Rafaela, a la segunda edición del Congreso del Hombre Argentino, su folklore, su historia y su cultura que se organizaba como actividad paralela al Festival Nacional de Folklore de Cosquín. En 2011 lo hice en la vigésima quinta edición del Congreso presenciándolo ininterrumpidamente todos estos años. De esos encuentros hemos coordinado con ella durante muchos años un Suplemento especial anual que el diario La Opinión entregaba con ponencias allí presentadas. Superada esa etapa periodística cultural, hace 15 años el director del medio gráfico mencionado nos ofrece hacernos cargo de un Suplemento Cultural para iniciarlo en 10 días. Comenzamos haciendo La Palabra a mediados de julio de 1997 y hoy continúo como responsable de la misma.
El contenido fue diseñado de manera que cubra todas las expectativas abordando la cultura como toda manifestación humana. Así la estructura incluye una imagen en la tapa con los titulares del contenido de la edición; la página 2 tiene el “Editorial” como columna de opinión propia y la sección “El invitado” con un texto aportado por un/a colaborador/a de origen diverso (escritor, médico, historiador, investigador, antropólogo, músico, etc.); la página 3 con la sección “En busca de…” que es una entrevista y la página 4 con las secciones “Les comentamos…” con discos y libros, “Consultorio lingüístico” con un idioma originario(quichua, mapuche, guaraní, lunfardo), “El buen decir” con dificultados del idioma castellano y la Cartelera Cultural local. Ese formato estaba esperando despertar alguna vez para ponerse en marcha, lo tenía diagramado y así se comenzó a hacer hasta hoy sin cambios es sus secciones.

A.0.- ¿Qué temas considerás que son más importantes en la cultura?

R.V.- Con el transcurso del tiempo fuimos descubriendo que todos los temas serios, con fundamentos importantes, con respaldos de gente valiosa son tenidos en cuenta por el lector. Siempre tuvimos como referencia que La Palabra debía ocuparse de encontrar lo que estaba más oculto, de difundir lo menos difundido, de incluir los temas que los medios no dan a conocer por falta de interés, por desconocimiento, por el motivo que fuere. Tenemos la grata experiencia de que cuestiones relacionadas con la salud y con la solidaridad fueron muy bien recibidos por los lectores. O protagonistas de historias poco conocidas pero de mucho valor humano. Además, por supuesto de lo estrictamente artístico y educativo.

A.O. - ¿Qué diferencias encontrás con la cultura de las provincias, en el caso de La Palabra, con Santa Fe y la de Buenos Aires?

R.V. - Buenos Aires es la síntesis de todo lo que el país ofrece. Lo que conozco de la gran ciudad en cuanto a cultura popular -que es la que más frecuento en mi labor periodística- es una muestra de lo que supimos conseguir desde cada una de las provincias argentinas. Mucho de lo provinciano está en Buenos Aires y no pierde identidad ni autenticidad. Podemos hace un análisis más exhaustivo en lo que tiene que ver con lo urbano más estrictamente y ahí podemos encontrar formas, modos, temas, más porteños. En cuanto a lo provinciano, por lo que he visto en estos años de trabajo, la realidad de lo cultural en las provincias es bastante similar. Hay muy buenas propuestas y protagonistas, pero cuesta que salgan a la luz y trasciendan esos generadores culturales por encontrarse distantes de los centros de información.

A.O. - La Palabra publica cuentos a menudo, qué escritoras y escritores considerás que circulan más, tanto por la ciudad de Rafaela como por la provincia de Santa Fe?

R.V. - Se vienen publicando muchos autores de todo el país. Convocamos cada tanto y recibimos aportes de los mismos escritores que promocionan entre ellos el espacio, que además de la edición gráfica se puede leer en www.laopinionline.com.ar. Santa Fe es una provincia muy rica en literatura regional y ha dado destacados escritores y poetas.

A.O. - La misma pregunta pero para artistas y cantantes

R.V. -  En este caso Santa Fe es parte de la geografía de los ríos pero no tiene tanta presencia como las demás hermanas del litoral. Aquí los ritmos confluyen de las provincias limítrofes. Desde lo periodístico no hay ningún movimiento especial entre músicos y cantantes provinciales. Ocupan los lugares del Suplemento Cultural en la medida que sus propuestas justifiquen integrar la edición.

a.o. - ¿Crees que en la Argentina, en las distintas provincias se conoce lo que se hace en otros lugares del país?

R.V. - La información que puede brindar un canal de televisión de aire o de cable, así como el servicio de Internet favorecen que los hechos se conozcan. Siempre estará supeditado al interés del medio en darlo a conocer. Así pude compartirse la noticia entre todos los habitantes del país. El Canal Encuentro y algunos programas documentales del Canal 7  nos dan esa información. En el caso de los canales privados es otra manera de informar lo cultural según los intereses de cada uno. Creo que la federalización en la información no está generalizada. Por el contrario, son situaciones extremas: o se ignora o se magnifica hasta la exageración muchas veces.

a.o. - ¿Qué temas considerás que sería importante conocer en Buenos Aires relacionados con la cultura rafaelina?

R.V. - Rafaela, nacida en 1881, como tercera ciudad de la provincia de Santa Fe en población, está por superar los cien mil habitantes. Esa realidad le permite haber desarrollado una cultura sobre la base de reconocidos escritores, destacados músicos que la han hecho trascender los límites geográficos del país, grupos teatrales que nacieron con la aldea, artistas plásticos y artesanos premiados, instituciones que siguen en pie defendiendo los espacios culturales. La oferta rafaelina que ha llegado a Buenos Aires en muchas oportunidades puede establecer un sólido intercambio con la actividad cultural actual. Buenos Aires y las grandes ciudades son la vidriera, por eso la posibilidad de llegar a mostrar las propuestas de Rafaela dependen en muchos -o casi todos- los casos de una política de gobierno que favorezca la llegada a esos lugares importantes. Las embajadas culturales conformadas con criterios serios y verdaderas selecciones teniendo en cuenta calidad, nivel artístico, estética, y demás factores, considero que son el medio y la forma de promover, reconocer y acompañar los emprendimientos autogestionados.

A.O. - ¿Cuál es tu visión acerca de la cultura de Rafaela: escritores, pintores, cantantes, músicos?

R.V. - La ciudad debe procurarse espacios de crecimiento constantes y permitirse desde cada emprendimiento individual o colectivo, la posibilidad de la formación en cada disciplina. Los más representativos de las diferentes áreas culturales tal vez necesiten realizar un esfuerzo propio para dar a conocer con posibilidades de instalar sus proyectos más allá de la propia comunidad. En Rafaela hay una obra artística que merece destacarse en el ámbito nacional. Eso requiere que desde la gestión de gobierno se acompañe para favorecerlo. Claro que los interesados en difundir sus trabajos deben demostrar  compromiso, dedicación, capacitación y crecimiento para merecer la promoción.

 (c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur

fotografia: Raúl Vigini junto al poeta Horacio Ferrer

martes, 22 de febrero de 2011

Entrevista a Rubén García Cebollero






(Buenos Aires)

Rubén García Cebollero es un escritor catalán que siempre da sorpresas. Cuando lo conocí, a través de la revista, una novela suya había resultado finalista en el Premio Planeta (España). A partir de ahí, siguió escribiendo, publicando, estudiando. Tiene una actividad  increíble. El dice que sabe administrar bien el tiempo. Además es abogado, y ahora, una de sus novelas Cruz del Sur será llevada al cine. Se filmará en Barcelona y en Montevideo. Como una nueva sorpresa, me entero que además es posible - aunque prefiere mantener la incerdidumbre - que interprete como actor  un personaje en el film. Sigue sus estudios de guión y dirección de cine. Planifica dirigir también otro film.
Realmente me da una gran alegría que Rubén García Cebollero siga adelante con sus proyectos y ¡qué buenos proyectos! y que además haya publicado cuentos en la revista.
“… Lo importante es apasionarse a cada instante con lo que uno hace, y dejarse contagiar y contagiar a los demás con la esperanza, con esa energía que nos mueve, mucho más en tiempos tan oscuros…”

Entrevista

A.O. - ¿Cómo llega la idea de filmar tu novela Cruz del Sur?

R.G.C. - Bien, lo sorprendente es que la historia va al revés. La novela no nace antes del guión, sino después. Uno de mis guiones, Nadie gana una guerra, dio pie a que nos conociéramos con David Sanz y con Tony Lopez-Serrano, que tenían ya distintas versiones del guión, en las que habían ido colaborando los guionistas Pruden Rodríguez y María Bianchi. Me autorizaron y me puse a ello. Era interesante contar lo que se verá en cine, de manera que fuera lo mismo y fuera distinto.

A.O. - ¿Pensaste, primero en escribir la novela o el guión?

R.G.C. Así que leí el guión y le sugerí a David el nombre de otra gran escritora, que declinó, pero al poco me di cuenta que había algo en la historia que pedía a gritos que lo escribiera y de ahí salió la novela, con sus 3 partes, con “El corazón de Magallanes”, “Todo es cuestión de química” y “Silencios de Bandoneón”.

A.O. - ¿Podrías contar en síntesis el argumento?

R.G.C. - La vida de Juan cambia cuando en su empresa de Montevideo se anuncian recortes que le costarán su trabajo. La difícil situación en la que se encuentra y la tensión familiar le llevan a tomar la decisión de abandonar su país para buscar un futuro en Barcelona.
Ya en España, Juan comprueba que no existe el paraíso soñado, y observa cómo todas las puertas se le cierran.

Por fortuna, en la cima de la desesperación aparecerá Mariano, ese argentino de origen porteño propenso al bulo y al autobombo, que sueña con triunfar en Hollywood mientras limpia mesas y sirve platos en el restaurante Can MERCADER. Gracias a su particular carácter y a sus rocambolescas ideas, Juan acaba consiguiendo un puesto en el restaurante como friegaplatos y empieza a ver más cerca el sueño de traer a los suyos.

De la mano de Mariano, y siempre acompañados por Julia, esa guapa estudiante que trabaja como camarera y que pondrá en jaque su matrimonio, y Arnau, ese alocado cocinero invidente, Juan conocerá Barcelona y disfrutará de otra adolescencia tardía, con noches de borrachera y tardes de playa. Pero las malas nuevas no se harán esperar, y al deterioro de su relación, y la nostalgia por sus raíces, se unirá la noticia de la inminente muerte de su padre.

Será entre las dificultades cuando Juan encuentre el valor de las cosas sencillas y descubra que lo que realmente buscaba estaba más cerca de lo que nunca pudo imaginar.

A.O. - ¿Qué fue lo que te inspiró para escribir esta historia?

R.G.C.  -Las ciudades, sin duda. Y las personas. La escribí por Montevideo, y por Barcelona. Y también por David, y por Tony. Y por toda la gente de Claqueta, y todos aquellos que han hecho posible “la esperanza de un sueño”. Detrás de una película siempre hay un equipo que tiene que luchar contra muchas cosas, de la misma manera que las personas tenemos que luchar contra muchos pensamientos, y muchas adversidades, y bienvenidos y bienvenidas sean. La escribí porque Cruz del Sur es algo más que un símbolo, es una manera de sentir, y también es una manera de esperar lo mejor, de sentir, de soñar. 

A.O. -¿En qué época transcurre?

R.G.C. -En una época actual. Hablamos de los años más recientes, aunque en toda novela uno se alarga en el pasado del protagonista y sus allegados. En esta época de crisis, o de inicio de la crisis, para ser exactos, en la que encontrar trabajo en España es difícil, y en la que nuestro héroe, Juan, va a jugarse muchas cosas por sus sueños, por un viaje exterior e interior, uno de esos que nunca se olvidan, y que es la materia con la que se forjan los sueños, las novelas, el cine.


A.O. -  Silencio rodamos es una productora independiente, ¿cómo se distribuye luego el film? ¿Se verá en cine y en televisión?

R.G.C. - Cruz del Sur es una coproducción entre Silencio Rodamos, española, y Nepal Films, uruguaya, pero una vez la película está filmada, eso habrá sucedido en mayo de 2011, de la distribución se encarga otra compañía. Y sí, el objetivo es que se vea en cine y en televisión de la mayor cantidad posible de países del mundo.

A.O. - ¿Por qué la idea de filmar en Barcelona y también en Montevideo?

R.G.C. - Esa idea va implícita con el guión. Y con la idea de David de colaborar mediante el cine al desarrollo, y al intercambio cultural. Barcelona es una ciudad encantadora, y Montevideo también, pero no hay que olvidar que Silencio Rodamos se ubica en Vilanova i la Geltrú, y que ahí siempre va a haber espacio para la magia del cine.

 A.O. -  ¿Interpretarás algún personaje? ¿Cómo nació esta faceta de actor en vos?

R.G.C. - En principio sí. Pero mejor mantengamos la incertidumbre hasta que eso suceda. La faceta de actor nació con el teatro, gracias a mi mujer Rox Martínezy a Isabel Laso, una gran directora, actriz y escritora, de la que nadie debería perderse La última frontera, por ejemplo. Por lo demás siempre he estado dispuesto a colaborar con el cine, y de hecho me estoy postgraduando como Experto en Guión, quiero seguir con mis estudios de dirección, y filmar el largometraje “Camisa de foc”, que adapta la novela catalana de Anna Carreras.

 A.O. -  ¿Cómo compaginás  todas tus actividades, abogado, escritor, ahora también actor?

R.G.C. - Con fe, con pasión y con orden. Como diría la Biblia: hay un tiempo para todo. Lo importante es apasionarse a cada instante con lo que uno hace, y dejarse contagiar y contagiar a los demás con la esperanza, con esa energía que nos mueve, mucho más en tiempos tan oscuros. De ahí que haya publicado en formato digital tanto en bubok, como en biblioeteca, o en Amazon, algunos de mis libros, algunos gratuitos también, y que próximamente aparezca alguno con Globalbooks. Eso no quita, sin embargo, que siga publicando en papel, como así sucederá con CRUZ DEL SUR.

Página de Cruz del Sur en facebook:


 (c) Araceli Otamendi - Archivos del Sur 




domingo, 20 de febrero de 2011

Entrevista a Mario Merlino por Araceli Otamendi

(Buenos Aires)


Entrevisté a Mario Merlino en Buenos Aires hace algunos años, en el bar Tolón de Santa Fe y Coronel Díaz. Yo no lo conocía personalmente, sino a través de las traducciones de las crónicas de Antonio Lobo Antunes que publicaba en el Suplemento Babelia del diario El País de España. A raíz de una nota que escribí y publiqué en la revista Archivos del Sur sobre el escritor portugués Antonio Lobo Antunes cuando estuvo en Buenos Aires para una Feria del Libro, Mario Merlino se contactó conmigo vía internet.
Después de un tiempo, volvió a escribirme para decirme que venía a Buenos Aires a presentar un libro de poemas. Lo conocí en Buenos Aires, lo entrevisté para Archivos del Sur, entrevista que fue publicada oportunamente y se puede leer en la revista.
Con gran pena me enteré que Mario Merlino había muerto en España en el mes de agosto de 2009.

A continuación la entrevista:


(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Mario Merlino es argentino, poeta, traductor y licenciado en letras. Además es el traductor al español de las crónicas del escritor portugués Antonio Lobo Antunes publicadas en el suplemento Babelia del diario El País de España.

Hace poco tiempo Mario Merlino vino a Buenos Aires a presentar su libro de poemas Arte Cisoria en el Centro Cultural de España en Buenos Aires. Antes de eso lo entrevisté para Archivos del Sur.

Y ahí me enteré que Mario Merlino nació en Coronel Pringles, Provincia de Buenos Aires, como otros dos notables escritores argentinos: César Aira y Arturo Carrera.

Entrevista a Mario Merlino por Araceli Otamendi

Araceli Otamendi :-Recién dijiste el traductor es también autor de la obra. Porque yo entiendo entonces que cuando leo en Babelia un texto de Antonio Lobo Antunes traducido por Mario Merlino también te estoy leyendo a vos.

Mario Merlino :- Yo creo que sí, yo no sé si otro traductor lo resolvería de la misma manera, no creo que siempre coincidan las traducciones, porque si fuera así, sería posible la traducción automática. Ni siquiera hace falta que el ritmo sea copia fiel del original, pero el ritmo tiene que ser un ritmo de lengua española al traducir porque sino, suena a cualquier cosa, suena a obra traducida y lo importante es que no se lea como obra traducida. Lo importante es que una obra, al ser traducida, se lea como si hubiera sido escrita por primera vez en español.

Ese es el gran desafío.

A.O.:- ¿Cómo empezaste a traducir a Lobo Antunes para el suplemento Babelia?

M.M.:- Lo primero que yo traduje de Lobo Antunes fue para una editorial, Siruela. La primera obra que traduje se llama Tratado de las pasiones del alma. Lo de las crónicas que se publican en Babelia surgió después; primero se publicaron en el diario ABC y después la persona que estaba en el ABC contrató a Lobo Antunes para publicarlas en el diario El País. Y ahí seguí yo, ya las traducía yo también para el ABC. Lo de Lobo Antunes lo sigo traduciendo todo yo, a él no le gusta mucho que se cambie el traductor, prefiere un traductor que esté muy interiorizado de su obra.

Me ha tocado en suerte llevar la voz de Lobo Antunes.

A.O.:- ¿Y eso no te influye en tu escritura, eso de tener tan presente la voz de Lobo Antunes?

M.M:- A veces tengo que tomar distancia, porque es una lectura muy a fondo la que hago al traducirlo, una cosa es que te influya un autor que has leido, porque eso es lo que ocurre en la generalidad, pero lo que me preguntas es cierto, es un "peligro" que está ahí.
Yo me corrijo en lo que escribo, en mi propia escritura.



A.O.:- ¿Cómo hacés con tu propia voz al escribir y la voz del autor de la obra que estás traduciendo?

M.A.:-A veces preferiría variar de autores, he traducido mucha obra de él.

A.O.- ¿Has traducido a otros autores?

M.M.:-Sí, he traducido del italiano. En una época traducía del inglés, del francés, del italiano. Pero las editoriales prefieren que el traductor no se disperse demasiado. En general cuando me contratan también me ofrecen títulos en italiano.

A.O.:-¿Por ejemplo?

M.M.:- De Natalia Guinzburg, dos obras cortas, una que se llama Familia y otra que se llama Burguesía. Lamentablemente es un libro que editó Alfaguara en el ´80 y no se ha reeditado.

A.O.:- ¿Cuando volviste a la Argentina después que te instalaste en España?

M.M.-:-Volví en el ´84, después que se restauró la democracia. He viajado cada dos años, porque tengo familia y tengo buena relación con mis hermanos que viven aquí.

A.O.:-¿Y en relación a tu propia obra, qué me podés contar?

M.M.:- Aparte de los libros de ensayo que te comentaba, comencé con un libro que se llama el Medioevo cristiano, de una colección que dirigió Blas Matamoro. La colección se llamaba La historia informal, y era sobre la experiencia histórica pero más narrativa que histórica y contaba la versión sobre la vida cotidiana a través del tiempo. A mí me tocó lo del medioevo cristiano, que no podía abarcar también lo árabe, porque diez siglos era muchísimo. Todo narrado en presente, para que el lector se encontrara en la época que narraba.

También escribí un libro que está inédito y que trataba acerca de la relación de los escritores con la guerra civil española. A mí me tocó Bertold Brecht, que nunca estuvo en España pero escribió "Los fusiles de la madre ....", por ejemplo, tuve que hurgar como una rata de biblioteca para encontrar algo. No pierdo la esperanza de publicarlo alguna vez, se llama "Los alimentos de la guerra".

A.O.:- ¿Y allá en España, además de traductor qué otra cosa hacés?

M.M.:- Yo retrasé mucho mi propia obra. He escrito relatos, pero había una cosa de inseguridad frente a mi mismo, frente al mundo...

Soy bastante lanzado para sobrevivir, encarar mi vida, no espero que me venga la ayuda del cielo, pero con la literatura de ficción tenía tal vez una exagerada autocrítica. Pasaron varios años hasta que me decidí y publiqué un libro de poesía llamado Misa pedestris. El poeta Luis Antonio de Villena, me escribió un texto para la contraportada que recordaba las Misas herejes de Evaristo Carriego. Hay en ese libro algo de influencia medieval porque al final del libro recuerdo la Misa de amor, el romance español, donde los monaguillos en lugar de decir "amén, amén", dicen "amor, amor". También edité un CD con poemas que yo mismo recito, se mezcla mi experiencia en el teatro, sé que tengo buena voz y va acompañado con un librito con textos en prosa y poemas.

A.O.:- ¿Nunca hiciste radio?

M.M.-:Sí. Hice radio en Coronel Pringles, cuando tenía 13, 14 años. Ya tenía buena voz. Y era radio, se llamaba la propaladora. Yo tenía un programa a las 7 de la tarde, era un programa sobre poesía, entonces yo contaba cosas sobre el autor y el movimiento al que pertenecía y después leía uno o dos poemas. Mucha gente no conoce lo que es la propaladora, es una historia muy antigua. Son altavoces en la calle, donde todo el mundo está obligado a escuchar a cierta hora lo que se emite por ellos.

A.O.:-¿Sos del mismo pueblo de César Aira?

M.M.:- Sí y también de Arturo Carrera. que presentará mi libro en Buenos Aires.

A.O.:- ¿Es casualidad?

M.M.:- Puede ser, lo cierto es que íbamos a la misma escuela en Pringles. Arturo Carrera era compañero mío y César Aira estaba en un curso más adelantado.

A.O.:-¿Cómo fue salir de Coronel Pringles?

M.M.:- Yo tenía muchas ganas de venir a Buenos Aires, pero mi familia insistió que fuera a Bahía Blanca porque ahí ya estaban dos hermanos míos.

A.O.:- ¿Te daba miedo venir a Buenos Aires, encontrarte en una gran ciudad?

M.M.:-No. Me encantaba, tenía muchas ganas. Pero fuí a Bahía Blanca, una ciudad que nunca me gustó, porque es una ciudad muy conservadora.

A.O.:-Tal vez como muchas ciudades del interior de nuestro país.

M.M:- No, Bahía Blanca es mucho más conservadora. De cualquier manera reconozco que tuve muy buenos profesores como el caso de Ciocchini que ya te comenté. Otro profesor que tuve es Jaime Rest, como recuerdo para mí son los dos más importantes. Y después tuve una profesora de literatura española medieval con la que trabajé como asistente era discípula de Ciocchini y fue la profesora con la que teníamos exámenes que duraban 4 o 5 horas, ya que podíamos ir a la biblioteca a consultar libros, apuntes. Nos daba temas que exigían una elaboración especial en ese momento y eso no significaba que había que aprenderse la lección. Era como hacer una pequeña monografía y se lo agradezco muchísimo. Porque creo que la norma sigue siendo que cuando más repite el alumno mejor nota recibe.

A.O.:- ¿De qué origen eran tus padres?

M.M.:- Mi padre era italiano, llegó a los 16 años a la Argentina, solito. Es una de las cosas que reivindico de él porque es un mensaje de libertad, y de riesgo, de saber enfrentar los riesgos.

Sobre todo porque había un compañero suyo que lo iba a acompañar en el viaje pero se volvió a atrás a último momento y mi padre se vino solo a la Argentina.

A.O.:- ¿Y tu madre?

M.M.:- Era hija de italianos, el padre de ella era del Piamonte, cerca de Turín. Y mis abuelos paternos que no llegué a conocerlos, eran de la Lombardía. Mi madre nació en la Argentina. Mi vocación por las letras comenzó siendo muy chico. Mi madre leía, era maestra y tenía una disciplina muy rigurosa en relación con el estudio. Para darte un ejemplo, cuando comencé el colegio secundario, me tomaba durante primer año las lecciones todos los días para que me organizara, para que supiera que eso había que hacerlo de manera rigurosa y sistemática. Recuerdo una vez que tenía que estudiar geografía y ella me puso cinco libros de geografía y yo dije: pero si todo es igual y ella me dijo: "no, porque cada libro aporta algo, reúnes todo y así tienes una visión más completa".

Mi padre era comerciante, pero junto a los biblioratos y las facturas tenía libros en su biblioteca.

El usaba una máquina Underwood, recuerdo que cuando él no estaba en el despacho porque estaba trabajando concretamente en el almacén que teníamos en Coronel Pringles, yo subía las escaleras de piedra y ahí me ponía a garabatear en la máquina de él.

Después participé en un grupo de teatro que había en Pringles, Las dos carátulas, porque me gustaba mucho el teatro, y uno de los rasgos que demostraba mi gusto por la literatura es que normalmente yo leía mucho teatro en esa época, iba a las reuniones del grupo y comentaba lo que había leido y desde luego me entusiasmaba con que una de esas obras había que representarla. Creo que no tuve éxito en ese sentido, de imponer alguno de esos textos.

A.O.:- Y como actor, qué fue lo que pasó?

M.M.:- Trabajé en una obra llamada La dicha impía de Pablo Palant, que por otra parte, es el traductor de Esperando a Godot. Es casi un fetiche para mí, me llevé fotocopias de esa traducción.

A.O.:- ¿Dónde la representaron?

M.M.:-En el teatro de Coronel Pringles.



A.O.:- ¿En España volviste a hacer radio?

M.M.:- No, pero me gustaría.

A.O.:- ¿Cuál fue tu trabajo para la enciclopedia Encarta?

M.M.:-Empecé en Madrid colaborando con la Enciclopedia Encarta, ahí me encargaban traducción de artículos de la enciclopedia original y redacción de artículos nuevos.

A.O.:- ¿Cuántos años duró ese trabajo?

M.M.:-Dos años, 1995 y 1996, gracias a mi experiencia de colaboración y eran una referencia los trabajos que había hecho como traductor de portugués. Me dijeron: ¿te gustaría ir a Río de Janeiro para dirigir la versión brasileña de la enciclopedia?

Les dije que sí y me fuí a Brasil. Se hicieron dos ediciones de Encarta en portugués, versión brasileña. ¿Qué fue lo que hice? Mi tarea era controlar los contenidos, la condición era que todos los contratos que se hicieran fuesen con brasileños para traducir los artículos de la enciclopedia española que merecían seguir estando para esta nueva versión en portugués. Después hubo que hacer un trabajo de selección, hubo que quitar artículos de la enciclopedia española que no interesasen demasiado al mundo luxófono, el mercado que les interesaba era el mercado brasileño. Después hubo que contratar especialistas en distintos temas: historia, literatura, ciencias, de Brasil y de Portugal. Los de Portugal me enviaban sus artículos por correo electrónico y con los colaboradores brasileños trataba directamente. Fue una experiencia hermosísima. Tuve también que seleccionar a los editores de cada área. La encargada de literatura y ciencias humanas en general, también había una mujer para ciencias, eran casi todas mujeres. Pero no por feminismo mío sino porque se presentaban postulantes y eran seleccionadas.

A.O.:- ¿Después de este trabajo con la Enciclopedia Encarta volvés a España?

M.M.:-Sí, y ahí sigo. Llevo más tiempo en España que en Argentina. La formación que traía de Argentina está dando frutos. Por supuesto que hay que agradecerle a España su acogida...".

A.O.:- ¿Cómo se desarrolló tu vida en España?

M.M.:-Después de veinte años de vivir en España yo consigo comprar un piso. Eso fue en el 97 y ese mismo año me invitan a irme a Río de Janeiro, como te contaba antes. Estaba pagando un alquiler y pasaba a pagar una hipoteca, que era el doble del alquiler que pagaba.

Me arriesgué, y me llegó ese trabajo para la Enciclopedia. Me arreglé muy bien para comprarlo. Debido a la experiencia que he tenido que pasar sé administrarme. Yo soy hijo de inmigrantes, cuando algunas colaboradoras de la enciclopedia se ponían muy exigentes, yo decía "hay que aprender". Y conozco porque mis padres me demostraban día a día que había que ajustarse el cinturón cuando correspondía. Cuando tengo un poco más de ingresos a veces pierdo el control.

A.O.:-¿Cuál es tu principal actividad actualmente?

M.M.:-La traducción. Me invitan a dar cursos, gracias a la experiencia docente que te contaba me invitan a dar cursos para profesores para proponer métodos de enseñanza de la lengua y la literatura. La pasión que tengo por estos temas puede ser casi una locura y eso me ha ayudado para enseñar. Yo entiendo que la gente se aburra en las clases de literatura, sobre todo si no tienen afición por esto, pero si tú creas estímulos... por ejemplo, en Madrid trabajé dos años en una escuela secundaria, tenía un curso de cuarenta alumnos y los dividí en ocho grupos de cinco, juntaban los pupitres y entonces yo hablaba y les decía que yo estaba como en un bar y era el camarero que atendería sus dudas. Les proponía temas e hicieron taller literario todo el año y también estaba la parte expositiva.

A.O.:- ¿Qué autores preferís leer?

M.M.:- Yo me eduqué con los poetas beat: Allen Ginsberg, Ferlinguetti, yo creo que eso fue en los 60, yo tenía 12 años. También adoro a Samuel Becket, no voy a distinguir mucho el género. Me gusta mucho la literatura mística, San Juan de la Cruz, también me gusta Italo Calvino, de los argentinos desde luego influyeron mucho Alejandra Pizarnik y Juan Gelman.

A.O.:- ¿Cuál es la obra de Becket que preferís? ¿Esperando a Godot?

M.M.:-Sí, pero también me gusta la narrativa,me gusta Malón muere, una obra que leí siendo muy jovencito, también El innombrable y otras. Becket me sigue fascinando. Hay un relato cortísimo que se llama Sin donde no se sabe dónde estás, quién es el que narra, si hay un personaje. Me gustan esas experiencias de Becket muy próximas a la poesía.

A.O.:- ¿Escribís también narrativa?

M.M.:- Ahora estoy escribiendo un texto de narrativa. A mi me gusta contar historias pero tanto el otro libro Misa perenne como Arte Cisoria, creo que el poema no debe estar cerrado en sí mismo. Tiene que haber cierta continuidad y en el fondo hay un deseo de transmitir una historia. Hay una historia que se cuenta porque en cada poema se va engarzando con el otro.

A.O.:- ¿Qué tipo de texto narrativo será el que estás escribiendo?

M.M.:- Una novela corta. La editorial que lo editará ya me conoce y me dijo: no te esfuerces por escribir una novela muy larga. Está bastante avanzada, será un texto de unas cien páginas.

A.O.:- ¿Tenés un grupo de escritores amigos en España, a quienes lees y te leen?

M.M.:- Sí, hacemos encuentros en un centro de arte moderno, donde se organizan lecturas. A veces con Noni Venegas, una poeta argentina que vive en España hacemos lecturas conjuntas.



A.O.:- ¿Cómo te gusta presentar tus libros?

M.M.- No me gusta estar quieto, tampoco exagerar con accesorios, lo importante es que el público escuche el poema. Un poeta puede ser muy bueno pero al sexto poema me dan ganas de decirle que empiece de nuevo. La gente que lee una hora seguida no sabe lo que está haciendo, hay que leer poco, lo mínimo indispensable.



(c) Araceli Otamendi - Todos los derechos reservados

crédito de la fotografía: Marek Nowak - gentileza Mario Merlino